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Es lo que es

Mitzy Capriles de Ledezma

Por Mitzy Capriles de Ledezma

Pensar en el futuro con optimismo, fue el mensaje medular que les dejó el presidente electo, Edmundo Gonzalez Urrutia, a un nutrido grupo de jóvenes venezolanos con el que sostuvo un dialogo abierto en la ciudad de Madrid.

Como bien se sabe, regados por todas partes del mundo, estamos más de 8 millones de venezolanos, entre los que se cuenta a una inmensa legión de jóvenes ansiosos por retornar a su patria. Se trata de millones de seres ilusionados por el porvenir que les aguarda y que, desde ya, están llamados a edificar ese venidero tiempo con su creatividad y su visión esperanzadora.

Para Edmundo Gonzalez Urrutia la clave del rescate de Venezuela, ahora maltrecha por todas partes que se la vea, está en la educación con calidad, que se empeñará en desarrollar en el marco de su gobierno de transición a iniciar a partir del año por llegar, 2025. Solo capacitando bien nuestro recurso humano, ha dicho Edmundo González, será posible ponernos a tono con los avances que en el campo de la tecnología se vienen dando hasta esta hora.

Fue muy elocuente el Presidente electo, al relatar cómo su propia formación académica, se la debe al Estado venezolano, en esos tiempos democráticos en que se invirtieron recursos provenientes de la explotación petrolera, para echar las bases del talento humano que surgió a raíz de esos desembolsos que tenían un carácter estratégico. Contó, con naturalidad y sencillez que lo caracteriza, que “sus estudios en la escuela primaria, su curso de bachillerato-ambos en su ciudad natal de La Victoria-, su carrera universitaria y su carrera de postgrado, fueron apoyados por instituciones públicas.

Las preguntas de los jóvenes que tomaron la palabra, en ese refrescante intercambio de ideas, se centraron en poner de relieve su deseo de regresar al país; de poder ser útiles en la edificación de las instituciones indispensables para levantar la democracia por la que han vendido luchando tanto y de tener oportunidades de aportar sus puntos de vista, para avanzar en la aplicación del Plan Tierra de Gracia asumido por Edmundo Gonzalez y María Corina Machado.

En ese marco de análisis, no se dejó de contemplar la posibilidad, de que muchos venezolanos ahora en la diáspora, puedan ofrecer sus contribuciones manteniéndose fuera de Venezuela, lo cual será absolutamente factible, teniendo en cuenta las facilidades que tenemos en las tecnologías de comunicación que se disponen en la actualidad. Sabemos que son muchas las experiencias asimiladas, los conocimientos adquiridos y las vivencias que han fortalecido el espíritu de responsabilidad y de superación, de esos venezolanos que añoran su país, pero que de buenas a primera no será posible emprender el viaje de regreso.

El presidente Edmundo Gonzalez escuchó con atención todas la exposiciones, se mostró cómodo conversando con esa promisoria juventud que le da vitalidad a su esfuerzo por asumir el mandato recibido por casi 8 millones de ciudadanos y su irrenunciable disposición a presidir un gobierno de transición que promueva la reconciliación de todos los venezolanos!

Está demostrado, en los hechos, que el verdadero problema, la piedra de tranca en el camino a la solución de la tragedia que padecemos en Venezuela, se llama Nicolás Maduro. Esa es la pura verdad y hay que decirlo y demostrarlo. 

Queda evidenciado que no es falta de diálogos. De eso tenemos una sobredosis. Se han realizado todos los diálogos habidos y por haber y siempre quedamos en lo mismo, o más bien peor, solo que se logra poner al descubierto las malas intenciones de Maduro. Por lo tanto se desmonta esa campañita envenenada según la cual, “en Venezuela hay una oposición radical, que lidera María Corina Machado que se niega a buscar una salida pacífica y concertada a la crisis”. ¡Mentira! 

