Morfema Press

Es lo que es

Gloria Cuenca

Me perdonan mis amables seguidores y mis contradictorios lectores, no pude evitar el coloquialismo que implica “buscar 5 patas al gato”, al observar, con cierta sorpresa, la conducta de opinadores, analistas, especialistas de la ciencia política, seudo dirigentes y hasta algunos dirigentes, entre otros, ante los arrolladores éxitos, la audacia, la valentía, el orgullo de nuestra líder MCM.

Se preguntan, entre sorprendidos y perplejos: ¿cómo es posible? ¿cómo lo logró? Inaudito, ¡llegó en curiara a San Fernando de Apure; ¡remontó el río en la unión con el Orinoco y llegó a Puerto Ayacucho! Parecía imposible, y ella lo hizo. ¿Será valiente? Los motorizados explicaron, la forma como obtuvieron la gasolina para esperarla y acompañarla. Alguien, quien se cree más vivo que todos, la sigue. Tal vez, buscando que se le pegue algo de esa popularidad inmensa y el carisma que despliega en cada sitio donde va: resulta  el más chistoso, de acuerdo a las explicaciones que se divulgan por las redes. ¿Quién lo diría?

Los machos, los más machos de Venezuela, los llaneros, se dejaron de pistoladas y se fueron tras MCM. Mientras, las mujeres haciendo empanadas, se colocaron en la cresta de la ola, al atreverse a alimentar a la líder de la oposición, sin miedo, sin rabia y bajo una mata de mamón. Los pobladores de la zona indígena, se le acercaron y se pusieron de su lado. “Bueno”, diría mi padre, sabio y conocedor de Venezuela: “Esa es la verdadera nación venezolana, la que vence el miedo y se atreve a todo cuando las circunstancias lo ameritan“, especialmente, agrego yo, al convencerse de que, han sido burlados, engañados, sometidos por un conjunto de mentirosos de la peor calaña”. Se veía venir.

Muchos nos dimos cuenta; mientras otros creyeron, que la cuerda daba para mucho más. Ahora, se dan cuenta de que no hay pabilo, cabuya, mecate, que resista la molestia, el desagrado, la incomodidad y la incomprensión de un pueblo que sabe, ha sido engañado. Pisoteado, en su dignidad, estafado, con intención maléfica. Burlado en su ingenuidad.

No hay que buscar la 5ta. pata del gato. Está claro. ¿Qué pasó? Todo se descubrió y se supo la verdad: robo, mala intención, corrupción, malandraje, mentiras. Jamás una verdad, siempre toda clase de manipulaciones y propaganda basura, para engañar a los que, de buena fe, un día les creyeron. Descubierto el “juego sucio”, rápidamente se dieron cuenta de que existían unos personajes, “alacranes” los llamaron, y con la misma velocidad que todo había sido puesto en evidencia, se les vio desnudos, sin que nada, ni nadie pudiera tapar sus desvergüenzas.

¡Parecía que no se notaba lo que estaba ocurriendo! Sin embargo, no era así. Velozmente, la gente, el pueblo, desesperado y hambriento volvió los ojos a la dirigencia. Con rapidez, ahora sí, se dieron cuenta de los “fantoches” que simulaban todo: a la hora de las chiquitas, se vendían por unas monedas, dólares, los llaman. (El plato de lentejas, no funciona). Se dieron cuenta de las marramucias de quienes pretendían quedarse en el poder, con disimulo, a costa del dinero robado al pueblo. La consigna de la líder, “Hasta el final,” les dio  la idea, de cómo iban a ser las cosas. Recordaron la trayectoria limpia de MCM, en los años duros: su confrontación directa, al exclamar, “expropiar es robar”.

Su acción como diputada descubriendo, la “entrega disimulada del Esequivo”. Las agresiones a su persona, en la propia Asamblea Nacional, rompiéndole la cara y la nariz. El impedimento, de salir de Venezuela, para ver a sus hijos. Su coraje infinito, su serenidad segura, su acción nacionalista, su entrega por la Libertad, frente al doblegarse de muchos, para estar siempre lista, en primera fila, dispuesta a ceder todo por la Patria amada.

Hay quien nunca creyó que dejaría de ser LA candidata presidencial. En acto histórico, del cuál en algún momento, se declarará la trascendencia para la democracia venezolana, renunció en dos oportunidades, a la candidatura, al convencerse de la obtusa y maléfica actuación de los gobernantes. ¡Ah, qué momentos! ¡Que maravilla poder haber sido espectadora en primera fila de la grandeza de una mujer, que entrega todo por la Patria! Soy venezolana 100% y con amor, les aseguro, que pocas veces, a estas alturas de mi vida, con 83 años a cuestas, me ha producido una felicidad más completa que la que viví el 19 de abril, (¿casualidad o causalidad?) de este año, cuando se concretó la unidad.

Después han ocurrido numerosos eventos que la historia contemporánea de Venezuela deberá relatar y regocijarse de haber tenido la oportunidad de regresar a la Libertad y la democracia de la mano de MCM y de Edmundo González Urrutia.  Líderes y dirigentes, serios, se han incorporado a esta batalla fiera por recuperar a nuestro amado país, pero estaremos siempre en deuda, con MCM y Edmundo, por este vuelco de esperanza, optimismo y certeza de la cercanía y la posibilidad de lograr en paz, el cambio necesario. Insisto, no buscar la 5ta. pata del gato: MCM se ha ganado el respeto, la admiración y el afecto de los venezolanos con su conducta intachable y su  liderazgo certero.

