Vía Gaceta de la Iberoesfera

La Policía Nacional de Nicaragua ha anunciado este viernes que ha abierto una investigación contra altas autoridades de la Iglesia Católica del país por haber incitado supuestamente a actos violentos con la intención de desestabilizar el país.

«Prevaliéndose de su condición de líderes religiosos, utilizando medios de comunicación y redes sociales, (la Iglesia) está intentando organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población (…) con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua«, ha asegurado la Policía en un comunicado.

En concreto, los cuerpos represivos nicaragüenses han detenido al obispo Rolando Álvarez, perteneciente de la Diócesis de la ciudad de Matagalpa, en el centro del país. Álvarez, opositor a Daniel Ortega, denunció este viernes que la Policía mantiene por segundo día consecutivo sitiada la curia episcopal de Matagalpa, donde vive.

Esta es la segunda vez que el Gobierno del país impone un bloqueo al obispo Álvarez. En mayo de 2021, el prelado se refugió en una iglesia en Managua, que también fue sitiada por la Policía, ha informado el diario local ‘Confidencial’.

Álvarez es una de las voces más críticas dentro de la Iglesia contra la tiranía de Daniel Ortega. Recientemente denunció la injusticia del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), al cerrar diez emisoras católicas de la Diócesis, argumentando que no tenían permiso para operar, cuando el mismo prelado lo había solicitado desde 2016.

Este no ha sido el primer enfrentamiento entre el régimen de Daniel Ortega y la Iglesia de Nicaragua. En julio de 2022, 18 monjas fueron expulsadas por considerar a la Iglesia «opositora y golpista».