Por morfema.press

Muchos tanques rusos involucrados en la invasión a Ucrania tienen jaulas extrañas soldadas sobre los techos de sus torretas. Algo extraño y aparentemente inútil.

Las jaulas toscamente soldadas a la parte superior de las torretas de los tanques rusos son una prueba más de la falta de preparación del país para la guerra, dijeron analistas.

Las modificaciones aparentemente ineficaces se han visto en armaduras rusas destruidas en los campos de batalla de Ucrania. Si bien pretenden ser una capa adicional de defensa contra los ataques con cohetes, agregan peso a los tanques, los hacen más fáciles de detectar y dan a las tripulaciones una falsa sensación de seguridad, según los expertos militares, reseña The Times

Una jaula improvisada no pudo evitar la destrucción de este tanque ruso T-72

Las jaulas toscamente soldadas a la parte superior de las torretas de los tanques rusos son una prueba más de la falta de preparación del país para la guerra, dijeron analistas.

Las modificaciones aparentemente ineficaces se han visto en armaduras rusas destruidas en los campos de batalla de Ucrania. Si bien pretenden ser una capa adicional de defensa contra los ataques con cohetes, agregan peso a los tanques, los hacen más fáciles de detectar y dan a las tripulaciones una falsa sensación de seguridad, según los expertos militares.

Un T-72B3 equipado con armadura de jaula en la parte superior de la torreta y sacos de arena adjuntos a las faldas.

Las jaulas son un ejemplo de armaduras «convenientes en el campo»: elementos como sacos de arena y grandes vigas de madera adheridas al exterior de los vehículos por sus operadores durante el conflicto. Si se construyen correctamente, las jaulas pueden resultar eficaces contra el fuego enemigo, como las granadas propulsadas por cohetes, pero no contra los misiles antitanque Nlaw y Javelin .

Stijn Mitzer, un analista independiente con sede en Ámsterdam, consultado por The Economist, analizó cientos de fotografías verificadas de vehículos rusos destruidos. Piensa que, lejos de actuar como protección, las jaulas no han hecho nada más que agregar peso, hacer que los tanques sean más fáciles de detectar y quizás dar una falsa y peligrosa sensación de seguridad a la tripulación que se encuentra dentro. 

Por lo tanto, algunos analistas occidentales los han apodado burlonamente como «armaduras de apoyo emocional» o «jaulas de afrontamiento».