Vía FCE

La instalación de paneles solares fotovoltaicos se ha disparado de forma más que importante en los últimos años. Una tecnología que en 2020 logró superar en potencia instalada a la eólica y que a principios de este año logró un hito muy llamativo. Su primer teravatio (TW) instalado. Ahora según los expertos, solo necesitará otros tres años para lograr el segundo.

Así lo ha indicado Pierre Verlinden, ex director científico de Trina Solar y ahora director gerente de la consultora Amrock que ha participado en una ponencia donde se han indicado datos muy prometedores, y también se han dado algunas claves para sacar el máximo partido a esta verdadera revolución energética.

Una de ellas es que el actual ritmo de instalación no para de crecer. Si según los datos de Bloomberg, en 2020 el número era de 144 GW añadidos a nivel global, un año después ha subido hasta los 183 GW. Este 2022 la expectativa es de llegar a los 228 GW. Esto supone un crecimiento anual de más del 20%.

En los próximos ejercicios este crecimiento se frenará un poco, y por ejemplo las proyecciones de principios de este año eran que en 2023 la cifra llegue a los 236 GW añadidos y en 2024 de 241 GW.

Pero entonces llegó la guerra y la búsqueda de los países de una solución desesperada a esta grave crisis energética. Algo que se espera sirva para acelerar las inversiones y con ellas, las instalaciones que permitan elevar la media anual de nuevas instalaciones de los 243 GW a los 330 GW anuales en los próximos tres años. Algo que permitiría lograr instalar entre 2023 y 2026 nada menos que 1 TW de nueva potencia fotovoltaica.

Entre los retos a superar está el acceso a los materiales que den forma a los paneles solares, y también el desarrollo de una industria del reciclaje que permita recuperar la mayor parte de los mismos según los paneles más viejos dejen de prestar servicio.

Los expertos indican que tanto Estados Unidos como Europa deberían aprovechar esta oportunidad para producir al menos el 50% de sus paneles solares de forma interna.

Aspectos que supondrán que tanto la instalación, mantenimiento como reciclado, una importante fuente de trabajo cualificado que redundará en una economía menos dependiente de las fuentes fósiles y de las fluctuaciones geopolíticas.