¡Estamos con la Democracia y la Libertad Hasta el Final! 

Gloria Cuenca, profesora Emérita de la Universidad Central de Venezuela.

Para quienes no lo conocen, el título es un refrán español; asimilado y muy usado en el oriente de Venezuela y, aprendido por mí, desde la Isla de Margarita. No se usa decirlo entre interrogantes: “Ahora sí, torció la puerca el rabo”. Es la expresión correcta. Así dicen, orientales y margariteños, cuando pasan cosas insólitas, para las qué no hay explicaciones coherentes, adultas y por supuesto, nada inteligentes. Entonces se escucha esa expresión. Lo escribo, entre interrogantes, por cuanto, aspiro y espero que no haya necesidad de afirmarlo.

Por supuesto, me refiero al terror, miedo, espanto que sacude a los jefes del oficialismo frente a la combativa María Corina Machado. Han llegado al extremo de plantear que las “primarias” no se realizarán, que “solo” ellos las pueden organizar, (¿¡). ¿Pero, por qué dicen que no se pueden realizar, después de que está todo listo y haberse negado a ayudar? ¿Ahora, sí? Cada vez hacen más disparates y cometen más errores. Lo dicho la desesperación es mala consejera. El miedo los atenaza, sin duda, pero, tal como he dicho en diversas oportunidades, todo tiene su final. Los que no entienden eso, se quedaron al margen de la vida, de la realidad: “los sueños, sueños son;” máxime cuando el sueño, resultó una pesadilla. Creo qué no pueden hacer nada. Vociferar, amenazar y tal vez, comenzar a juntar sus corotos para hacerse a la idea: ya no tienen nada que buscar en esta “Tierra de Gracia”, que ellos desgraciaron.

Tendrían que tener un mínimo de sensatez, cierta visión política y estar dispuestos a superar el abismo en el que se sumergieron. Les costará mucho a los venezolanos volver a aceptar a gente de izquierda en el poder. Mucho tendrán que hacer adecos y masistas, sino quieren desaparecer del mapa político nacional. La experiencia resultó demoledora, el desprestigio, la vergüenza, la corrupción, la ilegalidad y la falta de legitimidad absolutas, no tienen punto de comparación en la historia de Venezuela: ni las más terribles dictaduras del siglo XX: Castro, Gómez y Pérez Jiménez se les pueden comparar. Lo ocurrido es insoportable y destruye toda la mitología de la izquierda, sin duda. Los amables seguidores y los contradictorios lectores, los jóvenes no saben qué en este país, nadie quería ser de la derecha. Era como una ofensa. ¿Quién nos iba a decir qué esto se transformaría por efecto del socialismo del siglo XXI? Ahora, lo que la gente trata es de quitarse el mote de izquierdista. De allí, a ser de “derechas”, le gusta decir a los españoles, hay poco. Esa clasificación es “obsoleta y periclitada” como diría Don Rómulo Betancourt. No tengo espacio, menos tiempo y tampoco ganas, de empezar a explicar porqué una denominación del siglo XVIII no sirve para nuestra actualidad. Basta con señalar lo anacrónica de la misma para saber que no sirve a la situación.

Nuestra candidata se ha declarado “liberal”, auto definición ajustada a lo que vivimos, sufrimos, aprendimos y algunos, hasta descubrieron. En primer lugar, queremos, volver a la democracia liberal. Implica de inmediato, la alternabilidad en el poder. A la democracia representativa, qué si no es “perfecta, si es perfectible” (Luis Herrera C. dixit) En efecto, somos liberales desde el punto de vista de las libertades. Las necesitamos más que nunca: la económica, la individual, la de expresión y comunicación, la de cultos, la de contar con seguridad: alimentaria, social, de ciudadanos libres en la Venezuela del siglo XXI. Nuestras aspiraciones están claras. Sin embargo, el punto a debatir, definitivamente, es quien de los pre candidatos está en condiciones de cumplir con los anhelos liberal democratizadores de la gran mayoría del país.

Por lo que se lee en encuestas serias, la mayoría decidió: sería María Corina Machado la elegida para este primer lapso de nueva democracia liberal-representativa. Ha despertado confianza por su coherencia vital, por la forma como se ha comportado frente a toda clase de atropellos, que van desde lo físico, a lo psicológico y a un machismo, vergonzoso a estas alturas del siglo XXI.

Observamos que existen 12 pre candidatos más. Todos recorriendo el país y sumando esfuerzos para que la unidad salga fortalecida y la esencia del venezolano vuelva a ser lo que era y así rescatar la imagen del ciudadano venezolano del desastre. Este aspecto resulta fundamental. Hay quienes pretendieron hacer creer que, los venezolanos seríamos malandros de origen. Por supuesto una verdadera falsía. Al exportar el “Tren de Aragua”, al solidarizarse con los corruptos y el narco tráfico, el régimen dio a entender al mundo que eso éramos. Como si Venezuela se distinguiera por eso. Nuestros compatriotas han luchado desde el exterior para evitar que se nos maltrate y se nos etiquete injustamente.

La batalla, ha sido fuerte para comprender de dónde surgieron las monstruosidades. Han puesto en evidencia a quienes desgobiernan al país. Ahora, como si fuera poco lo que han hecho con la República, envían delincuentes a muchas partes del mundo, en especial a los Estados Unidos, con la finalidad de sembrar el caos, la anarquía y la destrucción. ¡Qué vergüenza! Avancemos seguros en nuestra decisión por recuperar la democracia.

Votemos en las primarias.

¡Líbrenos Dios de esa maldad!

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