Vía Gaceta de la Iberoesfera

El comunista Pedro Castillo aprovechó su mensaje al Congreso por el 28 de julio -Día de la Independencia de Perú- para atacar a la prensa y victimizarse ante las críticas por su pésima gestión y las denuncias de presuntos actos de corrupción que pesan en su contra.

Además, el discurso que dio ante el Legislativo como recuento del primer año de su Gobierno estuvo plagado de eslóganes populistas, cifras inexactas y una aureola de “optimismo” totalmente desconectada de la realidad.

Pedro Castillo calificó de “noticias falsas” las imputaciones vinculadas a los casos de presunta de corrupción que lo involucran a él y a su círculo más íntimo, sobre todo a su exsecretario Bruno Pacheco -hoy bajo custodia de la Fiscalía tras cuatro meses de estar no habido-, su exministro Juan Silva y su sobrino Fray Vásquez, estos dos últimos prófugos de la justicia.

“A los medios, empeñados en desestabilizar al gobierno, no les interesa difundir los logros. Solo se emiten mentiras y noticias falsas de Pedro Castillo, […] acusado de corrupción sin ninguna prueba. Se van a cansar de buscar pruebas porque no las van a encontrar”, dijo el mandatario en su discurso.

«Aun cuando se injuria a mi familia a diario y se ofende la majestad de la Presidencia de la República, me someto a la justicia para aclarar los delitos que se me pretender imputar con respeto al debido proceso y no a la justicia mediática. Mi deber es decir siempre la verdad”, mencionó en otro momento.

El presidente peruano también acusó a los periodistas de desinformar y no reportar los que considera como los logros de su gestión, si bien muchos de estos logros atribuidos son consecuencias de las políticas públicas a las que juzga de “neoliberales” y son las que han dado estabilidad al país andino por décadas.

“No importa que quienes deberían también informar, hayan ocultado e ignoren nuestros logros y se dediquen a difamar y mentir, acusándonos sin ninguna prueba […] Los medios de comunicación, en su mayoría, se han encargado de que nos mantengamos desinformados. ¿Acaso se difunde la información del crecimiento económico?”, agregó.

Este ataque frontal a la prensa motivó a la directora del área de Libertades Informativas del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), Adriana León, a pronunciarse en defensa de los periodistas peruanos, bajo un ataque constante de parte de la izquierda radical desde mediados de la segunda vuelta electoral que polarizó a la nación en 2021.

“El rol de la prensa es fiscalizar la gestión pública. Ya será la ciudadanía la que resuelva, diga o vote como quiera. No es el rol de la prensa a destacar los logros de un presidente o un funcionario, para eso existen las oficinas de comunicación”, comentó a El Comercio.

Por su parte, la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) remarcó que la labor de la prensa es indagar y documentar las denuncias contra funcionarios, y que “flaco favor le hace a la democracia que en un mensaje a la Nación se instale el relato de que ‘los medios solo dicen mentiras’”.

En la misma línea se manifestó el Colegio de Periodistas de Lima.

‘Vive en un mundo paralelo’

La expresidenta del Congreso, María del Carmen Alva (Acción Popular), cuestionó el discurso de Pedro Castillo y le recomendó cambiar de asesores pues aseguró que “le pasaron datos de Suiza”, esto en referencia a las cifras alentadoras que el mandatario utilizó para brindar un escenario de optimismo, cuando la realidad es que el Perú atraviesa un duro momento para la inversión, tanto pública como privada.

“Creo que los asesores se equivocaron, le pasaron los datos de Suiza, nunca me imaginé que estábamos tan bien en el Perú. Yo recorro todas las regiones. No hay agua, no hay desagüe, los colegios se caen a pedazos, todo es un desastre. Creo que vive en un mundo paralelo. Creo que tiene que cambiar de asesores”, indicó la parlamentaria a su salida del Hemiciclo en declaraciones para Canal N.

El discurso cínico de Castillo provocó que al final de su intervención los congresistas de oposición se pusieran de pie y le gritaran “corrupto” a viva voz. Esta reacción de parte de la derecha fue criticada ampliamente por los bloques de izquierda y el oficialismo, que parecen estar dispuestos a dejarse arrastrar por el desborde de denuncias por corrupción e investigaciones fiscales que pesan sobre el jefe de Estado y sus familiares.