ExxonMobil ha alertado a los inversores sobre una amortización prevista de 2.500 millones de dólares, principalmente vinculada a sus operaciones en California. 

La revelación, divulgada en una presentación del 4 de enero, se alinea estrechamente con el reciente anuncio de Chevron Corp. de importantes amortizaciones atribuidas significativamente a las políticas energéticas de California.

El deterioro, que se incluirá en las ganancias del cuarto trimestre, se debe en gran medida al campo petrolero Santa Ynez de Exxon. Según informes públicos, después de una fuga en un oleoducto en 2015, la producción en el campo se detuvo temporalmente y luego se reanudó mediante envíos de crudo por camión. Sin embargo, se produjo una intervención regulatoria que restringió la capacidad de Exxon para transportar petróleo por carretera, citando riesgos potenciales tanto para los conductores como para el medio ambiente.

«Los continuos desafíos en el entorno regulatorio estatal han impedido el progreso en la restauración de las operaciones», destacó Exxon en la presentación, enfatizando los obstáculos actuales que obstaculizan la reanudación de la producción a pesar de los esfuerzos en curso.

Exxon aclaró que sus ganancias del cuarto trimestre reflejaron el período de tres meses anterior, excluyendo la amortización. Los precios más bajos del petróleo resultaron en una reducción de ganancias de 600 millones de dólares, parcialmente compensada por un repunte en el desempeño del mercado del gas natural. 

Además, una disminución de 1.600 millones de dólares en las ganancias de refinación encontró cierta mitigación mediante una ganancia de alrededor de 1.200 millones de dólares en derivados no liquidados.