Via DDC
EEUU revocó la visa de entrada a ese país de la esposa y la hija del ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, funcionario a cargo del Ministerio en los años en que La Habana exportó a ese país a miles de profesionales para el programa Más Médicos.
Según el portal brasileño G1, Padilha no se vio directamente afectado porque su visa estadounidense expiró en 2024. Sin embargo, la medida le impide obtener una nueva.
El anuncio de la medida se produce dos días después de que la Administración Trump anunciara la revocación de visas de brasileños involucrados en la creación del programa Más Médicos. Padilha también era ministro de Salud cuando se implementó el programa en 2013, durante el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
«Estoy absolutamente indignado. Es un acto cobarde que afecta a una niña de diez años, lo que afecta a mi esposa», dijo Padilha al canal Globo News.
«Y las personas que hacen esto, el clan Bolsonaro, que orquesta esto, tienen que explicar, no a mí, al mundo entero, qué riesgo puede tener una niña de diez años para el Gobierno estadounidense», señaló.
El ministro se defendió diciendo que la creación del programa en 2013 ocurrió después de visitar varios países para buscar soluciones a la falta de médicos en Brasil. «En ese momento, [los médicos cubanos] estaban en más de 60 países. Y hoy todavía hay en docenas de países, incluida Italia», dijo.
«¿Cuál es la explicación de que no haya ningún tipo de sanción, ninguna crítica a estos otros países [que todavía emplean cubanos], y vengan a hacer una sanción aquí en Brasil contra los empleados brasileños y contra la familia del ministro de Salud, si ya no tenemos asociaciones con médicos cubanos?», señaló.
El jueves, Padilha condenó las sanciones impuestas por el Gobierno de Estados Unidos contra dos altos funcionarios brasileños vinculados al programa por el que miles de profesionales de la salud de Cuba fueron sometidos a condiciones de explotación laboral por parte de La Habana.
En su perfil de X, el funcionario aseguró que el programa, que hoy sigue vigente bajo otras condiciones en Brasil, «sobrevivirá a los ataques injustificables de quien quiera que sea. El programa salva vidas y está aprobado por quien más importa: la población brasileña».
Padilha cuestionó lo que denominó la persecución de «dos personas fundamentales para el Mais Médicos en mi primera gestión como ministro de Salud, Mozart Sales y Alberto Kleiman«, mencionados por EEUU como blancos de restricción de visado.
En su investigación sobre el acuerdo entre La Habana y Brasil, que llevó a más de 11.000 médicos cubanos a ese país entre 2013 y 2018, durante el Gobierno de Dilma Rousseff, DIARIO DE CUBA mostró cables diplomáticos en los que se prueba que en las negociaciones intervinieron Mozart Sales, entonces secretario del Ministerio de Salud de Brasil, y Alberto Kleiman, quien fungía como asesor internacional de esa entidad y luego director de Relaciones Internacionales y Alianzas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), intermediaria en el esquema y que se quedaba con el 5% del monto salarial que cobraba el régimen de Cuba por cada trabajador exportado.
Los documentos muestran que la delegación brasileña aceptó todas las exigencias de La Habana, incluyendo un pago de 6.000 dólares por médico (5.000 dólares para el régimen cubano y 1.000 dólares para el profesional). Además, las autoridades cubanas exigieron que toda evaluación de los médicos se hiciera en Cuba y que Brasil se restringiera a «familiarizar a los médicos, especialmente al idioma, a las prácticas procesales y administrativas, y a la legislación».
Esa investigación probó que el programa Más Médicos fue una idea cubana y no brasileña, que las negociaciones se efectuaron de manera confidencial para evitar la reacción de la comunidad médica de Brasil y que los médicos cubanos fueron trabajadores contratados y no «becarios».
Asimismo, reveló que La Habana se quedó con más del 70% del salario de los médicos, que el Gobierno brasileño estuvo de acuerdo con esto desde un inicio y que la parte cubana exigió a la brasileña, mediante una cláusula en el acuerdo «bilateral», que los médicos de la Isla no pudieran ejercer la medicina fuera de dicho acuerdo, evitando así que los cubanos abandonaran el esquema y se quedaran en Brasil por cuenta propia, tal y como hicieron cerca de 400 médicos cubanos en un acuerdo previo, de 1996.
Tanto La Habana como Brasilia también usaron a la OPS como intermediaria para esquivar dificultades políticas y jurídicas tales como el control del Congreso brasileño, y que las oficinas de la entidad en Brasil y Cuba se encargaron de ejecutar el convenio para evadir la sede central de la organización en Washington, con el objetivo de burlar posibles medidas relacionadas con el embargo de EEUU contra La Habana.
En el propio foro de la publicación en X del ministro brasileño, internautas de su país le responden. «Los políticos del Gobierno están intentando crear la falsa narrativa de que Trump y el Gobierno de EEUU están contra el programa Mais Médicos», advirtió Robert R. Roman.
«Eso es una mentira, lo que está siendo discutido es el hecho de que el Gobierno cubano se queda con la mayor parte de los salarios», señaló.
Por su parte, Jeferson Martínez Ximenes añadió: «El Mais Médicos era esclavista: médicos cubanos recibían 3.000 reales de los 11.520 pagados por Brasil, el resto iba al Gobierno cubano. Las familias eran rehenes en Cuba, se les prohibía acompañarlos para evitar deserciones. El esquema financiaba a la dictadura, explotando mano de obra sin restricciones».
Al anunciar las sanciones contra Sales y Kleiman, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, indicó que EEUU «está tomando medidas para revocar visas e imponer restricciones de visa a varios funcionarios del Gobierno brasileño y exfuncionarios de la OPS cómplices del plan de exportación de trabajo forzoso del régimen cubano».
«Mais Médicos fue una estafa diplomática desmedida de ‘misiones médicas’ extranjeras», enfatizó.
El funcionario cubanoestadounidense señaló que las sanciones son parte de una ampliación de la «política de restricción de visas relacionadas con Cuba» que ya dio lugar a medidas similares que apuntan a funcionarios de países de Centroamérica, África y la isla caribeña de Granada. Todos albergan profesionales cubanos exportados por La Habana.
«Promoveremos la rendición de cuentas del régimen cubano por oprimir a su pueblo, y a quienes se benefician del trabajo forzoso», subrayó Rubio.