Maduro ha reducido al mínimo, una vez más, su discurso sobre la controversia con su vecina Guyana por el extenso territorio del Esequibo, un día después de anunciar una acción militar defensiva ante la llegada de un buque de guerra británico a costas guyanesas, lo que Caracas ve como una amenaza a su integridad territorial.

Luego del revuelo que generó el anuncio de Nicolás Maduro sobre el despliegue equipos y efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en la fachada atlántica, el Ejecutivo venezolano ha mantenido un silencio durante la jornada de este viernes, que se hizo más evidente después de un pronunciamiento de Brasil sobre su «preocupación» por las «demostraciones militares» en la región del Esequibo.

El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los principales mediadores en el conflicto territorial, aseguró que estas acciones militares son contrarias a los compromisos asumidos por los Gobiernos de Venezuela y Guyana el pasado 14 de diciembre, cuando se reunieron los mandatarios de ambos países, Nicolás Maduro y Irfaan Ali, respectivamente, en San Vicente y las Granadinas.

Brasilia, que recordó que Caracas y Georgetown se comprometieron a «no utilizar la fuerza o amenazar con el uso de la fuerza», expresó que «las demostraciones militares de apoyo a cualquiera de las partes deben ser evitadas, a fin de que el proceso de diálogo en curso pueda producir resultados».

En toda la jornada, al menos hasta las 20.00 hora local (00.00 GMT del sábado), el jefe de Estado venezolano no se pronunció al respecto, ni siquiera en su cuenta de la red social X (antes Twitter), donde el jueves la mayoría de sus publicaciones eran sobre la reacción a la llegada de la embarcación británica y las órdenes que dio a las fuerzas militares «como respuesta a la amenaza» del «Reino Unido contra la paz y la soberanía» de Venezuela.

Continúan los ejercicios militares

El discurso venezolano sobre este conflicto, si bien se aplacó, no se apagó por completo, ya que el comandante estratégico operacional de la FANB, Domingo Hernández Lárez, informó de la continuación de los ejercicios militares en la fachada atlántica del país a través de un discreto y protocolario mensaje en la red social X (antes Twitter).

«La FANB se mantiene desplegada en el ejercicio militar de acción conjunta con la interoperabilidad de los medios aeronavales y aeroespaciales del sistema defensivo territorial oriental atlántico», indicó el militar, que acompañó su publicación con fotografías que muestran operaciones en aire, mar y tierra que, según explicó el jueves Maduro, se llevan a cabo en el estado Sucre (noreste, ubicado frente al mar Caribe).

Estas maniobras que comenzaron sirven para -explicó Hernández Lárez- para evaluar «los niveles de apresto, la alta capacidad de reacción y la cohesión de la fuerza de tarea, en el cumplimiento de la misión de garantizar la soberanía e integridad territorial», un mensaje que rebajó considerablemente el tono de Maduro de ayer.

Tras el anuncio de la llegada del buque, Venezuela desplegó 5.682 «combatientes», 28 aeronaves y 16 embarcaciones, entre otras maquinarias, para estos ejercicios, cuya duración y alcance se desconocen.

Guyana, por su parte, ha asegurado que no tiene «ningún plan para tomar acciones ofensivas» contra Venezuela y que, en cambio, está comprometida a mantener «relaciones pacíficas» con su país vecino.

El buque británico, ¿una amenaza?

Caracas repudia la llegada del buque de guerra británico a Guyana, una antigua colonia del Reino Unido, algo que también ve como una «ruptura» de los acuerdos del 14 de diciembre y una «amenaza directa a la paz».

No obstante, el mandatario guyanés reiteró este viernes que la llegada del buque, el HMS Trent de la Armada británica, a las costas guyanesas «no representa una amenaza para nadie».

En este sentido, Ali indicó que su nación «lleva mucho tiempo participando en asociaciones con Estados regionales e internacionales destinadas a mejorar la seguridad interna», y que estas «colaboraciones no representan una amenaza para nadie y de ninguna manera pretenden ser agresivas o constituir un acto ofensivo contra ningún» país.

El jueves, el Gobierno británico pidió a Venezuela cesar sus «acciones injustificadas» contra Guyana, y explicó que no hay planes de que el HMS Trent amarre en Georgetown sino de que desarrolle todas sus actividades en el mar, «como parte de una serie de maniobras de rutina en la región».

Posteriormente, Caracas rechazó esta «intromisión» de Reino Unido, al que responderá de manera «oportuna y legítima» por su «comportamiento amenazante».

La controversia escaló luego de que Venezuela aprobara el 3 de diciembre, en un referendo unilateral, anexionarse el Esequibo, y el Gobierno de Maduro ordenara el asentamiento de una división militar cerca del área en litigio, entre otras medidas.

EFE