Dos activistas ecologistas lanzaron sopa contra el cristal blindado que protege a la «Mona Lisa» en el museo francés del Louvre el domingo 28 de enero por la mañana, buscando promover «el derecho a una alimentación sana y sostenible». La obra no sufrió daño alguno.
El cuadro más famoso del mundo, también conocido como La Gioconda, que se exhibe tras un cristal protector desde 2005, ya fue víctima de actos vandálicos en varias ocasiones. En mayo de 2022, por ejemplo, fue blanco de un pastel de crema.
El Louvre activó una unidad de crisis y la sala donde se encuentra el cuadro de Leonardo da Vinci fue inmediatamente evacuada tras el incidente.
«La obra no ha sufrido ningún daño», declaró el Louvre a la AFP, añadiendo que la Sala de los Estados (Salle des Etats), donde se expone el cuadro de la Mona Lisa, había sido reabierta a los visitantes tras permanecer cerrada durante cerca de una hora. El mayor museo del mundo tiene previsto presentar una denuncia el lunes 29 de enero.
La acción fue reivindicada en un comunicado de prensa enviado a la AFP por un grupo francés denominado «riposte alimentaire» (respuesta alimentaria).
«¿Qué es más importante? ¿El arte o el derecho a una alimentación sana y sostenible? Nuestro sistema agrícola está enfermo. Nuestros agricultores mueren en el trabajo. Uno de cada tres franceses no come todos los días», declararon las dos activistas, de pie a ambos lados de la obra, después de tirar la sopa.
El grupo militante francés describió el lanzamiento de sopa como «el pistoletazo de salida (de una) campaña de resistencia civil, con una clara reivindicación que beneficia a todas y todos: la seguridad social de una alimentación sostenible».
Inmediatamante después, personal del Louvre interpuso mamparas para bloquear visualmente la acción de las dos activistas.
A continuación fueron detenidas las mujeres, según informaron a la AFP fuentes policiales. Según el Louvre, habían escondido la sopa de calabaza en un termo de café. En la entrada del museo se aceptan alimentos. Ya en el pasado, el museo experimentó la prohibición de entrar con comida, pero decidió no hacerlo, sobre todo porque es posible comprar alimentos en el interior.
«La Gioconda, como parte de nuestro patrimonio, pertenece a las generaciones futuras. Ninguna causa puede justificar que se atente contra ella», condenó la ministra de Cultura, Rachida Dati, en X.
Por su parte, la portavoz del gobierno francés, Prisca Thévenot, declaró ante la cadena de televisión France 3: «No estoy segura de que La Mona Lisa sea la mayor contaminante de Francia. ¿Qué sentido tiene?».
En los últimos meses, diversos activistas realizaron acciones contra obras de varios museos de todo el mundo.
En octubre de 2022, dos jóvenes con camisetas de «Just Stop Oil» rociaron sopa de tomate sobre los «Girasoles» de Van Gogh, también protegido por un cristal, en el museo National Gallery de Londres.
AFP