Por Luis Manuel Aguana

Las acciones ilegales del régimen de Nicolás Maduro Moros comenzaron a traspasar las fronteras venezolanas. Ya no solamente los venezolanos somos las víctimas de un régimen al que la Comunidad Internacional considera ilegítimo desde el año 2018, año en el que Maduro hizo lo que le vino en gana y se autoproclamó Presidente de la República con la ayuda de una oposición comprada, sino que ahora justificándose con un referendo donde concurrió realmente menos del 10% del electorado venezolano, pretende ahora pasar por arriba del ordenamiento jurídico internacional y del Acuerdo firmado en Ginebra en 1966 con la Gran Bretaña, amenazando ocupar el territorio Esequibo, al crear un supuesto Estado inexistente, con todo lo que eso implica.
 
Lo anterior de ninguna manera justifica que la República Cooperativa de Guyana haya ocupado –ellos sí- el territorio Esequibo desde el año 2004, fecha en que Hugo Chávez Frías y su entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro Moros, actual usurpador, autorizaron a Guyana en una Declaración Conjunta a desarrollar la Zona en Reclamación. Ambos países debían antes arreglar sus diferencias para proceder a realizar cualquier actividad dentro de ese territorio.
 
Sin entrar en los detalles de lo que el régimen diga con relación a las cifras finales de participación en su referendo consultivo del 3 de diciembre, las decisiones respecto al Esequibo no se encuentran en Venezuela, sino en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, de conformidad con el Acuerdo firmado entre las partes en 1966, porque así lo decidieron en su momento dos gobiernos legítimamente reconocidos por la Comunidad Internacional, por más movilizaciones, leyes para la creación de un nuevo Estado, y un gobierno “a control remoto” del Esequibo, que se invente el régimen venezolano (ver La Voz de América, Venezuela tratará de gobernar el Esequibo “a control remoto” en una primera fase, en https://www.vozdeamerica.com/a/venezuela-tratara-de-gobernar-el-esequibo-a-control-remoto-en-una-primera-fase-analistas/7386408.html).
 
El reconocimiento de la CIJ que tanto desconoce el régimen, le fue dado por ambos gobiernos, de Venezuela y Gran Bretaña, mucho antes de la existencia de la República Cooperativa de Guyana, a esa instancia a través el Acuerdo de Ginebra, cuyo texto claramente estableció entregar la decisión del mecanismo para dirimir las diferencias al Secretario General de la ONU.
 
Efectivamente, el Artículo IV, párrafo 2, del Acuerdo de Ginebra de 1966, establece que si las partes no se ponían de acuerdo sobre la elección de uno de los medios de solución previstos en el Artículo 33 de la Carta de Naciones Unidas, estos referirían la decisión sobre el medio de solución a un órgano internacional que acuerden, y si no acuerdan alguno, al Secretario General de las Naciones Unidas (ver Acuerdo de Ginebra 1966, en http://www.consulvenevigo.es/subido/ACUERDO%20GINEBRA%20ONU%201966.pdf).
 
A su vez, el Artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas establece: “1.- Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección” (ver Carta de la ONU, en https://www.oas.org/36ag/espanol/doc_referencia/carta_nu.pdf) (resaltado nuestro).
 
Lo anterior deja afuera la verborrea del régimen de insistir en no aceptar la jurisdicción de la CIJ, que por lo demás ya decidió acerca de su propia competencia al indicar: “Si las Partes dieron su consentimiento al arreglo judicial de su controversia en virtud del párrafo 2 del artículo IV del Acuerdo de Ginebra–Decisión del secretario general vinculante para las Partes–El párrafo 2 del artículo IV se refiere al artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas, que incluye el arreglo judicial como medio de resolución de controversias–Los medios de solución de controversias a disposición del secretario general, al que las Partes dieron su consentimiento, incluyen el arreglo judicial. Si el consentimiento otorgado por las Partes para la solución judicial de su controversia estaba sujeto a alguna condición–Si el secretario general debería seguir un orden particular al elegir los medios de solución de controversias enumerados en el artículo 33 de la Carta–La no obligación para el secretario general para seguir un orden particular o consultar con las Partes sobre su elección” (ver Sentencia de la CIJ del 18 de diciembre de 2020, en https://revistas.urosario.edu.co/xml/4295/429566597007/index.html) (resaltado nuestro).
 
