La forma tradicional de extraer litio a partir de agua salobre subterránea ha sido un proceso largo y que consume mucho espacio, requiriendo grandes estanques de evaporación y tiempos que varían entre meses y años. Sin embargo, un equipo liderado por el Profesor Z. Jason Ren en la Universidad de Princeton ha desarrollado un método revolucionario que promete acelerar y hacer más ecológica esta tarea.

Menos espacio, más eficiencia

Las técnicas tradicionales para obtener litio implican usar vastas extensiones de tierra para estanques de evaporación, y estas operaciones deben llevarse a cabo en zonas específicas con climas áridos y ricos depósitos de salmuera de litio. Pero este innovador proceso de extracción, que utiliza cadenas fabricadas con fibras de celulosa torcida, promete reducir la necesidad de tierra en un 90% y es viable en una amplia gama de ubicaciones, incluso donde hay modestas cantidades de salmuera de litio.

¿Cómo funciona?

Las cadenas, hechas de fibras porosas, cuentan con un núcleo hidrofílico (que atrae agua) rodeado de una superficie hidrofóbica (que repele agua). Estas se colocan sobre los reservorios llenos de salmuera, y por acción capilar, el líquido se desplaza hacia arriba en las fibras, facilitando la evaporación de su contenido acuoso en contacto con el aire. El resultado: las cadenas quedan cubiertas de cristales de cloruro de litio y cloruro de sodio, que se pueden recolectar manualmente. Además, gracias a la solubilidad diferencial, los cristales de litio se forman en la parte superior y los de sodio en la inferior, evitando la mezcla.

De la teoría a la práctica

El equipo ha llevado su teoría a la práctica con un sistema de 100 cadenas, buscando optimizar aún más su eficiencia. Además, han creado una empresa derivada, PureLi Inc, con el objetivo de llevar esta tecnología al mercado.

El coautor del estudio, el Dr. Sunxiang (Sean) Zheng, describió el proceso de manera sencilla: «Nuestro proceso es como colgar un estanque de evaporación en una cadena, lo que nos permite obtener cosechas de litio con una huella espacial significativamente reducida y con un control más preciso del proceso«. Este avance podría ser el inicio de una nueva era en la extracción ecológica del litio.

Vía princeton.edu