Maduro se ha burlado de todos los acuerdos firmados en todos esos procesos de negociaciones. El último, el de Barbados, fue “pateado” brutalmente por Maduro y sus asesores. No honraron la palabra empeñada, solo buscaban ganar tiempo y arreglárselas para realizar unas elecciones a su manera, treta que les desmontó María Corina con la candidatura unitaria de Edmundo González Urrutia. 

En materia de violaciones de los Derechos Humanos, el descaro de Maduro no tiene parangón en la historia de los hechos de violencia que acometieron los más sanguinarios dictadores venezolanos. Los cuentos sobre los atropellos que se perpetraban en La Rotunda y en los calabozos de la Seguridad nacional, en los tiempos de Juan Vicente Gómez y de Marcos Pérez Jiménez, respectivamente, se quedan chiquitos en comparación con esas crueles torturas que Maduro ordena aplicarle a los niños que mandó a detener y a martirizar. Por lo tanto, de nada sirvieron esos apretones de manos del Fiscal Karim Khan con el dictador Maduro. Queda más que claro que prometa, lo que prometa, en materia de ejecutar crimines de lesa humanidad, Maduro no tiene remedio, seguirá reincidiendo como ha quedado demostrado en la vida real. 

Si volteamos a mirar el escenario económico, nos encontramos con una remontada de la inflación, también con la devaluación que tiene su epicentro en el precio del dólar que marca el ritmo de la economía doméstica en el país. O sea, más hambre, porque con esos salarios lo que se impone es ese dantesco cuadro de miseria generalizada, reflejada en todos esos hogares en los que a los padres les resulta imposible ganarle la pelea al costo de la vida. ¿Quién es el culpable de esa recurrente crisis? Sin lugar a dudas Nicolás Maduro. 

En conclusión, con Maduro usurpando los poderes públicos no será posible salir de estos dramáticos atascos. Él es el obstáculo. De eso no nos quepa la menor duda. Si logramos sacarlo del camino, haciendo respetar el resultado electoral del pasado 28 de julio, en Venezuela será posible iniciar el tránsito hacia el bienestar que Maduro paraliza. Mientras él continue atravesado, seguirá la corrupción, no nos cansaremos de esas noticias que dan cuenta de los capos que van defenestrando de PDVSA, esos que ellos colocan y después matan, destierran o apresan. Seguirá la rochela de la corrupción y no habrá posibilidad de reestablecer los servicios públicos de agua potable, luz eléctrica, gas doméstico, y de transporte público.

Si algún comportamiento la gente aprecia y valora de María Corina Machado, es su coherencia y su sinceridad. No engaña, no lleva a la gente a ciegas a destinos inciertos. Siempre enseña la verdad, esa es la ruta, la franqueza con que asume la conducción de este proceso plagado de arbitrariedades, a cargo de un régimen dictatorial que ha querido jugar a “elecciones libres” y ahora se le ha complicado su propio juego o más bien ardid!

María Corina siempre dijo, a manera de advertencia, que “no sería nada fácil lidiar con ese aparataje despótico”. Y lo cierto es que todos, y hasta el más desprevenido de los venezolanos, estábamos al tanto de esos desafíos. Lo vivimos después de ganarles las dos terceras partes de la Asamblea Nacional en aquel memorable diciembre de 2015. Después de esa incuestionable victoria, declararon en desacato al poder legislativo, y la tarea la ejecutó el mismo Tribunal de Justicia que ahora le hace el trabajo sucio a Nicolás Maduro santificándole el descarado fraude que lo convierte ilegítimamente en presidente electo.

Es el mismísimo régimen que controla los órganos del poder público. Un Fiscal que monta expedientes espurios. Un Contralor que inhabilita a diestra y siniestra. Un Defensor del Pueblo que no defiende a nadie, sino que se esconde para no darse por enterado de los crímenes que a mansalva son perpetrados por órdenes de su patrón Nicolás Maduro. En definitiva, todo un tinglado cuyo poder es la ILEGALIDAD que los ampara para acometer la represión más escandalosa, brutal, sangrienta y escalofriante que se conozca en estos últimos tiempos. Eso sucede en un país llamado Venezuela, cuyos ciudadanos se niegan a rendirse ante descomunal ensañamiento.

