Vía Diario de Cuba
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba acusa al presidente de EEUU de sostener una ‘política de abuso contra Cuba y su pueblo’.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, se quejó este viernes de la extensión del embargo de Washington contra La Habana en una publicación en la que volvió a responsabilizar a la política de Estados Unidos de todos los males que aquejan a los cubanos.
Mediante un comunicado emitido el viernes por la Casa Blanca y destinado a las oficinas del secretario de Estado, Antony Blinken, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, el presidente estadounidense, Joe Biden, informó de su decisión de mantener el embargo comercial a Cuba, vigente desde hace seis décadas.
«El ejercicio de ciertas autoridades bajo la Ley de Comercio con el Enemigo está programado para expirar el 14 de septiembre de 2022. Por la presente determino que la continuación del ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba durante un año es de interés nacional de Estados Unidos», señaló la nota.
El mismo día, Rodríguez Parrilla escribió en Twitter: «Al extender la aplicación de la ‘Ley de comercio con el enemigo’, Biden se convierte en el duodécimo presidente de EEUU en ratificar el marco que sostiene la política de abuso contra Cuba y su pueblo».
En referencia a la votación que cada año se realiza en la ONU, el ministro añadió que la política estadounidense «es rechazada por casi todos los países miembros de la comunidad internacional».
Anualmente, en el mes de septiembre, los presidentes de EEUU deben decidir si prorrogar o no las sanciones a La Habana bajo una regulación a la que el entonces presidente John F. Kennedy recurrió en 1962 para imponer el embargo económico sobre La Habana y que desde entonces han renovado, año tras año, los mandatarios que le han proseguido.
El embargo es el chivo expiatorio favorito del régimen de La Habana para el fracaso de su proyecto de país.
Esta ley aplicada en respuesta a la confiscación de propiedades estadounidenses en la Isla tras la llegada al poder de Fidel Castro autoriza al presidente de EEUU a imponer y mantener restricciones económicas a estados considerados hostiles.
La renovación de la Ley de Comercio con el Enemigo amplía al máximo la autoridad del presidente para administrar el embargo al Gobierno de la Isla y autorizar determinadas transacciones.
En 2000, una exención del embargo aprobada por el Congreso estadounidense autorizó la venta de alimentos, productos agrícolas, medicinas y equipos médicos a Cuba, siempre que La Habana pagara por adelantado y en efectivo.
Durante esa década fueron frecuentes los reportes en la prensa estadounidense sobre el valor de las exportaciones de alimentos y productos agrícolas a La Habana, y EEUU se convirtió en uno de los principales proveedores de la Isla.
En 2020, ante pedidos de levantar las restricciones a La Habana por la emergencia del Covid-19, el Gobierno de EEUU aclaró que el país exportó a Cuba en las últimas dos décadas billones de dólares en medicinas y equipos médicos, y añadió que existe «desinformación» sobre las sanciones impuestas a La Habana.
Aunque el Gobierno cubano negó que EEUU le haya vendido medicamentos, reconoció que sí adquiere fármacos de EEUU a través de terceros países, o como reventa, algunos productos para enfermedades específicas.
EEUU también es el principal suministrador de carne de pollo actualmente. A pesar de la contracción experimentada por las exportaciones de carne de pollo de EEUU a Cuba en mayo de 2022, los niveles —tanto en valor como en toneladas— se mantienen altos en comparación con los datos históricos, según publicó recientemente el economista Pedro Monreal.