El venezolano Jeison Rodríguez, hombre con los píes más grandes del mundo, estrenó zapatos gracias a los alemanes Georg y Adrian Wessels, quienes le elaboraron tres pares talla 70. La alegría Rodríguez quedó reflejada en un emotivo video que publicó la Embajada de Alemania este lunes, 29 de abril..

Wessels, quien ha dedicado 45 años de su vida a fabricar zapatos para los gigantes del mundo, conoció a Rodríguez en 2012. Desde entonces, ha estado fabricando zapatos personalizados para él, ayudándolo a superar las dificultades asociadas con su condición. El 23 de abril, Wessels viajó desde Alemania a Santa Cruz de Aragua, Venezuela, para entregar personalmente tres pares de zapatos a Rodríguez.

El joven de 28 años ha luchado toda su vida con el desafío de encontrar zapatos de su talla debido a su acrogigantismo, un trastorno endocrino que resultó en su extraordinaria altura de 2 metros con 38 centímetros y el crecimiento de sus pies. Antes de conocer a Wessels, debía utilizar zapatos artesanales que lastimaban sus pies o arreglárselas con caucho y tela para caminar por las calles.

En 2014, estableció el récord Guinness por tener los pies más grandes en una persona viva, un logro que no hubiera sido posible sin la ayuda de Wessels.

El zapatero alemán recientemente viajó a Venezuela para entregar a Jeison su nuevo par de zapatos. La relación del zapatero y el gigante se extiende hasta el 2012, cuando Wessels tomó las huellas de los pies de Rodríguez y, por su experiencia, supo que eran el par de pies más grandes que había visto. Entonces contactó con Récord Guinnes lo que permitió el reconocimiento del joven venezolano.

Wessels, a lo largo de su carrera, ha fabricado zapatos para aproximadamente 50 personas en varias partes del mundo. A pesar de los desafíos logísticos y financieros, se mantiene comprometido con su labor, impulsado por el deseo de ayudar a aquellos que, como Rodríguez, enfrentan dificultades debido a su tamaño. Aunque lamenta que muchos de los gigantes a los que ha ayudado han fallecido jóvenes, Wessels continúa su labor, brindando alivio y alegría a través de su oficio de zapatero.