Vía Expansión

El dinero juega un papel crucial en las elecciones de EEUU. Los candidatos necesitan donaciones privadas, cuantas más mejor, para hacer llegar su mensaje a los votantes de un país con casi 5.000 kilómetros de costa a costa.

La contienda que enfrenta al expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris se mide también por la recaudación de cada uno. Tanto es así que la demócrata no dudó en recordarle a su rival durante el debate del martes por la noche el apoyo mostrado por Goldman Sachs a sus políticas económicas.

El gigante financiero ha prestado a Harris 151.186 dólares, unos 137.280 euros, a través de donaciones individuales. Ni un céntimo a su rival. Así figura en los datos recogidos por la organización Open Secrets, que analiza el recorrido del dinero en la política.

Esta cantidad es insignificante comparada con las cifras de donaciones que se manejan. Pero la mención de la demócrata en horario de máxima audiencia sirve de reclamo para que otros den el paso de aportar algo a su causa hasta las elecciones del próximo 5 de noviembre.

El dinero da acceso a la influencia en Washington. Si bien ambas campañas han recaudado hasta el momento millones de dólares tanto de pequeños donantes como de multimillonarios. Son estos últimos los que tienen el poder de aupar al futuro presidente o presidenta a la Casa Blanca.

La candidata demócrata lleva ventaja con un récord histórico de 361 millones de dólares recaudados frente a los 130 millones del republicano. Pero Trump la supera en número de donantes millonarios seducidos por sus promesas de recortes de impuestos a ellos y a sus empresas.

Eso es lo que se desprende al leer la lista de adinerados donantes realizada por Bloomberg con los datos de la Comisión Federal Electoral (FEC, por sus siglas en inglés) hasta agosto y su Índice de Multimillonarios, que se renueva a medida que van aumentado sus ingresos.

Un catálogo en el que hay dos sonoras ausencias. La del hombre más rico del mundo, Elon Musk, y el titán de los fondos de inversión, Bill Ackman. Ambos han respaldado públicamente a Trump, pero solo del primero se sabe cómo.

El dueño de Tesla no ha donado directamente a la campaña del republicano, pero ayudó a lanzar America PAC, un súper comité de acción política que apoya a Trump. Ha gastado 45 millones de dólares hasta ahora, según los documentos presentados ante la FEC.

La Ley de Campaña Federal Electoral de EEUU ha limitado este ciclo electoral las donaciones a 3.300 dólares por elección y por candidato. Sin embargo, los partidos políticos tienen otras fórmulas legales para recaudar fondos.

La preferida de los millonarios las donaciones a los llamados Comités de Acción Política, conocidos como PAC por sus siglas en inglés. Se trata de organizaciones independientes que trabajan para las campañas, que tienen permiso para recibir donaciones de individuos casi sin límites.

Los donantes de Trump

El expresidente de EEUU ha recibido al menos 24,4 millones de dólares de manos de 13 miembros de la lista de los más ricos de EEUU. Harris se queda a poco más de la mitad con 12,8 millones de dólares procedentes de 20 ultrarricos, incluidos aquellos que aportaron a la campaña de Biden antes de que dimitiera en julio, cuyos fondos han acabado en las cuentas de la nueva candidata.

La ventaja de Trump es gracias a tres grandes donantes. La más destacada es Miriam Adelson, viuda del magnate de los casinos Sheldon Adelson. Esta una republicana de 78 años amiga del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha traspasado 5,8 millones de dólares a través de varios comités republicanos. Su fortuna asciende a 32.100 millones de dólares.

La misma cifra ha aportado Diane Hendricks, considerada la mujer hecha a sí misma más rica de EEUU con un patrimonio de 12,8 millones de dólares. Es propietaria del conglomerado de materiales de construcción ABC Supply con sede en Wisconsin. «A todos los aspirantes a empresarios: si yo puedo, ustedes también pueden», dijo la donante en julio durante su discurso en la convención republicana de Milwaukee.

En tercer lugar se sitúa el presidente ejecutivo de Energy Transfer Partners, Kelcy Warren, con una aportación similar a las dos anteriores. Warren es un titán del sector energético de Dallas (Texas) con una fortuna de 7.100 millones de dólares.

