Vía Reuters
La pequeña roca impactó en el observatorio en órbita de 10.000 millones de dólares a finales de mayo. Los ingenieros comenzaron un delicado reajuste del segmento del espejo para ayudar a “cancelar una parte de la distorsión”
Un pequeño meteoroide golpeó el recién desplegado telescopio espacial James Webb en mayo, desajustando uno de sus espejos dorados, pero sin cambiar el calendario del observatorio en órbita para que esté plenamente operativo en breve, informó la NASA el miércoles.
La pequeña roca espacial golpeó el telescopio de 10.000 millones de dólares en algún momento a finales de mayo y dejó un efecto pequeño pero notable en los datos del telescopio, dijo la NASA en un comunicado, añadiendo que era el quinto y mayor golpe al telescopio desde su lanzamiento en diciembre.
“Después de las evaluaciones iniciales, el equipo encontró que el telescopio sigue funcionando a un nivel que supera todos los requisitos de la misión”, comunicó la NASA. “Se están realizando análisis y mediciones exhaustivas”.
Los ingenieros han comenzado un delicado reajuste del segmento del espejo impactado para ayudar a “cancelar una parte de la distorsión” causada por el micrometeorito, dijo la NASA.
El Webb se estacionó en una órbita solar a aproximadamente un millón de millas (1,6 millones de km) de la Tierra en enero y se espera que proporcione sus primeras imágenes a todo color del cosmos en julio.
“Este reciente impacto no causó ningún cambio en el programa de operaciones de Webb”, afirmó la NASA.
El espejo del Webb fue diseñado para soportar el bombardeo de partículas del tamaño del polvo que vuelan a velocidades extremas en el espacio, pero el impacto más reciente fue “más grande de lo que se había modelado y más allá de lo que el equipo podría haber probado en tierra”, dijo la NASA.
El telescopio espacial, gestionado por la NASA, está considerado como el observatorio espacial más potente jamás construido, con un conjunto de sensores y 18 segmentos de espejo chapados en oro que trabajan conjuntamente para buscar planetas lejanos, así como galaxias de las primeras etapas del universo.
Los ingenieros diseñaron el telescopio para que resistiera los impactos ocasionales de micrometeoritos, pequeñas rocas espaciales que viajan a velocidades ultrarrápidas durante las lluvias de meteoros previstas cerca de la ubicación de Webb en el espacio.
El micrometeoroide del mes pasado no procedía de ninguna lluvia de meteoros, indicó la NASA. La agencia espacial estadounidense, que calificó el impacto de “acontecimiento fortuito inevitable”, dijo que ahora ha convocado a un equipo de ingenieros para que estudie la forma de evitar futuros impactos de rocas espaciales similares.
El telescopio es una colaboración internacional dirigida por la NASA en asociación con las agencias espaciales europea y canadiense. Northrop Grumman Corp (NOC.N) fue el principal contratista.