En este nuevo capítulo protagonizado, estelarmente, por María Corina y Edmundo Gonzalez Urrutia, no han faltado las comparaciones de personas consternadas que se resignan a anticipar otro desenlace similar, a los que anteriormente han dejado sinsabores en el paladar de un pueblo que se ha entregado por entero en cada una de esas citas que hemos realizado con nuestro propio destino. Pero la verdad es que ahora se ha concitado un elenco de elementos y factores que dan lugar a estimar, con los pies sobre la tierra, que no está lejos de la verdad María Corina cuando asegura, sin titubeos que “no hay vuelta atrás”, que este es el momento y esta es la hora de hacer valer el tiempo del retorno a la democracia en Venezuela.

La verdad que pesa mucho es que Maduro fue derrotado muy a pesar de su desproporcionado ventajismo. Lo cierto es que eso es lo que se reafirma en todas partes del mundo y en razón de esa convicción generalizada es que se están produciendo resoluciones, acuerdos y categóricos pronunciamientos que no se quedarán o reducirán a simples enunciados diplomáticos. La presión es seria y muy bien encausada por los conductos establecidos legalmente en los ámbitos internacionales. También adentro, la ciudadanía resiste en demostración de un coraje admirable. Son esos valientes compatriotas que lo están arriesgando todo a sabiendas de que les respira en la nuca ese monstruo enfurecido que suelta ese fétido y vaporoso aliento de represalia.

Vamos a ganar, dijo María Corina y fue cierto, ganamos y de qué manera tan gloriosa. Vamos a cobrar y también será cierto, en tanto y en cuanto sigamos unidos indisolublemente ¡Hasta el Final!

Si quieres ver a las familias reconciliadas, abrazándose con esa emoción que nos imaginamos explotará en el alma de cada madre, de los hijos, de los nietos y abuelos, entonces prepárate a votar el próximo 28 de julio. 

Si quieres volver a amanecer bajo el cielo patrio, bien sea deleitándote con los crepúsculos de Barquisimeto, o contemplando el Mar Caribe desde las montañas de Naiguatá o de Cumana, entonces anda preparándolo todo para acudir a sufragar por Edmundo Gonzalez Urrutia. 

Si cada día sueñas con despertarte en el seno familiar, sin extrañar a ningún ser querido, porque algunos se vieron forzados a marcharse al exilio, entonces vota, GANA y mantente dispuesto a hacer valer tu decisión soberana el día 28 de julio. 

Si lo que más deseas en esta hora, es silenciar los alaridos de la violencia, que no tengamos que escuchar las estridencias de los funcionarios arrogantes, abusadores, corruptos e ineficientes que han asaltado las instituciones públicas, tienes la oportunidad de cerrar ese capítulo oscuro de nuestra historia, acudiendo a votar por Edmundo Gonzalez Urrutia el próximo 28 de julio. 

Si ya no soportas el mal uso de los símbolos de la patria, la repugnante manipulación del nombre del Libertador Simón Bolivar y la sumisa conducta de estos usurpadores ante gobiernos extranjeros, la alternativa que tienes ahora es madrugar el próximo 28 de julio para votar por la opción del cambio profundo que encarna Edmundo Gonzalez Urrutia. 

Si anhelas ver a tus hijos crecer en un ambiente de paz, que cuenten con buenas escuelas, con maestros bien preparados y pagados, con instalaciones equipadas y reforzadas con la tecnología que los coloque a la par de los desarrollos que ganan terreno en el mundo, entonces no lo dudes, anda a votar en tu respectivo centro de votación por Edmundo González Urrutia. 

Si deseas vivir en un país en donde no se perseguía a nadie por pensar diferente a quienes detentan el poder, si repudias la judicialización de la política, la clausura de los medios de comunicación y la arrogancia con que arbitrariamente proceden los fiscales, jueces y policías, que solo están para servirle como esbirros al régimen, el próximo 28 de julio tienes la oportunidad de oro para pasar esa página. 

