Vía Investing
“La magnitud de las acciones de Rusia tendrá efecto durante las próximas décadas y marcará un punto de inflexión en el orden mundial de la geopolítica, las tendencias macroeconómicas y los mercados de capitales”.
Así de rotundo se muestra Larry Fink, CEO de BlackRock (NYSE:BLK), en su carta anual a los accionistas este jueves que recoge MarketWatch.
“Sigo creyendo a largo plazo en los beneficios de la globalización y el poder de los mercados de capitales globales. Pero la invasión rusa de Ucrania ha puesto fin a la globalización que hemos experimentado en las últimas 3 décadas”, advierte el CEO de la gestora de activos más grande del mundo.
Según Fink, la desconexión entre personas, países y empresas comenzó con 2 años de pandemia. “Ha dejado a muchas comunidades y personas sintiéndose aisladas. Creo que esto ha exacerbado la polarización y el comportamiento extremista que estamos viendo en la sociedad actual”, afirma Fink.
Para el directivo, esta “desconexión” traerá mayores costes y presiones sobre los márgenes. “Si bien los balances de las empresas y los consumidores son sólidos hoy, lo que les brinda más protección para capear estas dificultades, una reorientación a gran escala de las cadenas de suministro será intrínsecamente inflacionaria”, alerta Fink.
El directivo también ha reflexionado sobre la posibilidad de que la guerra en Ucrania acelere las monedas digitales a medida que los países reconsideran la dependencia de las tradicionales. “Un sistema de pago digital global, cuidadosamente diseñado, puede mejorar la liquidación de transacciones internacionales al tiempo que reduce el riesgo de lavado de dinero y corrupción”, afirma.
Por último, realiza una observación sobre el sector energético: “Los precios más altos de la energía también reducirán significativamente la prima verde para las tecnologías limpias y permitirán las energías renovables”, concluye.