Por Julianne Geiger en OilPrice

Las exportaciones de crudo de Irán se han desacelerado drásticamente en octubre, mientras el país se prepara para posibles represalias tras el ataque con misiles del 1 de octubre contra Israel. En un contexto de debate sobre los ataques israelíes a las instalaciones petroleras iraníes, las exportaciones de Irán cayeron a alrededor de 600.000 barriles por día en los primeros 10 días del mes, aproximadamente un tercio de los volúmenes de los últimos meses.

Por lo general, se cargan entre 5 y 8 petroleros durante este período, pero este mes solo se cargaron entre 3 y 4 buques, según Armen Azizian, analista de riesgos petroleros de Vortexa. Irán ha trasladado varios petroleros vacíos de la isla Kharg como medida de precaución, según han demostrado las imágenes satelitales y la empresa de seguimiento de petroleros TankerTrackers , lo que ha paralizado aún más las exportaciones.

«Los primeros 10 días han sido muy lentos en comparación con lo que solemos ver», dijo Azizian, citado por Argus. «Normalmente, durante este período, vemos una media de 5-8 petroleros cargados, una mezcla de superpetroleros y Suezmax. Pero hasta ahora, sólo hemos visto 3 o 4 cargas».

A pesar de los altos niveles de exportación de los últimos meses, con un pico de 1,83 millones de barriles por día en septiembre, se espera que las cifras de octubre sean muy inferiores. Incluso si se reanudan las cargas normales, es poco probable que Irán supere los 1,35 millones de barriles por día para fines de mes.

Esta disminución pone de relieve la vulnerabilidad de las exportaciones de petróleo durante las tensiones geopolíticas.

La mayoría de los analistas coinciden en que los productores de la OPEP con capacidad disponible (a saber, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita) podrían compensar cualquier déficit dejado en los mercados petroleros por la interrupción de las exportaciones de Irán.

Mientras tanto, Irán ha hecho ofertas a China —una de las únicas salidas de petróleo crudo de Irán después de las sanciones— para vender su crudo con un descuento aún menor al del Brent, rebajando su precio hasta en 1 dólar más por barril.