Por Sebastiana Barráez @SebastianaBarráez

La decisión de solo permitir la postulación de hombres es parte de la misoginia de los dirigentes de la revolución bolivariana y revela el temor a que una mujer logre llegar a la presidencia

Los máximos dirigentes de la revolución bolivariana no han podido ocultar, a lo largo de dos décadas, su desprecio por el liderazgo femenino, el uso de la mujer como instrumento para sostenerse en el poder, a veces asignándole cargos como figuras decorativas con lo que justifican el supuesto interés por la fémina venezolana. El discurso de Diosdado Cabello contra mujeres políticas, dirigentes o periodistas ha sido reiterado y sostenido en el tiempo con descalificaciones, incluso personales o privadas. La decisión de solo permitir la postulación de hombres como candidatos presidenciales, es parte de la misoginia revolucionaria.

En los 10 años del programa semanal “El Mazo”, Cabello se ha dedicado a descalificar a María Corina Machado, con cantidad de adjetivos tratando de degradarla en su condición de mujer, madre, dirigente política. La ha llamado “loca” y“sayona”, en alusión a la historia de un fantasma de mujer que llora de manera horrible mientras busca a su hijo; también la ha insultado por pertenecer a una familia económicamente próspera, cuyo padre levantó un emporio empresarial, que la revolución bolivariana terminó robándole.

Pero no solo Cabello ha arremetido de manera verbal contra Machado, en su programa y en ruedas de prensa, sino que ha usado videos amañados y fotos trucadas. En la mayoría de sus programas se ha referido a la ahora líder de la oposición venezolana, incluso desde que los entonces liderazgos eran Enrique CaprilesLeopoldo LópezAntonio LedezmaHenry Ramos Allup, entre otros. Su insistencia siempre ha sido contra Machado.

Pero Machado no es la única mujer objeto de la misoginia del siempre número dos de la revolución, quien ahora es diputado y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Su objetivo contra mujeres, que lo ha caracterizado desde que fue ministro y presidente del parlamento, ha sido persistente contra una mujer y líder política, Delsa Jennifer Solórzano Bernal, a quien se ha referido de manera burlona, presentándola como carente de inteligencia e incluso ridiculizando a la dirigente de la organización política Encuentro Ciudadano, por ser una mujer que resalta su belleza y elegancia.

Cabello Rondón, no se queda solo ahí, cuando de arremeter contra mujeres se refiere, para llamarlas tontas, o tildarlas de alcohólicas y deslizando que por la edad están descalificadas. Revisando sus programas, el mayor número de dardos para desacreditar son dirigidos a mujeres, incluso tergiversando la filiación de alguna de ellas como ha hecho con la abogada y directora del Centro para Estudios de América Latina (Casla), Tamara Sulay Suju Roa; ha tildado al ya fallecido general de División Oswaldo Suju Rafo de ser uno de los autores de la Masacre del Amparo para señalarlo como padre de la defensora de Derechos Humanos, cuando no lo es.

No falta en su lista de ataques los que ha proferido en reiteradas oportunidades contra Rocío del Carmen San Miguel Sosa, presidente de la ONG Control Ciudadano, quien desde febrero 2024 fue detenida violentando sus derechos humanos y debido proceso.

Tres de sus objetivos principalísimos han sido periodistas, entre ellas las comunicadoras de canales como Carla Angola y Patricia Poleo, así como Ybéyise Pacheco en artículos de prensa. Igual que hace Cabello, y algunos de sus pupilos, como el gobernador del estado Trujillo, las tres mujeres reciben insultos relacionados a su aspecto físico e intelectual, llegándose al extremo de mencionar aspectos de sus vidas íntimas o personales.

Los seguidores de Cabello también han atacado a las mujeres, como lo ha hecho el gobernador del estado Trujillo y militar retirado, Mayor Gerardo Alfredo Márquez, quien públicamente ordenó, en un acto público, que sacaran a golpes a Machado cuando fuera al estado Trujillo. Pero también ha actuado contra mujeres dirigentes como la profesora Iraly Guerrero, presidente del Colegio de Profesores, quien lo denunció por incitación al odio ante la Fiscalía, sin que el Ministerio Público haya tomado acciones.

Las expresiones escatológicas de otros “revolucionarios” contra mujeres son constantes en programas como “La Hojilla” de Mario Silva. La mayoría de esos programas son transmitidos a través de Venezolana de Televisión, el principal medio de propaganda del Gobierno.