Vía El Economista

La firma contempla un retroceso de los precios a 65 dólares el barril

Los tambores de recesión amenazan con terminar con el rally del petróleo. Los analistas del banco de inversión de Citi son los primeros en abordar este escenario para el crudo y señalan que los precios suelen caer a niveles del coste marginal. La previsión de la firma contemplan una caída del petróleo a 65 dólares a final de año, si finalmente hay recesión. El barril llegará a 45 dólares, si la crisis se prolonga para 2023.

La recesión comienza a convertirse en una realidad y promete terminar con parte de la inflación, que está poniendo en jaque a los bancos centrales y a la economía global. El petróleo se encuentra en todo el meollo del problema. La escalada de precios se desató inicialmente por el rally del coste de la energía. Tanto el Brent como el Texas acumulan una apreciación sobre el 45% en lo que va de año. Desde finales de febrero, cuando se inició la invasión rusa a Ucrania, la cotización se ha instalado por encima de los 100 dólares.

Los mercados financieros están empezando a comprar una verdad incómoda: la economía se dirige hacia la recesión global. Y en este escenario, no hay lugar para precios elevados del petróleo. «La evidencia histórica muestra que los precios caen cuando hay recesión a niveles de su coste marginal», explican Francesco Martoccia y Ed Morse, analistas de materias primas de Citi.

Los expertos indican que los precios se hunden por el miedo a una contracción de la demanda, pero «solo se vuelve negativa en las peores recesiones globales». En precio, la previsión de recesión global significa que el Brent termine el año en 65 dólares y toque los 45 dólares en 2023. Eso sí, los expertos subrayan que los pronósticos están basados en la ausencia de movimientos por parte de OPEP y sus socios y en que continúe la caída de inversión.

El cartel, en los últimos meses, ha aumentado la producción de crudo hasta los 648.000 barriles diarios desde los 432.000 barriles, que mantenía desde el último año, hasta el pasado mes de junio. De fondo con la invasión a Ucrania, los expertos tampoco descartan movimientos de Rusia para mantener los precios elevados. Ayer, JP Morgan alertaba de que Moscú tendría margen para recortar la producción de crudo en 5 millones de barriles, lo que provocaría tensiones en el mercado y dispararía el precio del petróleo cerca de 400 dólares.

El consenso de mercado todavía mantiene una previsión del precio del petróleo por encima de los 100 dólares. Citi es de los primeros bancos de inversión en poner negro sobre blanco el impacto de la recesión en el petróleo. Pero cada vez más analistas contemplan esta posibilidad. «La desaceleración del crecimiento mundial domina la ecuación de oferta y demanda del petróleo, el Texas debería terminar en el rango entre los 50 y los 70 dólares», comenta Lorcan Roche Kelly, analista de Bloomberg. Y señala que en la segunda parte del año se debería desvanecer los factores alcistas que han mantenido al crudo en estos niveles, como la guerra en Ucrania y el repunte de la demanda, tras una nueva reapertura de la economía.

«El temor a más sanciones de EEUU y la UE sobre las exportaciones de petróleo ruso ha disuadido hasta ahora las ventas en corto agresivas», comenta John Kemp, especialista de energía. La caída de las últimas semanas proviene de la liquidación de antiguas posiciones largas alcistas, apunta el experto. Según avanzan los nubarrones sobre la economía por el aumento de la inflación y de los tipos de interés, más presión bajista hay para el petróleo.