La música regula muchas veces el estado de ánimo. Escuchamos canciones tristes para vivir una ruptura amorosa, bits alegres para tener ánimos de limpiar y ritmos melancólicos para recordar a un ser querido, son solo algunos de los ritmos que regulan los sentimientos.
Por: Morfema Press / La Nación
Hace poco la ciencia comprobó que la música que se escucha puede tener influencias severas en la personalidad que tienen los seres humanos.
Un estudio de la Universidad de Cambridge para Spotify demostró que las personas más empáticas tienen una preferencia por la música suave como el soul, el contemporáneo y el rock suave, mientras que aquellas que son menos empáticas prefieren los géneros más intensos, tales como el punk, el heavy metal y el rock pesado.
De acuerdo con los expertos, el cerebro de las personas se divide en “Empatizador” y “Sistematizador”, por lo que los del primer tipo prefieren siempre la música suave que contenga poca excitación. Sus contrarios prefieren la alta emoción con letra de profundidad. Pero entonces, ¿dónde quedan el pop, las rancheras o los clásicos?
Otro estudio, realizado por Journal of Personality and Social Psychology, clasificó en cinco categorías la mayoría de géneros musicales.
En «Mellow» se encuentra el rock suave, el R&B y la música contemporánea para adultos; en intenso está la música más ruidosa y agresiva como el punk, el rock clásico, el heavy metal y el power pop. Por su parte, en «Contemporáneo» está la electrónica, el rap, el pop latino y europeo.
En “Sofisticado” vemos que está la música clásica, la ópera y el jazz. Por último, en «Sin pretensiones», los investigadores dejaron el country y la música relajante.
Los resultados hallaron una correlación directa entre las personas extrovertidas y las canciones que estaban en las categorías de “Contemporánea” y “Sin pretensiones”.
Las personas pueden estar divididas por geografía, idioma y cultura, pero si a un introvertido en una parte del mundo le gusta la misma música que a los introvertidos en otros lugares, eso sugiere que la música podría ser un puente muy poderoso. La música ayuda a las personas a entenderse y encontrar terreno común», afirman los expertos en su documento.
Por su parte, Samuel Gosling y Peter Rentfrow, pertenecientes a la Universidad de Texas, esclarecieron cuatro categorías en las que se relacionan la música y las personalidades.
1- Solidez emocional: seguidores de la música clásica, del blues, jazz y soul. Personas tolerantes y abiertas de mente.
2- Conservador, pero extrovertido: espacio para los fans del country y el pop. Personas con una vida social intensa, aunque con pocas habilidades sociales.
3- Rebeldía e impulsividad: aquí se encuentran los amantes del rock y el heavy metal. Su afán por hacer las cosas de inmediato los hace destacar entre la mayoría. Gente extrovertida y confiada.
4- Abiertos y despistados: amantes del funk y el hip-hop, así como de la música electrónica. Personas abiertas, liberales y algo despistadas. Les gusta el deporte y no se fijan mucho en las opiniones de los demás.
El Lado B de la cinta
No todo es positivo en estos resultados, dado que las conexiones negativas también se reflejaron en el estudio de la Universidad de Cambridge. Acorde con estas conclusiones, el neuroticismo que padecen algunas personas podría ser causado por escuchar música melancólica para expresar su soledad o por oír música alegre que los distrae de su estado de ánimo actual.
“Eso fue sorprendente, pero la gente usa la música de diferentes maneras: algunos pueden usarla como catarsis, otros para cambiar su estado de ánimo. Lo investigaremos con más detalle”, afirmó David Greenberg, investigador asociado honorario de la Universidad de Cambridge.
¿Qué hace que la música sea triste o feliz?
Seguramente escuchamos canciones que suenan como temas tristes, pero que su letra es sobre un momento feliz o el caso contrario.
Pero si no es la letra, ¿qué es lo que hace entonces que una canción se perciba como triste? Según José Martín Marcos, docente del Departamento de Artes Escénicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú, esto tiene origen en la escala musical (Do, Re, Mi, Fa, Sol, La ,Si) y en el espacio que hay entre las notas que conforman esta.
“Cuando la distancia es larga, la sensación percibida es de tranquilidad debido a la equidad entre los sonidos que se ejecutan. Por el contrario, cuando la distancia es corta, parecemos experimentar una sensación muy especial, íntima y sensible”, afirma en un artículo de este centro.
Las letras también tienen que ver en el proceso de composición musical, pero no son esenciales a la hora de transmitir un sentimiento. Es por este motivo que se percibe que una canción es triste incluso cuando esta se canta en un idioma que se desconoce.