Vía Huffington Post

La imagen de los agentes tocando la carrocería es frecuente en películas estadounidense y ahora se ha extendido a numerosos vídeos reales.

La imagen es frecuente en películas estadounidense y ahora se ha extendido a numerosos vídeos reales que se comparten por las redes sociales. Un policía detiene a un automóvil y, al aproximarse al vehículo, toca con su mano derecha la parte posterior del mismo. Son muchas las ocasiones en las que se recoge una práctica que, obviamente, no es casual.

El gesto policial se corresponde a un protocolo utilizado por los agentes en Estados Unidos y en algunos otros países, especialmente cuando patrullan en solitario.

El policía se acerca al maletero del coche detenido por el lateral en el que se encuentra el conductor y coloca los dedos de una mano en la zona posterior. En primer lugar, con ello comprueba que el maletero se encuentra cerrado y no tendrá la sorpresa de que alguien pueda salir del mismo.

Huellas dactilares en el coche

Pero la acción va un paso más allá e importante para la seguridad del agente. Al tocar la carrocería del coche en una zona definida para tal fin en su instrucción, deja las huellas dactilares marcadas en la chapa.

Con ello, en caso de producirse un ataque al policía podrían relacionar al vehículo en cuestión con el delito, algo valioso en caso de no poderse contar con la declaración del agente.

La aproximación al conductor del coche se realiza por el lateral para evitar ser atropellado, tanto si el coche arranca hacia adelante como si da marcha atrás.

Una vez a la altura del puesto de conducción, el policía también suele poner su mano en el techo, justo encima de la ventanilla, al tratarse de otra zona en la que se podrían localizar sus huellas dactilares en caso de necesidad.

Así que el gesto, tan repetido en películas y vídeos, tiene una justificación de seguridad. Los policías lo utilizan para relacionar su presencia con el vehículo en caso de producirse algún incidente de gravedad.