Por Daniel Lozano en El Mundo

Las cuatro hermanas que vendieron unas empanadas a la opositora María Corina Machado sufren la ira del chavismo, que les ha cerrado el restaurante

El chavismo no pega una en la actual campaña presidencial. La persecución contra María Corina Machado, quienes la acompañan y quienes la siguen ha sufrido un nuevo traspiés al conocerse el acto de valentía de las Hernández, las cuatro hermanas sancionadas por vender unas empanadas a la líder opositora y hacerse una foto con ella.

Elis, Mileidis, Pastora y Corina son las hermanas Hernández, dueñas de la modesta casa de comidas Pancho Grill en Corozopando, vía San Fernando de Apure, el lugar elegido el miércoles por Machado para desayunar en el inicio de la multitudinaria gira por los estados de Apure y Amazonas. El gobierno descargó su ira contra el negocio familiar pocos minutos después de conocer a través de las redes sociales la parada de la triunfadora en las elecciones primarias de la oposición.

«Sin miedo, ellas grabaron todo el procedimiento del Seniat (agencia tributaria, respaldada por guardias nacionales) y lo publicaron por las redes. ¡En minutos el vídeo se hizo viral!», explicó María Corina, quien decidió regresar al lugar del «crimen» al acabar su recorrido de esta semana. El oficialismo castigó durante 15 días a las hermanas Hernández con el cierre del sustento familiar.

«El resultado de esta cruel acción del régimen fue una belleza: Las Hernández han recibido órdenes para pre-encargarles empanadas de distintas partes de Venezuela y del exterior. Incluso una persona les encargó empanadas para los niños de la comunidad», desveló Machado. Con su establecimiento cerrado, las mujeres han vendido tantas empanadas por adelantado, para cuando se cumpla el castigo, habrán vendido más que en sus mejores tiempos.

Comandadas por su madre Ermelinda y con el respaldo de otras mujeres del pueblo, las hermanas se organizaron desde primera hora de la mañana. «¡Aquí hay Corinas para rato!», bromeó una de las hermanas mientras la líder opositora declaraba Pancho Grill «un icono de la lucha por la libertad en este país, estamos unidos en este movimiento indetenible». Debajo del cartel donde el Seniat anuncia la clausura del pequeño restaurante, las Hernández pegaron una nota escrita a mano con el eslogan «Hasta el final», con el que la oposición ha desafiado al régimen de Nicolás Maduro.

«¿Bajar la cabeza? Nunca, jamás», constató una de las hermanas durante la conversación con la dirigente opositora. «Y desde Estados Unidos que nos han dicho que les mandemos empanadas para allá, no sé cómo vamos a hacerlo», bromeó otra de las Hernández.

«Aquí el miedo se acabó, caramba», finalizó Machado, aclamada por la familia Hernández y sus amigos.

Desde el inicio de la campaña electoral, incluso durante las primarias del año pasado, el chavismo ha perseguido con saña al partido Vente Venezuela, que encabeza María Corina. Siete de sus dirigentes están hoy encarcelados en el siniestro Helicoide y seis estrechos colaboradores de Machado han encontrado refugio en la Embajada de Argentina en Caracas. Hoteles y restaurantes son cerrados al paso de la caravana opositora. La persecución llega incluso contra quienes aportan sonido y logística en los mítines.