Salieron a las calles para pedir la renuncia de la gobernante por un video de una reunión entre su cuñado y narcotraficantes, además exigen que se restituya el tratado de extradición con Estados Unidos.

Más de un millar de hondureños se congregaron este viernes (06.09.2024) en una movilización con antorchas para exigir la renuncia de la presidenta del país, Xiomara Castro, tras la divulgación de un video relacionado con el narcotráfico que involucra a su Gobierno, y la restitución del tratado de extradición con EE.UU.

Durante la marcha pacífica, encabezada por políticos de oposición y el Ejército Ciudadano de Paz, que salió de un bulevar al este de la capital hondureña, los manifestantes exigieron la «renuncia ya» de Castro y de su familiares.

Enfundados con camisetas blancas, azules y de la selección, los asistentes corearon consignas como «Fuera el familión», «Aquí no es Venezuela», «Libre nunca más» y «Si a la extradición», y portaban una pancarta grande con la imagen de Castro y el mensaje «Renuncia ya».

Fernando Anduray, líder del Partido Nacional, primera fuerza de oposición, afirmó a periodistas que 9 de cada 10 hondureños «están dispuestos a sacar al Partido Libre del poder».

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro. EFE

«Si Xiomara (Castro) renuncia, tendría que renunciar también la junta de comandantes de las Fuerzas Armadas, y si renuncia es porque acepta que está involucrada en narcotráfico», subrayó Anduray.

El martes, la organización estadounidense InSight Crimen divulgó un video que muestra a narcotraficantes hondureños negociando sobornos con Carlos Zelaya, cuñado de Castro y hermano del expresidente Manuel Zelaya, derrocado en junio de 2009.

En ese video, Devis Leonel Rivera Maradiaga, un exlíder del cartel Los Cachiros, propone un soborno al Partido Libertad y Refundación (Libre), a lo que Carlos Zelaya responde que «la mitad es para el comandante», refiriéndose al expresidente Zelaya.

Carlos Zelaya admitió el 31 de agosto haberse reunido con narcotraficantes que le ofrecieron dinero para la campaña del Partido Libre, y ese mismo día anunció su renuncia como diputado y secretario del Parlamento hondureño. 

Restituir extradición con EE.UU.

La presidenta hondureña condenó este viernes el «error deplorable» de su cuñado Carlos Zelaya por reunirse en 2013 con narcotraficantes para negociar sobornos para la campaña del Partido Libre y reiteró que se está gestando un golpe de Estado en su contra.

«Entendemos que un miembro de nuestro partido cometió un error deplorable, sin informar al coordinador, a la candidata y al partido, lo realizó a espalda nuestras, nosotros deploramos cualquier acción o cualquier negociación entre políticos y narcotraficantes, eso no lo aceptamos y no lo permitiremos», subrayó Castro en un acto público.

Entre los participantes en la manifestación se encontraba el general retirado que encabezó el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, Romeo Vásquez, quien instó a los hondureños a unirse para evitar que el país «siga cayendo en el fango».

Enfatizó que la antorcha que portaba simboliza «la luz contra la oscuridad en la que nos tiene este Gobierno, la verdad contra la mentira, la ruta hacia la libertad y la justicia, y la lucha contra la narcoactividad porque este Gobierno es un narcogobierno».

Los manifestante también exigieron la restitución del tratado de extradición con Estados Unidos, un acuerdo que ha permitido a Honduras extraditar a unos 50 hondureños, principalmente por narcotráfico.

«La familia Zelaya ha hecho peor de lo que antes criticaban, porque eliminaron la extradición y le dejaron la ruta libre a los narcotraficantes», dijo el presidente de la organización «Una sola voz por Honduras”, Rashid Mejía.

El Gobierno hondureño notificó el 28 de agosto a la Embajada de EE.UU. la decisión de «dar por terminado” el tratado de extradición entre los dos países después de que la embajadora estadounidense, Laura Dogu, expresara la preocupación de su país por la reunión de autoridades de Defensa de Honduras con el sancionado ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López.

La movilización finalizó cerca de la Casa Presidencial, la que estuvo resguardada por elementos de la Policía Nacional.

DW