Con 88 votos a favor y 9 en contra, el Senado estadounidense aprobó una nueva medida que extenderá por 45 días más la financiación de la Administración encabezada por Joe Biden y que impide de facto un cierre del Congreso, conocido como «shutdown». .Unas horas antes, la Cámara de Representantes había adoptado la misma medida. Ahora, falta la firma del presidente Joe Biden para que se haga efectivo este acuerdo in extremis que marca las tensiones entre los demócratas y los republicanos.

A pocas horas de la medianoche, cuando se hubiera materializado el «shutdown» gubernamental en Estados Unidos, la Cámara Alta del Poder Legislativo aprobó con un esfuerzo mayoritario y bipartidista la propuesta de ley que evita, temporalmente y por 45 días, el colapso parcial del Gobierno estadounidense.

«Habremos evitado el «shutdown» (…) El bipartidismo, que ha sido la marca de fábrica del Senado, ha prevalecido y el pueblo estadounidense puede respirar aliviado.», expresó Chuck Summer, senador demócrata y líder de la mayoría en el Senado antes de que el proyecto de ley, previamente aprobado por la Cámara de Representantes, fuera votado.

El paquete financiero aprobado incrementa los fondos destinados para la ayuda federal para catástrofes a 16.000 millones de dólares, una de las peticiones esenciales de Joe Biden.

Por el otro lado, lo relacionado al presupuesto para la ayuda militar a Ucrania, tema de disputa entre demócratas y republicanos, no fue abordado en esta oportunidad.

El presidente estadounidense recibió positivamente la votación en el Senado, mencionando que la ley aprobada previene una «crisis innecesaria que habría infligido un dolor innecesario a millones de estadounidenses trabajadores», aunque también señala a los representantes republicanos «extremistas» por causar esta situación que puso al límite la estabilidad gubernamental en el país.

«Durante semanas, los republicanos extremistas de la Cámara de Representantes intentaron salirse de ese acuerdo exigiendo recortes drásticos que habrían sido devastadores para millones de estadounidenses. No lo consiguieron.», sentencio el mandatario en un comunicado publicado a través de su cuenta de X.

Un episodio más en la lucha entre republicanos y demócratas

Previo a pasar por el Senado, la medida de emergencia tuvo que ser aprobada en la Cámara Baja del Poder Legislativo estadounidense, donde efectivamente tuvo el ‘sí’ de 335 representantes bipartidistas a pesar de la negativa de la rama más conservadora de los republicanos.

Después del constante empuje de la extrema derecha en el partido republicano por reducir drásticamente el gasto público en su propuesta de financiación gubernamental, la rama moderada del bloque conservador entró finalmente en negociaciones con los representantes demócratas para construir un proyecto que pudiera evitar un posible cierre gubernamental.

«Los republicanos extremos MAGA han perdido, el pueblo estadounidense ha ganado», afirmó Hakeem Jeffries, líder de la minoría en la Cámara de Representantes, haciendo referencia a los republicanos más radicales del hemiciclo, conocidos también por ser afanes al discurso del expresidente Donald Trump.

Kevin McCarthy, blanco de críticas en ambos lados

El líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja estadounidense, Kevin McCarthy, podría ser el ‘sacrificado’ del proceso, ya que después de semanas defendiendo los intereses de los republicanos más radicales, los mismos que lo amenazan para sacarlo del cargo, habría sido el que lideró las negociaciones para fraguar la medida aprobada.

«Me alivia que el portavoz McCarthy se haya doblado y finalmente haya permitido una votación bipartidista en el último momento sobre la legislación para detener la carrera de los republicanos hacia un cierre desastroso», expresó Don Beyer, representante demócrata en la Cámara de Representantes.

Ante las amenazas por ser destituido, McCarthy ha sido desafiante, mencionando que estaba dispuesto a «arriesgar su trabajo por defender al público estadounidense», añadiendo que él estaba intentando ser «el adulto» en la situación con el objetivo de prevenir el cierre del Gobierno.

Después de semanas de desacuerdos entre ambos extremos del escenario político estadounidense, la ley aprobada finalmente pone punto final a la posibilidad de un cierre del Gobierno estadounidense, lo que hubiera provocado que alrededor de cuatro millones de empleados federales se quedarán sin salarios y los programas sociales de los que depende el bienestar de millones de familias también se vieran sin fondos.

France 24