Estamos a las puertas del gran salto hacia la libertad, de cambiar definitivamente esta etapa dolorosa, sangrienta y amarga que hemos soportado con la reciedumbre que ha sacado a flote el bravo pueblo venezolano. Por eso el próximo 28 de julio tendremos la oportunidad de rendirle tributo a esa valerosa mujer llamada María Corina Machado votando, tal como ella lo predica, por EDMUNDO GONZÁLEZ URRUTIA. ¡Bien sabemos lo que queremos!

Esa es la pregunta recurrente de muchos de los venezolanos víctimas del robo de nuestro derecho a votar el próximo 28 de julio. Como bien se sabe, más de 4.5 millones de venezolanos que estamos por diferentes razones en la diáspora, hemos sido castrados de esa posibilidad que nos brinda la Constitución Nacional. Pero a Maduro nada de eso le importa, de allí que no titubeó a la hora de truncar ese deseo de la gigantesca representación de esa Venezuela desterrada.

Esa manipulación es parte del fraude en marcha, como lo es también la aviesa figura de las inhabilitaciones, la persecución política, la judicialización de los partidos de oposición y todo ese caudal de arbitrariedades que activa Maduro para tratar de contener la avalancha de votos que se le vendrá encima el día histórico del próximo 28 de julio. Todas las encuestas serias y por lo tanto creíbles, indican que Maduro está derrotado de antemano. Esa es la convicción que cunde por los cuatro costados de la Venezuela que se ha levantado en cada pueblo, para hacer valer sus derechos. La ventaja de Edmundo González Urrutia es descomunal. Le saca varios cuerpos en la pista, dejándolo bien atrás en esa carrera por la Presidencia de La República.

Hay otro tipo de mediciones y son las asambleas de calle. A la vista de todo el mundo están las concentraciones que encabezan María Corina y Edmundo. Todas las realizadas hasta la fecha, están rompiendo marcas del pasado reciente. Las de Táchira, la multitudinaria de Barinas y el desbordado pueblo oriental de Anzoátegui, establecieron nuevos récords de asistencia. Esa dupla de María Corina-Edmundo es imbatible. Por otro lado, Maduro luce agotado, desolado, no tiene respaldo ¡ni de los propios chavistas originales! y nada de gestión que mostrar para seducir a un electorado, que no se deja engañar con esas promesas insípidas de un candidato que está padeciendo un calvario en esa campaña descolorida en la que se ve atrapado.

Por eso, la respuesta a la pregunta, es activarse de todos los modos y formas posibles. Los que estamos en el exilio, podemos usar nuestros teléfonos o cualquier red de la internet para establecer contactos con nuestros parientes, amigos, vecinos y conocidos en general. Hay que motivarlos a votar, a prepararse para hacer la cola, para resistir los embates de un régimen que apelará a los vicios fraudulentos que anticipadamente están detectados y en consecuencia, se cuenta con el remedio para curarse en salud electoral.

Votar “contra viento y marea”. Acudir a tu respectivo centro de votación, esperar tu turno, estar mosca para que nada interfiera con tu voluntad de sufragar por Edmundo. Tomar todas las previsiones del caso para hacer correctamente el sagrado compromiso de votar para sacar a Venezuela de ese pantano en el que la han hundido estos farsantes del Siglo XXI. Esa es la tarea. Mas nada. Votar y llamar al que no lo ha hecho para que también haga lo mismo, votar por un futuro promisorio para todos.

No ha podido ser mejor el arranque de la campaña electoral de Edmundo González Urrutia. Ahora fue en Caracas, en donde se desbordó de pueblo la gesta que comenzó a promover María Corina Machado en el interior de Venezuela. ¡Quedó confirmado en la capital de la república que esa dupla es imbatible!

