Por Ludmila Vinogradoff en ABC
La candidata venezolana, favorita en las primarias de la oposición y para derrotar a Maduro en las presidenciales de 2024, asegura que el pueblo está con ella y que seguirá adelante incluso si el Gobierno intenta inhabilitarla
La caraqueña María Corina Machado, ingeniero industrial de 55 años y líder del partido Vente Venezuela de centro liberal, vive un momento estelar en su carrera como política, en la que se ha destacado por su verbo apasionado, constancia e insistencia en la causa de la democracia liberal, unas características que la distinguen de sus compatriotas.
Este viernes inscribió oficialmente su candidatura en las primarias abiertas de la oposición, previstas para el 22 de octubre, para elegir al candidato presidencial unitario que se enfrentará al chavismo en las presidenciales de 2024.
La postulación de su candidatura incluyó un acto de masas convocado a las 10 de la mañana en la Plaza Altamira de la capital venezolana. Los cientos de seguidores la acompañaron en una marcha por el municipio de Chacao hasta la sede de la Comisión Nacional de Primarias.
Todas las encuestas la colocan con más de 57% y 60% de preferencia. Su campaña atrae multitudes de seguidores al punto de convertirse en el «fenómeno María Corina», lo que ha contrariado al Gobierno de Nicolás Maduro que intenta por todos los medios sacarla de la carrera por la Presidencia.
Su campaña ha sorprendido incluso a sus compañeros de las primarias por la magnitud que está tomando el fenómeno electoral. Ella no se lo esperaba. «Es muy emocionante lo que está pasando. Todavía confieso que lo estoy procesando. No se imagina la cantidad de cosas que recibo en mis recorridos», afirma a ABC la candidadata durante la entrevista que concedió esta semana en su oficina.
Sus manos están llenas de rasguños y moretones en la espalda debido a las caminatas apretujadas en los pueblos. «La gente me abraza y me habla al oído. Mucha gente se quita sus rosarios y me lo ponen. También un bebé en los brazos. Un anciano que me dice: tu eres la última oportunidad que tengo para conocer a mis nietos, que solo los conozco por un Whatsapp. Eres mi última esperanza para traer a mis hijos del extranjero».
De unas 300 personas que se encontraban en los poblados, ahora son 1.500 personas las que le acompañan en sus recorridos. «Conozco la Venezuela profunda por dentro. Tengo prohibición de salida del país y no puedo tomar un avión. Tampoco transitar por carretera porque me lo impiden las alcabalas de la Guardia Nacional. Pero supero los obstáculos por tierra hablando con los militares». Machado revela que la mayoría de sus seguidores son chavistas arrepentidos.
«Siento que esa Venezuela que se veía triste y apagada, que se sentía traicionada a principios de año despertó. Y eso está ocurriendo de manera aluvional. Siento que nuestros encuentros no son tanto por la lucha electoral sino que van más allá hacia la dimensión espiritual. Esto es una lucha del bien contra el mal», remata.
Temor por sus hijos
Pero su auge popular tiene asustado al chavismo, pero María Corina no teme estar en la mira del Gobierno de Maduro y ser su objetivo principal. Ha tomado sus precauciones, entre ellas, la de enviar a sus tres hijos al exterior, lo que le ha costado sentimientos de culpa por no estar a su lado cuando se graduaron en los colegios. «Creo que el chavismo no me tiene miedo a mí sino al pueblo de Venezuela porque sabe que el pueblo está conmigo».
A María Corina a secas, como la llaman, no le importan los riesgos que vive por desafiar al régimen chavista que intenta inhabilitarla para frenar su popularidad. «A mí me han acusado de todo pero los jerarcas chavistas me han calibrado mal. En muchos de sus ataques buscaban que yo me fuera del país y aquí estoy dando la pelea y ha sido duro para mi familia y eso me hace sentir muy culpable. Han querido silenciarme y no han podido. También me han extorsionado y no han podido», añade.
«Seguiré adelante en caso de una inhabilitación. Eso no depende del Gobierno, depende de la gente y por eso digo esta lucha es hasta el final. La verdad es que vivimos en una dictadura, nos enfrentamos a una tiranía criminal vinculada con el narcotráfico, el lavado de dólares, el financiamiento al terrorismo y que ha entregado el territorio a grupos criminales que tienen vínculos con elementos geopolíticos extraterritoriales como Irán, China y Rusia».
Su estrategia tiene un nombre que es la construcción de una fuerza: «Para ello necesito la confianza la que hemos logrado en estos últimos meses. Y ahora toca convertir toda esta energía en una fuerza constructiva y para eso son las primarias».
