Vía EnsedeCiencia

El punto y coma (;) es un signo de puntuación que indica una pausa mayor que la marcada por la coma y menor que la señalada por el punto. Aunque es fácilmente de reconocer a este signo, es frecuente las dudas sobre su uso y otras veces de deja en el olvido. En este artículo vamos a ir más a fondo y nos preguntamos sobre el plural del punto y coma.

¿Cuál es el plural de «punto y coma»?

Respuesta corta: el plural del «punto y coma» es invariable. Vea el ejemplo:

Los «punto y coma» son necesarios en algunos enunciados, pero muchas veces no se consideran.

La Real Academia Española (RAE) respondió a la consulta en su cuenta oficial de Twitter:

Consultas de la semana | ¿Cuál es el plural de «punto y coma»?

El plural del nombre «punto y coma» es invariable: «Coloque las comas y los punto y coma que considere necesarios en los siguientes enunciados».

El Diccionario panhispánico de dudas explica que en español hay dos marcas para formar el plural de los sustantivos y adjetivos: -s y -es. Existe asimismo la posibilidad, aunque no es lo normal, de que permanezcan invariables. Vea a las reglas que debe cumplir para la elección de una de estas opciones dando clic aquí.

Tal vez lo hayas notado, y es que ciertamente el punto y coma es, de todos los signos de puntuación, el que presenta un mayor grado de subjetividad en su empleo. En muchos casos, es posible optar, en su lugar, por otro signo de puntuación, como el punto y seguido, los dos puntos o la coma; pero esto no significa que el punto y coma sea un signo prescindible.

De acuerdo con las normas ortográficas, el punto y coma se escribe pegado a la palabra o el signo que lo precede, y separado por un espacio de la palabra o el signo que lo sigue. No cumple la misma función de un punto, así que la primera palabra que sigue al punto y coma debe escribirse siempre con minúscula.

¿Qué es el Diccionario panhispánico de dudas?

Según describe en su sitio web, el Diccionario panhispánico de dudas (DPD) es una obra de consulta, compuesta de más de 7000 entradas, en las que se da respuesta, de forma clara y argumentada, a las dudas más habituales que plantea hoy el uso del español, sean de carácter fonográfico (pronunciación, acentuación, puntuación, grafías, etc.), morfológico (plurales, femeninos, formas de la conjugación, etc.), sintáctico (problemas de construcción y régimen, concordancia, leísmo, dequeísmo, etc.) o lexicosemántico (impropiedades léxicas, calcos semánticos censurables, neologismos y extranjerismos o topónimos y gentilicios de grafía dudosa o vacilante).