Vía Panampost

Los puertos españoles recibieron en todo el año 2023 un total de 1,4 millones de toneladas de crudo venezolano cuando en 2022 la cifra había sido de 727.000 toneladas

La flexibilización progresiva de sanciones por parte del Gobierno estadounidense de Joe Biden ha permitido al régimen de Nicolás Maduro oxigenar a la golpeada industria petrolera que no solo ha reanudado negociaciones con Estados Unidos a través de Chevron, que recibió desde hace poco más de un año una autorización de Washington para retomar algunas operaciones en Venezuela, sino también con Italia y España a través de sus compañías Eni y Repsol, respectivamente, que casi en paralelo se beneficiaron con la misma medida.

Esto ha permitido que en el último año, España casi haya duplicado la compra de petróleo venezolano pese a que la situación política lejos de mejorar se ha agravado con la nueva ola de persecución judicial emprendida por la dictadura chavista para neutralizar a los opositores en pleno año electoral.

Los puertos españoles recibieron en todo el año 2023 un total de 1,4 millones de toneladas de crudo venezolano, cuando en 2022 la cifra había sido de 727.000 toneladas, según revelan las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), actualizadas este lunes.

Los más recientes números, correspondientes a diciembre, revelan que solo en ese mes el despacho fue de 153.000 toneladas, igual que en los dos meses anteriores, siendo julio el mes que más aportó a la cifra total del año al registrar un pico de 238.000 toneladas.

Venezuela desplazó a Colombia

Los despachos de petróleo venezolano a España se habían paralizado en septiembre de 2020 por presión del gobierno estadounidense que en ese momento presidía el republicano Donald Trump. Con el progresivo alivio de sanciones de la administración demócrata de Joe Biden, Madrid y Caracas reanudaron las negociaciones desde julio de 2022, con una pausa en los tres meses posteriores por la negativa del régimen de Maduro a tomar estos envíos como parte de un mecanismo de pago de la millonaria deuda que tiene la estatal venezolana PDVSA con la española Repsol, estimada en unos 200 millones de euros.

Todo indica que Caracas cedió. Desde noviembre de 2022 se han mantenido los despachos de petróleo venezolano a España, llegando incluso a superar el año pasado a Colombia, que exportó 1,1 millones de toneladas de crudo al país europeo, cuando durante los casi dos años de paralización de las negociaciones entre PDVSA y Repsol, la colombiana Ecopetrol había ocupado el puesto de la estatal petrolera venezolana.