El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insinuó este sábado 16 de diciembre que se están adelantando nuevas negociaciones para recuperar a los secuestrados por el grupo islamista Hamás, un día después de que las fuerzas israelíes mataran “por error” a tres de esos rehenes.

La declaración del primer ministro tuvo lugar después de que el jefe de inteligencia del Mossad, David Barnea, se reuniera con el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani.

Netanyahu dijo, además, que Israel tomará el «control de seguridad» de la Franja de Gaza cuando termine la guerra y Hamás sea eliminado al rechazar que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) vaya a asumir esa tarea, como ha instado Estados Unidos, su principal aliado.

«Entre amigos hay que decir la verdad y no fomentar ilusiones, más aún en una cuestión existencial y fatídica como esta. Así que repito a nuestros amigos: después de la eliminación de Hamás, la Franja de Gaza será desmilitarizada, estará bajo el control de seguridad de Israel y no habrá en ella ningún factor que nos amenace, ni que eduque a sus hijos para destruirnos», aseveró al reiterar que llevarán la guerra hasta el final.

Netanyahu: «Nada nos detendrá hasta que logremos la victoria»

«A pesar del enorme dolor, a pesar del dolor que nos desgarra el corazón, a pesar de las presiones internacionales, seguimos hasta el final. Nada nos detendrá hasta que logremos la victoria», señaló.

Es que la guerra y la destrucción no disminuyen en intensidad en Gaza. En el día 70 del escalamiento de este conflicto -que ya suma 18.800 muertos en Gaza, según el ministerio de Salud, y que dejó 1.200 muertos en Israel, de acuerdo con el gobierno israelí-, nubes de humo se alzaron en el norte del territorio, así como en Khan Younès, la ciudad más grande del sur, donde el ministerio de Salud informó sobre «decenas de muertos y heridos» en bombardeos.

«Estábamos durmiendo en nuestra casa y de repente hubo un ataque, como una bomba de barril», relató a la agencia de noticias AFP, Bakr Abu Hajjaj, un superviviente. «Hay heridos, todo está destruido», añadió.

Los civiles se ven acorralados en áreas cada vez más reducidas, tratando de escapar de los ataques y enfrentándose a condiciones humanitarias desesperadas.

El extremo sur, Rafah, ciudad fronteriza con Egipto, se ha convertido en un enorme campamento, con cientos de tiendas improvisadas hechas con trozos de madera, sábanas y lonas de plástico, donde los desplazados buscan refugio como pueden bajo la lluvia, mientras el invierno y el frío se instalan.

Mientras el sur es atacado, los soldados israelíes continúan sus incursiones en el norte. Apoyados con tanques lanzaron el jueves, por tercer día consecutivo, un asalto al hospital Kamal Adwane en Beit Lahiya, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), mientras otro hospital en la misma región, Al-Awda, en Jabalia, permanece cercado por el ejército.

La ONU sigue advirtiendo que la ayuda humanitaria, cuya entrada al territorio depende de la autorización de Israel, es insuficiente y que la superpoblación en los campos está provocando enfermedades, además de la hambruna y la falta de atención médica.

En total, según informó el ejército, 117 soldados han perdido la vida en Gaza desde el inicio de la ofensiva terrestre el 27 de octubre, que ha permitido a Israel tomar el control de varios sectores en el norte, extendiéndose luego hacia el sur, donde cientos de miles de civiles se han concentrado, desplazados por la guerra.

El día del ataque de Hamás en Israel, alrededor de 240 israelíes fueron secuestrados, de los cuales 132, según el ejército, siguen en manos del grupo islamista, después de la liberación de 105 rehenes durante un alto el fuego de siete días que finalizó el 1 de diciembre.

El viernes, el ejército anunció la recuperación de los cuerpos de tres rehenes en la Franja de Gaza, entre ellos dos soldados de 19 años, Nik Beizer y Ron Sherman, y el de un rehén franco-israelí, Elya Toledano. Israel admitió que sus soldados los habían matado «por error» y ha anunciado la apertura de una investigación.

«Tomará tiempo, pero venceremos y destruiremos a Hamás»

Los Estados Unidos, principal aliado de Israel, comienzan a mostrar signos de impaciencia ante las graves pérdidas civiles en Gaza. El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró el martes que Israel corre el riesgo de perder el respaldo de sus aliados debido a sus ataques «indiscriminados». Desde la Casa Blanca, se busca que la ofensiva israelí transite hacia «operaciones de menor intensidad» en un «futuro cercano».

Por otro lado, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, señaló en Tel Aviv que no sería «justo» que Israel ocupe Gaza a largo plazo. Lo dijo antes de dirigirse a Ramala, en Cisjordania ocupada, para conversar con líderes de la Autoridad Nacional Palestina.

Sullivan resaltó que el gobierno israelí ha manifestado «su falta de intención de ocupar Gaza a largo plazo» y que el control, administración y seguridad de la región deberían recaer en los palestinos. Vale la pena recordar que Israel se retiró de la Franja de Gaza en 2005, donde Hamás ganó las elecciones en 2007.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, advirtió el jueves que la guerra persistirá. Reafirmó lo dicho en anteriores oportunidades desde que comenzó este escalamiento: que el Hamás «ha establecido infraestructuras subterráneas y aéreas que no son fáciles de destruir. Tomará tiempo, más que unos meses, pero venceremos y destruiremos» a Hamás.

France 24