Vía Boston Globe
Unos 50 migrantes venezolanos fueron trasladados abruptamente a Martha’s Vineyard el miércoles y quedaron al cuidado de los funcionarios de la isla, quienes dijeron que no tenían aviso previo de su llegada.
Hubo cierta confusión en cuanto a la procedencia de los migrantes.
Una portavoz del gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, le dijo a Fox News que su administración había enviado a los inmigrantes como parte de su plan para reubicar a inmigrantes indocumentados en los llamados estados santuario como Massachusetts.
Pero el senador del estado de Massachusetts, Julian Cyr, dijo que dos aviones chárter aterrizaron en el aeropuerto de Martha’s Vineyard alrededor de las 3 pm del miércoles.
Quien haya organizado los vuelos también envió un camarógrafo para grabar la llegada y camionetas blancas para transportar a los pasajeros, dijo Cyr.
Dijo que no estaba claro dónde comenzaron los pasajeros su viaje. Al menos un vuelo, dijo Cyr, se originó en San Antonio, Texas, antes de hacer escala en Florida.
La llegada inesperada de los inmigrantes trae a Massachusetts el debate nacional sobre la política de inmigración, que se ha centrado en los inmigrantes indocumentados que cruzan la frontera sur.
El representante estadounidense William Keating, quien representa a Martha’s Vineyard en el Congreso, criticó en Twitter la supuesta decisión de DeSantis de transportar a los migrantes.
“La historia no ve con buenos ojos a los líderes que tratan a los seres humanos como un cargamento, los cargan y los envían a mil millas de distancia sin decirles su destino. Aún así, Florida @GovRonDeSantis tomó esa decisión hoy”, tuiteó.
Enviar a los inmigrantes a Martha’s Vineyard, una isla exclusiva donde el presidente Barack Obama y las celebridades tienen casas de verano, fue una elección política, dijo el representante estatal Dylan Fernandes.
“Nos ven como enclaves ricos y liberales”, dijo.
Cyr dijo que DeSantis se ha atribuido el mérito de enviar los vuelos.
“Esta es una treta cruel que manipula a las familias vulnerables para que busquen una vida mejor, y creo que sacar provecho de las familias migrantes que se encuentran en las circunstancias más difíciles para un momento de sorpresa y un truco político es repugnante”, dijo Cyr.
Cyr dijo que estaba orgulloso de ver que la isla se unía para que los inmigrantes se sintieran lo más cómodos posible.
“Qué mejor reproche a este desvergonzado truco político que una comunidad que realmente se une para ayudar a las personas y reconoce y aprecia su humanidad y su dignidad”, dijo Cyr.
Los funcionarios de la isla trataban apresuradamente de organizar comida, ropa y refugio temporal para los arribos inesperados, algunos de los cuales les dijeron que no tenían idea de dónde estaban.
“Les dijeron que la gente se reuniría con ellos aquí y que tendrían recursos y cosas por el estilo”, dijo Fernandes, un demócrata de Falmouth que representa a Cape & Islands en la legislatura estatal. “Pero nadie fue alertado en la isla”.
Los migrantes estaban siendo alojados en un refugio de la iglesia local, y Cyr agregó que la administración de Baker brindará ayuda de emergencia.
Un portavoz del gobernador Charlie Baker dijo que la oficina estaba al tanto de la situación en Vineyard.
“La Administración Baker-Polito está en contacto con funcionarios locales con respecto a la llegada de inmigrantes a Martha’s Vineyard”, dijo el secretario de prensa Terry MacCormack por correo electrónico. “En este momento, los servicios de refugio a corto plazo están siendo proporcionados por funcionarios locales y la Administración continuará apoyando esos esfuerzos”.
Al igual que Fernandes, Cyr criticó los esfuerzos de los gobernadores republicanos en los estados fronterizos por utilizar inmigrantes indocumentados con fines políticos.
Después de aterrizar en el aeropuerto de Martha’s Vineyard, los hombres, mujeres y niños fueron a los Servicios Comunitarios de Martha’s Vineyard, “que reunió recursos para llevar comida y agua a estas personas y también se puso en acción para conseguir refugio”, dijo Fernandes.
Luego, los migrantes fueron llevados a la Iglesia Episcopal de St. Andrews en Edgartown, que tiene un espacio que a veces se usa como refugio para personas sin hogar, dijo Fernandes.
“Es un problema humanitario”, dijo el jefe de policía de Oak Bluffs, Jonathan Searle, al Vineyard Gazette. “En este momento nos preocupa la coordinación con los funcionarios estatales y federales”.
Muchas de las personas no sabían dónde estaban o adónde se suponía que debían ir, dijo Fernandes. A un hombre le dijeron que se iba a Nueva York, dijo Fernandes.
Fernandes dijo que el transporte de inmigrantes indocumentados en un momento fue inhumano.
“Estas son personas que están siendo utilizadas como peones políticos republicanos”, dijo Fernandes. “Los republicanos están utilizando vidas humanas como una forma de llamar la atención de los medios. Y, ya sabes, es profundamente repugnante”.