Por Daniel Ten Kate en Bloomberg

Es difícil exagerar la conmoción en Japón por el asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe. De las muchas preguntas, una es cómo cambiará esto la vida de los ciudadanos comunes.

A diferencia de los EE. UU., donde los tiroteos masivos son comunes, Japón ya tiene algunas de las leyes de armas más estrictas del mundo. Si bien los civiles pueden obtener armas luego de extensas verificaciones de antecedentes y requisitos de licencia, los informes dicen que el tirador, un exmilitar cuyos motivos aún no están claros, usó una escopeta casera.

Es probable que Japón vea más seguridad en eventos políticos como el que Abe estaba hablando cuando le dispararon, un cambio en una nación conocida como una de las más seguras del mundo. Aún así, la rareza de incidentes como el de hoy muestra hasta qué punto las leyes de Japón están funcionando en gran medida.

Es casi seguro que el asesinato ayudará al Partido Liberal Democrático de Abe a arrasar en la cámara alta en la votación del domingo. Los funcionarios del partido gobernante prometieron seguir adelante con las elecciones con mayor seguridad y calificaron el tiroteo como un ataque a la democracia.

Es probable que eso consolide la posición del primer ministro Fumio Kishida, quien asumió el poder en octubre pasado y ha respaldado las políticas de «Abenomics», incluida la relajación monetaria por parte del banco central.

Incluso después de dejar el cargo, Abe siguió siendo partidario de aumentar el gasto en defensa y cambiar la constitución pacifista de Japón a la luz de las nuevas amenazas de China, Corea del Norte y Rusia. También advirtió sobre los peligros de una invasión china de Taiwán, un tema que ha ganado terreno entre el público.

No está claro si Kishida hará mucho en ese frente, incluso cuando ha adoptado una postura más audaz contra China en los últimos meses.

Sin embargo, a medida que aumentan las tensiones geopolíticas en Asia, las opiniones de Abe sobre el ejército tendrán un impacto duradero en el discurso político de Japón en los años venideros.