Solo quedan cuatro semanas para que juntos, como hermanos, cantemos con contagiosa emoción el Gloria Al Bravo Pueblo. Nunca antes pensaba que ese fervor nos invadiría el cuerpo, el alma y haría palpitar nuestro corazón con trepidante fervor. Y todo este episodio escenificado en Caracas, es la consecuencia de la persistencia, de la constancia, de la indeclinable capacidad de resistencia y de lucha de una ciudadanía que no se rindió, ni siquiera, en las más atroces circunstancias que ha experimentado en estos más de 25 años de feroz autoritarismo.

Seria mezquino negar el rol jugado por esta valerosa mujer, que dejó atrás las más insólitas conjeturas que sobre ella se vertían. María Corina Machado ha demostrado que vale la pena resistir y sobreponerse a los agravios, a las consideraciones cargadas de desprecio, a los comentarios machistas y despectivos con que más de una vez se la trataba de descalificar. Ella se reinventa día tras día, con esa fuerza espiritual que la ha acompañado hasta estas horas en que va marcando el tiempo de triunfo que se asoma en el horizonte, que solo ven, premonitoriamente, las personas que no dejan de creer en sus propias convicciones, dejándose guiar por las ideas que asumen con una fe indescriptible.

Esa fe que han puesto de manifiesto las muchedumbres que la vitorean en cada pueblo que visita, en donde mujeres y hombres enarbolan banderas de esperanzas como señal inconfundible, que han dejado atrás el pesimismo de los que nunca creyeron en que esa mujer sería capaz de levantarle la moral y el ánimo a un pueblo agobiado por las decepciones.

Por eso, y mucho más, es que desde el exilio nos sentimos dignamente representados por las familias de la Caracas que nunca ha dejado de ser ejemplo, como en aquellos épicos tiempos de la lucha independentista. La Caracas eternamente irreverente, díscola, pero dispuesta a retomar la calma y las virtudes que la califican como el paraíso terrenal.

Estamos a pocos días de la verdad, esa certeza que se ha venido construyendo con sacrificios y sobre todo, con la capacidad de rectificación de unos y otros para hacer posible esa victoria que tenemos a la vista, como premio a un pueblo que nunca perdió el foco, que ahora nos alumbra la vía electoral que transitamos. El buen comienzo de esta campaña en la Sultana del Ávila es el preludio del resultado que a veces parecía imposible de conquistar. ¡Viva Venezuela!

¡Desesperados! Así están Maduro y su entorno. Ni siquiera lo disimulan! Están, evidentemente, en modo pánico. Nada de los ardides planificados les resultaron eficientes. No pudieron evitar las primarias, ni que en esa consulta ganará María Corina con ese porcentaje astronómico que la consagró definitivamente, como la líder opositora más reconocida dentro y fuera del país.

Ninguno de los trucos les ha dado resultado. Todo les ha salido al revés. Impidieron las candidaturas de María Corina y de Corina Yoris, pero les sacamos la carta de Edmundo Gonzalez Urrutia y se quedaron paralizados por los efectos de la acertada sorpresa. Por eso lo que les queda es el dineral mal habido que ponen al servicio de sus funestas maniobras, tratando de comprar y doblegar a quienes se dejen quebrar sus principios.

Otra herramienta a la que apelan es a las intimidaciones. Como esas “visitas” que realizan los funcionarios del régimen a las areperas o sitios donde se sospecha que ha ocurrido un acto de ‘traición a la patria”, consistente en los delicados indicios que hablan de que le vendieron arepas con carne mechada a María Corina, con el agravante de que también les sirvieron esos apetitosos platos criollísimos a los integrantes de su equipo de trabajo, aparentemente armados de cámaras fotográficas, banderolas y peligrosísimos teléfonos celulares.

Desde Corosopando a Carora de desplazan las pesquisas de los sabuesos del régimen, tratando de ejecutar sus investigaciones que concluyen en supuestas conspiraciones de María Corina al alojarse en posadas atendidas por personas que se sospechan como partidarias de votar por Edmundo Gonzalez Urrutia. Las investigaciones adelantadas revelan datos alarmantes que implican a dos mujeres expertas en preparar empanadas en esa localidad del estado Guárico, utilizando queso blanco con una coloración que llama poderosamente la atención de los policías maduristas.