Su empresa es responsable de la construcción del oleoducto Dakota Access, que fue paralizado por las protestas y reiniciado con la aprobación de Trump. La compañía también se benefició del apagón masivo de Texas en 2021 tras una tormenta invernal.

A partir de ahí, las aportaciones a la carrera de Trump descienden de los dos millones de dólares. Bernie Marcus, el cofundador de la red de tiendas de productos para el hogar The Home Depot de 95 años, ha donado 1,84 millones de dólares. Su fortuna asciende a 7.200 millones de dólares.

La misma cantidad ha transferido Woody Johnson, propietario del equipo de fútbol americano NY Jets, de su patrimonio de 8.700 millones de dólares. Por detrás, con 1 millón de dólares se sitúa Andy Beal, el fundador y presidente de Beal Finance, que posee una fortuna de 13.100 millones de dólares.

Los últimos a destacar son Joe Ricketts, fundador de TD Ameritrade, con una aportación de 824.600 dólares y Harold Hamm, director ejecutivo de la empresa energética Continental Resources, con una donación de 817.000 dólares de su cuenta corriente de 14.300 millones de dólares.

La lista se completa con cantidades por debajo del medio millón de dólares por parte de algunos como Stephen Schwarzman, el director ejecutivo del gigante Blackstone, o Edward Rosi, fundador de la inmobiliaria Majestic Realty, que le ha dado 100.000 de dólares.

Los donantes de Harris

Los amigos de Harris dentro de la élite económica tiene un perfil muy diferente. Van desde los clásicos donantes demócratas a los nuevos gurús de las empresas tecnológicas, pasando por ricos herederos de ideas progresistas.

El multimillonario que más respalda a la demócrata es precisamente el fundador de Bloomberg LP, empresa matriz de Bloomberg News responsable de esta lista. Michael Bloomberg ha aportado 19 millones de dólares al Comité de Acción Política Future Forward y 929.600 dólares al Biden Victory Fund.

El exalcalde de Nueva York fue también aspirante a candidato a las elecciones de 2020, que finalmente ganó Biden, en su empeño por derrotar a Trump. Posee un patrimonio neto de 105.000 millones de dólares.

En segundo lugar, se sitúa el exdirector ejecutivo de Google, Eric Schmidt, que ha aportado casi 3 millones de dólares a la carrera presidencial demócrata de su fortuna de 30,2 millones de dólares.

La tercera posición es para el inversor George Soros y habitual donante demócrata con una aportación de 15,9 millones de dólares de su patrimonio neto de 6.500 millones de dólares.

Por detrás, se sitúa el presidente del fondo de cobertura Renaissance Technologies, Henry Laufer, con 2,1 millones de dólares donados a Biden que pasaron a manos de Harris. Tiene un patrimonio neto de 7.800 millones de dólares. Le sigue Pat Stryker, accionista de la empresa de tecnología destinada a la medicina Stryker Corp, con 1,05 millones de dólares.

A partir de ahí, las cifras de recaudación individual están por debajo del millón de dólares. Dustin Moskovitz, cofundador de Meta, ha aportado 929.600 dólares al Victory Fund del todavía presidente de EEUU procedentes de su fortuna de 24.200 millones de dólares.

La viuda del creador de Apple, Laurene Powell Jobs, ha transferido 929.000 dólares al mismo fondo. Tiene una cuenta corriente de 11.100 millones de dólares. Una cifra similar ha aportado Gordon Getty, uno de los herederos del magnate del petróleo fallecido J. Paul Getty.

Por detrás, se sitúa Jon Gray, presidente del gran fondo de inversión Blackstone, con un aportación de 463.000 dólares. Le sigue Katharine Rayner, accionista de Cox Enterprises, con 300.000 dólares; James Cox Chambers, accionista del conglomerado de telecomunicaciones Cox Enterprises con 200.000 dólares, ambos con una fortuna de 5.500 millones de dólares.

Por último están Elizabeth Johnson, hija de Ned Johnson III, expresidente de Fidelity Investments, que ha depositado 156.000 dólares, y el cofundador de Netflix Redd Hasting con 100.000 dólares de su fortuna de 5.900 millones de dólares.