Por Rafael de la Cruz
Sigo con la presentación y análisis del programa de gobierno de María Corina Machado en la última entrega de este año 2023. En esta ocasión voy a tratar el tema de la educación.
El sistema educativo venezolano ha sido una de las grandes víctimas del socialismo del siglo XXI. Los niños atienden solo dos días de clase a la semana. Los maestros tienen sueldos miserables de 20 dólares mensuales en promedio, mientras en América Latina los maestros ganan entre 500 y hasta 2.000 dólares al mes. Los exámenes de evaluación fueron abolidos hace dos décadas, por lo que es imposible conocer el progreso educativo de los niños. Un estudio de la agencia de desarrollo de los Estados Unidos revela que 68% de los estudiantes presenta un significativo retraso en lecto-escritura. Los materiales didácticos han sido distorsionados y falsean la historia del país. Algunas escuelas privadas ofrecen una educación de mayor calidad, pero sus costos las hacen inaccesibles para la mayoría de la población. En estos años de deterioro creciente de la educación el régimen ha hecho un daño enorme a las nuevas generaciones de niños y jóvenes.
El propósito del programa de educación
Pero es posible remediar este daño y lograr una educación que garantice que todas las personas tengan igualdad de oportunidades para adquirir los conocimientos y habilidades y desplegar así todo su potencial en un mundo cada vez más complejo. El propósito del programa en educación es empoderar a los niños y jóvenes con competencias que van desde la alfabetización en lectura y matemáticas, la comprensión de las artes, ciencias e historia, hasta desarrollar un pensamiento crítico, comunicación efectiva, colaboración y confianza en sí mismos. María Corina visualiza una Venezuela trilingüe en la que todos los muchachos dominen el español, el inglés y el lenguaje digital. El compromiso de su gobierno será que nadie quede excluido de las oportunidades de una educación de calidad.
¿Cómo lograrlo?
Para cumplir estos objetivos se requiere una transformación profunda del sistema educativo, con el concurso de la iniciativa privada. Se implantará un sistema de financiamiento a través de vouchers (vales educativos) que el gobierno ofrecerá a las escuelas tanto públicas como privadas, por cada estudiante matriculado. De esta manera, las familias podrán elegir libremente en qué escuelas inscribir a sus niños, atendiendo a la calidad que cada escuela ofrezca. La disponibilidad de los vouchers dependerá del ingreso familiar, ofreciendo mayor apoyo a las familias de menores recursos.
Para apoyar a las familias a decidir en qué escuela solicitar el ingreso de los niños y jóvenes, se implantará un sistema nacional de exámenes que evaluará los avances educativos de cada institución escolar. Los resultados de estos exámenes serán públicos, con lo que las familias tendrán acceso a información esencial sobre los logros académicos de las escuelas. Por otro lado, las escuelas mismas tendrán la información necesaria también para aprender en qué áreas deben mejorar para aumentar su calidad y pertinencia.
Acciones de corto plazo
Un cambio tan profundo del financiamiento del sistema escolar, de la organización de la educación y de la medición de resultados será necesariamente progresivo, pero se empezará a trabajar desde el primer día del gobierno de María Corina. Además de comenzar la implementación del sistema de vouchers, el programa de gobierno prevé acciones de corto y mediano plazo. Entre las primeras se encuentran: (i) iniciativa “Todos los niños en la escuela”, para asegurar que ningún muchacho quede rezagado al inicio del próximo año escolar y que todos asistan a la escuela todos los días; (ii) programa de emergencia para recuperar el aprendizaje fundamental de lecto-escritura y matemáticas; (iii) programa de alimentación escolar para que llegue a todos los niños que lo requieren; (iv) programa “Aprende el lenguaje digital” a gran escala; (v) recuperación progresiva de los salarios de los maestros; (vi) cambios legales que permitan la liberalización del sistema educativo y la participación del sector privado en la educación; (vii) comienzo de un programa de emergencia para rehabilitar la infraestructura y las instalaciones escolares; y (viii) diseño de un nuevo marco curricular y del sistema de evaluación del aprendizaje. Se pondrá fin de manera inmediata al adoctrinamiento ideológico y a la politización de la educación.
Acciones de mediano plazo
En el mediano plazo el programa define las siguientes medidas, entre otras: (i) se completará la transición hacia un programa generalizado de subsidios por estudiante mediante el sistema de vouchers; (ii) aplicación general del nuevo marco curricular nacional para todos los estudiantes del país, acompañado de las guías didácticas y materiales correspondientes; (iii) implementación de evaluaciones de aprendizaje estudiantil y adopción de mecanismos independientes de certificación alineados con los objetivos de aprendizaje; (iv) fomento de diversos modelos educativos financiados a través del programa de vouchers (escuelas públicas, escuelas privadas subvencionadas, escuelas en concesión, micro-escuelas comunitarias, etc.); y (v) implementación de una nueva carrera para profesionales de la educación que asegure oportunidades de crecimiento profesional y condiciones laborales dignas para los maestros.
El mercado al servicio de las familias
Estos cambios en el sistema educativo están concebidos para poner el mercado a trabajar para los niños, los jóvenes, y las familias. La competencia entre instituciones escolares para atraer estudiantes generará incentivos para mejorar la calidad de la educación tanto pública como privada.
El incremento del capital humano que se generará con el cambio de rumbo en la educación abrirá oportunidades para labrar una mejor vida para los habitantes de esta tierra de gracia, con el trabajo honesto de cada quien, en un país libre y decidido a desarrollar todo su potencial.
Quieres saber más? Enlace al programa de gobierno: https://conmariacorina.com/es/programa-de-gobierno.
Rafael de la Cruz es miembro del equipo económico de María Corina Machado y ex gerente general del grupo de países andinos del BID.