¿Cómo consiguieron la harina pan? ¿Cómo acopian el agua en esas taparas? ¿Cuál es el costo y a cómo se venden esas piezas? ¿se pagan en dólares, euros, pesos colombianos o en bolívares fuertes? ¿Se cumple con el control de precios estipulado por la revolución? Esas fueron las diferentes interrogantes formuladas a las personas sometidas a una rigurosa investigación e interrogatorio.

Lo cierto es que los esbirros al servicio de la revolución persecutoria ha tenido muchísimo trabajo. Se ven compelidos a detectar cómo se prendió el motor de la canoa que trasladó a maría Corina por las aguas del rio Apure. Cómo era el relincho de los caballos que monta esa valiente mujer en su camino a Achaguas. ¿Qué intenciones tenía el vendedor de mamones que se le presentó en su reunión en San Fernando? ¿Serian municiones encubiertas para atentar contra Maduro?

Así se toman esas estupideces María Corina y el pueblo. De buena manera, con sentido del humor, en medio de una inocultable tristeza e indignación, pero que no evitan mantener la esperanza para seguir luchando en pos de la gran victoria el próximo 28 de julio!

Está demostrado en la historia de la humanidad, que los objetivos que se propone conseguir un pueblo, en cualquier parte del mundo, solo serán alcanzados a base de sacrificio y perseverancia. Por eso la lección que encontramos en múltiples episodios, que dan cuenta de esas epopeyas protagonizadas por muchedumbres movidas por sentimientos de libertad, es que nada relacionado con esos sueños, nos caerá del cielo como un regalo fortuito.

Recientemente los venezolanos conmemoramos la fecha histórica del 23 de Enero de 1958, día en que se verificó el desenlace victorioso de un combate sostenido por diez largos años de esfuerzos, que combinaron el concurso de mujeres y hombres de diferentes pensamientos ideológicos y de variados estratos sociales, pero con un mismo propósito: rescatar la democracia que habíamos inaugurado en 1948, con la elección del presidente Rómulo Gallegos, cuya gestión fue truncada por un zarpazo militarista.

Pudiera detenerme en muchos otros acontecimientos que permitirían comprender cómo ha sido posible reponerse de adversidades para reemprender luchas, que definitivamente desembocan en triunfos pletóricos, pero basta con rememorar los sacrificios puestos al servicio de los ideales democráticos, por esa hornada de ciudadanos que padecieron cárceles, torturas, vejaciones, pero que jamás desistieron de su empeño, que jamás renunciaron a sus principios, ni pactaron sus convicciones, sino que más bien lo dieron todo, para que se hiciera realidad la esperanza redentora con que se sobrepusieron a la feroz persecución de la que eran objeto, en esa década de la dictadura perezjimenista.

Se cumplen 25 años de régimen chavomadurista. Mas de dos décadas que solo han traído desgracias para un pueblo que no se resigna a seguir bajo ese yugo dictatorial. Requeriría de muchas cuartillas para enumerar aquí las marchas, las vigilias, las huelgas, los eventos electorales, los diálogos emprendidos, las ofrendas de seres humanos que dieron hasta sus vidas en pos de recuperar la democracia arrebatada de mala manera, pero todo ese legado de sacrificios, lo resumo en la hazaña que hicieron posible millones de venezolanos el pasado 22 de octubre, día en que elegimos en elecciones primarias a nuestra candidata presidencial María Corina Machado.

Para hacer cumplir cabalmente ese mandato popular, los venezolanos seguimos en pie de lucha, sin rendirnos ante las amenazas implícitas en las recrudecidas acciones de persecución política que hacen de Maduro el Pedro Estrada del siglo XXI. Por eso este domingo saldremos a manifestar y a ratificar nuestro categórico respaldo a nuestra abanderada para la elección libre que se acordó en el dialogo de Barbados. Lo haremos en varias ciudades del mundo libre, siguiendo el ejemplo que dieron el pasado jueves miles de guariqueños en la histórica ciudad de Calabozo.

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