La líder explica que las primarias son un proceso y un hito canalizador de fuerza. «A partir de las primarias aquí hay otra realidad donde vamos a lograr cuatro cosas: coordinar a todas las fuerzas democráticas, montar una legión y organización ciudadana como nunca antes lo habíamos hecho, darle legitimidad al liderazgo que de ahí surja y en cuarto lugar tener una interlocución seria y unificada de cara a toda la comunidad internacional. A partir de ese momento ya podemos hablar de tú a tú con el régimen».
Negociar con Maduro
Ella está dispuesta a negociar con Maduro para que salga del poder. «A ellos les convendría por su propio bien ir a una negociación real para su salida y no una negociación para su quedada como ha sido hasta ahora».
El tiempo le ha dado la razón a María Corina que rechazaba las primarias con la participación del CNE chavista. El régimen decidió cambiar el ente electoral por otro controlado totalmente por el chavismo.
Y en caso de resultar favorecida por la oposición, no descarta seguir la lucha con el CNE chavista «a partir del día siguiente con la fuerza que vamos a construir con las primarias, vamos a luchar para lograr esas condiciones competitivas. Yo si voy a dar la pelea», insiste. María Corina es optimista y considera que para las presidenciales el panorama del CNE podría ser distinto. «Faltan 18 meses para las presidenciales. Y pueden cambiar muchas cosas de aquí a allá»
Las primeras acciones que tomará si es la candidata de la unidad es llamar a todos los presidentes de América Latina como Luiz Inacio Lula Da Silva, Gustavo Petro, Andrés Manuel López Obrador, Gabriel Boric y Alberto Fernández, a todos los que han dicho que son cercanos a Maduro y que creen que lo prioritario es hacer unas elecciones presidenciales legítimas como acordaron en la conferencia internacional el 25 de abril en Bogotá y «decirles si ustedes están de acuerdo con unas elecciones competitivas y legítimas díganle a Maduro que se asegure y permita que todos los venezolanos refugiados en sus respectivos países puedan votar en las elecciones presidenciales como votaron en las primarias».
También planea contactar con la Organización de Estados Americanos (OEA), la UE y las Naciones Unidas para decirles que estos son los estándares de las elecciones competitivas. «Voy a plantear públicamente la disposición para ir a una negociación real y seria para lograr esas condiciones mencionadas».
Maduro ha sumido al país en la bancarrota y no tiene dinero ni para pagar el sueldo de los maestros. María Corina tiene un plan para hablar con todos los tenedores de bonos y acreedores. «aquí vamos a la situación de win-win (ganar ganar), a los acreedores financieros y comerciales».
Los planes de Machado
La deuda externa que deja el régimen es de 200.000 millones de dólares. La líder liberal va a contactar a las empresas que tienen litigios con la República, a hablar con los potenciales inversionistas, con los multilaterales y los gobiernos aliados y decirles: «Nosotros tenemos la capacidad, no solo de derrotar a Maduro, sino de cobrar y adicionalmente de agarrar este país, que está convertido en tierra arrasada, y acomodarlo en una transición estable y sostenible que permita primero privilegiar las necesidades de la población venezolana y en segundo lugar cumplir con todos nuestros compromisos legítimos financieros, judiciales y comerciales, de manera ordenada».
En cuanto a las elecciones que tendrán lugar en España el próximo mes de julio, expresa su optimismo: «Tenemos grandes aliados en España que han sido aliados de la democracia y la libertad. Tengo grandes amigos en el PP y VOX. Creo que España fortalecerá la institucionalidad, la democracia y la integridad como nación. Tengo mucha fe en el proceso español».
Argentina también proyecta un cambio hacia el liberalismo y un alejamiento de la izquierda en Iberoamérica. «Creo que la confluencia de liberales y conservadores es una respuesta natural ante el modo en que estos sectores de izquierda se han aliado, en muchos casos, con grupos que buscan destruir la democracia liberal y sus instituciones, y que por ende son una amenaza incluso para los Estados Unidos, que constituyen su objetivo principal».
Lo que está pasando en América Latina, y más concretamente en España y Argentina, son buenas señales, pero no hay que bajar la guardia, afirma. «En todo caso, estoy convencida de que una vez que logremos lo que vamos a lograr en Venezuela, eso sí que va a ser una estocada final para regímenes como los de Nicaragua y Cuba. Tenemos la oportunidad de liberar a varios países y lo vamos a hacer».