Se trata de la venta de la Corporación Pública de Gas de Grecia, en el segmento de la distribución e importación de energía. El Gobierno entabló conversaciones con el grupo Latsis para la concreción de la privatización lo más pronto posible.

Tras haber convalidado su política económica en las urnas, el Gobierno de Kyriakos Mitsotakis avanza con la privatización del suministro de gas natural y electricidad de Grecia, a partir de la Corporación Pública de Gas de Grecia (DEPA por sus siglas en griego) en el segmento comercial minorista.

El Estado griego es actualmente dueño de hasta el 65% de las acciones de DEPA a través del Fondo de desarrollo de activos de la República Helénica, y el monto restante se corresponde con la participación de la compañía Hellenic Petroleum (una empresa mayoritariamente privada).

En el año 2019, y por iniciativa del oficialismo, la corporación se dividió en tres segmentos para facilitar su reestructuración y posterior privatización: DEPA infraestructuras, los proyectos internacionales de la empresa, y finalmente DEPA comercial, vinculado a la importación y distribución de energía.

El segmento del desarrollo de infraestructuras ya fue privatizado exitosamente en diciembre de 2021, a partir de una oferta pública realizada por la firma Italgas. Para la privatización del segmento comercial minorista de la corporación, se buscará avanzar en un acuerdo con el grupo Latsis que mostró interés por participar en la operación.

La venta de esta gigantesca empresa estatal fue una de las demandas explicitadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea para la aprobación de un paquete de rescate fiscal entre 2020 y 2021.

El proceso de privatizaciones, en conjunto con el saneamiento de las finanzas públicas del Estado, permitieron una reducción sustancial sobre el stock de deuda pública en relación al PBI.

La deuda consolidada del Gobierno se redujo del 210% del PBI al 168% entre 2021 y 2023, retrocediendo así al nivel más bajo registrado desde el primer trimestre de 2013. Por otra parte, el Gobierno de Mitsotakis logró eliminar completamente el déficit fiscal primario.

Todo esto se produjo en un contexto de importantes rebajas impositivas, y un ajuste sobre las erogaciones consistente con la responsabilidad fiscal. La tasa sobre el impuesto de sociedades se redujo del 29% al 22% durante la gestión de la derecha griega, la alícuota marginal máxima sobre las Ganancias individuales cayó del 45% al 44% y los aportes patronales para las empresas se redujeron del 25% al 22,3% en el mismo periodo.