Elon Musk, aunque parezca imposible, ha puesto en marcha más empresas e iniciativas además de PayPal, Tesla, SpaceX o dirigir ahora Twitter. En su historial de empresas se encuentra también OpenAI, el centro de investigación sobre Inteligencia Artificial que impulsó y cofundó en 2016.
Hoy OpenAI es conocida mundialmente por estar detrás de ChatGPT o Dall-E y, también, por haber sido investida con importantísimas sumas de dinero por Microsoft, gigante que ahora está aprovechando esa ligazón para introducir los productos de OpenAI en su buscador Bing.
Sin embargo, Musk, desligado de OpenAI desde hace tiempo, no se muestra de acuerdo con el camino que ha tomado en los últimos tiempos.
Musk se muestra cada vez más irritado con la última cosecha de chatbots de IA, que están causando estragos absolutos en la web y asombro a partes iguales.
El ánimo de lucro de OpenAI, el principal desacuerdo de Musk
Como decimos, eso tiene sentido dada su propia historia personal con OpenAI, la organización que cofundó hace unos ocho años. En 2018, Musk abandonó la junta del grupo en medio de desacuerdos sobre su dirección. Al año siguiente, la compañía pasó de ser una entidad sin ánimo de lucro a una entidad privada con ánimo de lucro, una decisión que claramente enfureció a Musk.
«OpenAI se creó como una empresa de código abierto (por eso la llamé ‘Open’ AI), sin fines de lucro, para servir como contrapeso a Google», tuiteó Musk hoy, «pero ahora se ha convertido en una empresa de código cerrado y máximo beneficio controlada efectivamente por Microsoft.»
Microsoft anunció el mes pasado que invertiría 10.000 millones de dólares en OpenAI, que pasó a desarrollar el exitoso chatbot de IA ChatGPT y la errática IA Bing de Microsoft.
En los últimos días Musk ha reiterado primero que cree que la IA es «uno de los mayores riesgos para el futuro de la civilización», un mensajes que ha estado lanzando desde hace mucho antes de dejar OpenAI.
El jueves, Musk comparó el chatbot de Microsoft con «la IA del videojuego System Shock que se vuelve loca y mata a todo el mundo», en referencia a un popular videojuego en primera persona de 1994.
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