Si en su borrachera de poder el régimen de Nicolás Maduro Moros, cree que llevando tropas a la frontera de la Zona en Reclamación, fabricando sin respaldo popular un Estado Esequibo, nombrando un Gobernador, dando licencias a sus compañías para la explotación de las riquezas petroleras en la zona, saldrá victorioso en su atropello como lo ha sido con nosotros dentro de las fronteras de Venezuela, se llevará una sorpresa (ver Diario Las Américas, Maduro ordena crear provincia y conceder licencia para explotar petróleo en el Esequibo, en https://www.diariolasamericas.com/america-latina/maduro-ordena-crear-provincia-y-conceder-licencia-explotar-petroleo-el-esequibo-n5347754).
 
Las leyes que rigen entre los Estados y los Acuerdos válidamente suscritos entre ellos se hacen respetar con la fuerza multinacional, para eso existe el Consejo de Seguridad de la ONU, y Guyana tiene ahora un asiento allí, Venezuela no. En ese terreno no vale que Padrino lleve soldados sin equipamiento para amenazar pendejos a la frontera con Guyana, o pongan un bate quebrado de gobernador del Esequibo, o entreguen licencias a compañías que no podrán operar en ese territorio. Lo que valdrá aquí será la fuerza de las leyes que rigen entre los Estados y que se soportarán precisamente en los argumentos arriba señalados para poner al régimen en su lugar.
 
Si Venezuela tuviera la fuerza y los cañones de los EEUU, no estuviéramos hablando de este asunto. Putin invadió Ucrania sin temor a mayores consecuencias porque lo respaldaron sus bombas nucleares y el terror del mundo ante una Tercera Guerra Mundial. Nuestro tamaño como país nos obliga a respetar mucho más el ordenamiento jurídico internacional que quienes tienen la fuerza para imponer su voluntad.
 
Estos criminales no se meterán –por ahora- en el territorio Esequibo, pero crearán el suficiente ruido para distraer al mundo para evitar unas elecciones el año 2024. Pero en el camino Venezuela puede perder el Esequibo. Si Venezuela pierde el juicio en la CIJ ante la no concurrencia de los argumentos y la presentación de nuestra memoria histórica que demuestra nuestros derechos sobre el territorio Esequibo, dudo mucho que el régimen pueda sostenerse ni un día más después de esa sentencia internacional. Creo que sus propios partidarios se los comerían vivos…
 
Al abrir la Caja de Pandora del Esequibo, Maduro decidió jugarse a Rosalinda –el Esequibo- para quedarse en el poder. Pero si decide ir a una siguiente fase de lo que han hecho, no creo que el lance salga tan exitoso como ocurrió en la copla de Ernesto Luis Rodríguez, todo lo contrario. Perderán –y ellos con nosotros- más que “el araguaney, la cobija y el sombrero” del llanero que se jugó a Rosalinda. Las razones las publica el analista político de clase mundial, Ian Bremmer: “Primero, porque los estadounidenses se opondrían firmemente. Los brasileños se opondrían firmemente y, como consecuencia de ello, se verían muchos castigos contra una economía que realmente no puede permitírselo. Pero también, China es propietaria parcial del enorme hallazgo de petróleo que se encuentra frente a la costa de este territorio en Guyana, y es el único amigo que gasta dinero real con los venezolanos en este momento…” (ver Ian Bremmer, Gzero, 6-12-2023, Todo es político, en https://www.gzeromedia.com/in-60-seconds/world/bidens-israel-policy-hurts-his-2024-reelection-chances-from-all-angles).
 
Entonces, ¿para dónde van a correr con esa pata hinchada? ¿Quién los acompañará en esa locura? ¿Cuba y el Caricom? Esos serán los primeros en acomodarse con Guyana. ¿China? Menos aún, como lo dice Bremmer. ¿La Rusia en conflicto que sacó militares apostados en Venezuela para su guerra? Estos delincuentes encontraron el peor momento para abrir esa Caja de Pandora. Maduro y su régimen no tienen otra salida que contarse en los términos acordados con la Comunidad Internacional. Cualquier cosa diferente, como esta Caja de Pandora que acaban de abrir, no solo significará demorar y hacer más dolorosa su salida, sino también modificar la manera en que saldrán…
 
Caracas, 6 de Diciembre de 2023
 
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