Vía El Tiempo
Se espera que sea completamente habitable antes del 2030. Inspirada en la estructura del coral cerebro, en honor a la diversidad de arrecifes en sus mares.
El proyecto de construcción eco amigable y sostenible que se está desarrollando a tan solo diez minutos en barco de Malé, la capital de la República de la Maldivas, se ideó debido a la capacidad de los arrecifes de recibir y detener lo más peligroso de las fuertes corrientes marítimas en caso de tsunamis.
Es completamente flotante y contará con tiendas, restaurantes y 5.000 casas para uso exclusivo de los habitantes. Dentro de la estructura de la ciudad no será permitido el tráfico de carros y demás automóviles pesados, pues se espera que el transporte se dé primordialmente a través de los canales de agua que conectarán las distintas áreas de la isla.
Quienes estén interesados en vivir allí podrán pedir una tarjeta de residencia especial para entrar y salir de la isla. Alrededor de 20 mil personas podrán acomodarse en esta región y habrá acceso a instituciones educativas para personas de todas las edades.
Proyecto de desarrollo sostenible
Es uno de los proyectos más ambiciosos de este tipo: es el más grande y la idea es lograr una habitabilidad completa, es decir, que no se convierta exclusivamente en un destino turístico. Se trata de una alianza entre el gobierno de las Maldivas y Dutch Docklands, un promotor inmobiliario originario de Países Bajos que estuvo a cargo de un proyecto similar de ciudad flotante en Dubái, Emiratos Árabes.
Construido sobre 200 hectáreas de área marítima, también es un diseño que busca proteger la enorme biodiversidad que existe en los mares de los atolones del Océano Índico. Además, hará parte del territorio soberano de las Maldivas, por lo que las leyes vigentes en dicha nación aplicarán también en la ciudad flotante.
Se programa que la construcción pueda empezar en el mes de enero del 2023 y que los primeros residentes puedan mudarse a más tardar durante el 2024. Para que la construcción esté finalizada se proyectan unos cinco años desde el inicio de las obras.
El coral cerebro es una especie de la familia Mussidae de la que los arquitectos tomaron inspiración para diseñar la apariencia cenital de la ciudad, pues así como dicho tipo de coral lo hace, permite redireccionar las aguas para mantener una relación simbiótica no dañina con la marea.
A cargo de un visionario
La Ciudad Flotante de las Maldivas se encuentra en manos del primer presidente democráticamente electo en la nación sudasiática, Mohamed Nasheed. Ante una conferencia sobre el medioambiente en las Naciones Unidas se refirió a quienes creen que ya no hay manera de enfrentarse a la crisis climática
“Estoy aquí para decirles que nos rehusamos a abandonar toda esperanza. Nos rehusamos a guardar silencio. Nos rehusamos a creer que un mundo mejor no es posible”, dijo en el 2009 en la mencionada conferencia.
En su dirigencia, las Maldivas se han convertido en una de las naciones firmantes de un acuerdo entre 48 países en vía de desarrollo por encontrar estrategias para la protección de los ciudadanos en medio del calentamiento global. Además, prometió convertir su nación en la primera en ser neutral en emisiones de dióxido de carbono, es decir, que la cantidad de gas de efecto invernadero generada por el país será igual que la cantidad de elementos que frenan sus efectos sobre la atmósfera.
El motivo que impulsa a Nasheed es la capacidad de los maldivos de sobreponerse a las adversidades y sobrevivir siempre. “Haremos lo que sea necesario para asegurar la supervivencia de nuestro país. Pero sólo podemos sobrevivir como nación si también sobrevivimos como planeta”, dijo de acuerdo a los comunicados de prensa oficiales del proyecto Ciudad Flotante de las Maldivas.