Vía Panampost
Ni Los Angeles Times ni The Washington Post respaldarán a la candidata demócrata como solían hacerlo. Esta vez, con unas elecciones que se proyectan muy reñidas, prefieren apelar al criterio propio de los electores. No faltan los ataques de votantes de Harris que lo toman como una traición
Ni Los Angeles Times ni The Washington Post publicarán su respaldo partidista en relación con las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre en Estados Unidos. Eso significa que Kamala Harris, actual vicepresidente y candidata demócrata, no contará con el apoyo de dos grandes medios ni con las millones de lecturas que hubieran tenido sus comunicados, ya que ambos venían decantándose por el bando demócrata en los últimos años.
Estas empresas apelan a la “propia decisión” de los electores, tal como explicó William Lewis, editor de The Washington Post. A pesar de que votantes de Harris lo interpretan como una especie de traición y de que empleados hayan renunciado, en realidad solo se trata de “volver a sus raíces” cuando el medio no respaldaba a ningún candidato. Es decir, no fue sino hasta 1976 cuando se decantó públicamente por Jimmy Carter “por razones comprensibles en ese momento”.
En el caso de Los Angeles Times, su propietario, el multimillonario Patrick Soon-Shiong, pidió al consejo editorial un análisis de las políticas de cada candidato para brindarles a los lectores “información clara y no partidista”. En otras palabras, retoman los principios periodísticos donde el medio de comunicación expone los hechos y son los lectores quienes forman su propio criterio. Sin embargo, la política estadounidense está tan polarizada a pocos días de las elecciones, que el discurso progresista lo ve como una ofensa.
Jeff Bezos dio la orden en The Washington Post
Los demócratas, cuando alguien no respalda sus opiniones, ven fantasmas de censura. Así lo asoma Martin Baron, exeditor ejecutivo de The Washington Post, cuando afirma lo siguiente: “Esto es cobardía, un momento de oscuridad que dejará a la democracia como víctima. Donald Trump celebrará esto como una invitación a intimidar aún más al dueño de The Post, Jeff Bezos (y a otros dueños de medios)”.
El propietario de The Washington Post es Jeff Bezos, presidente ejecutivo de Amazon, por eso los ataques demócratas también van en su contra. Fue él quien tomó la decisión de no publicar el apoyo a Kamala Harris. Todo esto caldea los ánimos a pocos días de las elecciones y cuando portales como Real Clear Polling promedian una diferencia de apenas 0,1 % en intención de voto entre Harris y Trump (48,4 % vs 48,3 %) respectivamente. Pero a la vez, resalta la ética que deben tener los medios en contextos electorales tan reñidos.
Lo que expone Baron también ignora la postura que adoptaron medios partidarios de los demócratas contra el expresidente Donald Trump. Basta recordar el exhorto que Álex Soros, hijo del multimillonario globalista George Soros, hizo a simpatizantes de ese partido para que luego del juicio por falsificación de registros comerciales se refirieran siempre al candidato republicano “como un delincuente convicto en cada oportunidad”.
Posible relación con el conflicto en Gaza
Es difícil confirmar si hay más razones detrás de esta importante decisión que tomaron Los Angeles Times y The Washington Post. Nika Soon-Shiong, hija de Patrick Soon-Shiong, insinuó que la guerra entre Israel y Gaza podría tener que ver con la medida. “Esto no es un voto a favor de Donald Trump. Es una negativa a apoyar a un candidato que está liderando una guerra contra los niños”, escribió en sus redes sociales. “Confío en el criterio del Consejo Editorial. Para mí, el genocidio es el límite”.
Y es que el electorado demócrata y sus propios políticos están hundidos en profundas contradicciones por este tema. Mientras la Administración Biden-Harris apoya abiertamente a Israel, hay facciones progresistas que se decantan por defender los ataques del grupo terrorista Hamás. Es una discusión que no ha tenido punto medio.
Kamala Harris continúa su campaña rodeándose de los más famosos cantantes o actores de Hollywood. Su más reciente parada fue en Texas, acompañada de Beyoncé. Trump estuvo en el mismo lugar pero su enfoque fue diferente. Mientras la demócrata prefirió el mundo del espectáculo, el republicano habló sobre la crisis migratoria y las víctimas de pandillas que entran ilegalmente al país.