Por Rafael de la Cruz
María Corina ha levantado un inmenso movimiento popular que ve en ella la esperanza de una Venezuela, tierra de gracia, libre, democrática y próspera. Y así decidió ponerle el título a su programa de gobierno. Este no es un movimiento mesiánico ni caudillesco. Es una ruta para hacernos a los venezolanos dueños de nuestros destinos, con igualdad de oportunidades para alcanzar lo que nos propongamos con el trabajo honesto y tenaz de cada uno de nosotros. Es una ruta ambiciosa y realista para construir una nueva Venezuela, y dejar atrás más de dos décadas de destrucción masiva de la sociedad, la economía y las instituciones.
Los principios sobre los que se sostiene este programa son tres: (i) el libre desarrollo del individuo, sin el tutelaje del Estado; (ii) un Estado al servicio de los ciudadanos, y no lo contrario como es el caso ahora; y (iii) una economía de libre mercado, para desatar las fuerzas creadoras de riqueza de todos los venezolanos y deshacernos de las ataduras atávicas del socialismo.
Bajo estos principios, el programa de gobierno de María Corina define seis ejes de política prioritarios.
El primero trata de las bases políticas para la convivencia: restablecimiento de la libertad, la democracia y el funcionamiento efectivo del Estado. Saldremos definitivamente de este mastodonte autoritario y anquilosado que han creado dos décadas y media de barbarie. Este eje incluye igualmente la separación de poderes, la libertad de prensa y la reorganización del Estado sobre un modelo de real federalismo.
El segundo eje de política es la estabilización expansiva: una economía para la prosperidad, la eliminación de la pobreza y el crecimiento de la clase media. Para empezar, hay que poner orden en el despelote en el que han convertido la economía del país, y al mismo tiempo crear los incentivos para crecer aceleradamente, crear empresas y generar millones de buenos empleos.
El tercer eje se titula una sociedad de oportunidades, inclusión y movilidad social, y se dedica a la salud, la educación, las pensiones y programas para la atención de la familia y la emergencia humanitaria. En todas estas áreas el programa presenta propuestas concretas para poner a funcionar los fundamentos de una sociedad de oportunidades, con personas sanas, niños educados, adultos mayores con una vida digna y apoyo a la familia.
El cuarto eje contiene las propuestas para desarrollar una economía verde resiliente, la protección ambiental y prepararnos para la transición energética del modelo de hidrocarburos a un modelo de energías limpias, que abundan en Venezuela. El petróleo será una palanca fundamental para impulsar nuestro desarrollo y la privatización de la industria petrolera va a ser el instrumento para atraer el capital necesario para reactivar este vital sector de la economía. Pero el programa también reconoce que la era de los hidrocarburos tiene un límite en el tiempo, y esta sección prevé cómo irnos preparando para un futuro con una matriz energética sostenible y limpia.
El quinto eje se refiere al restablecimiento del lugar de Venezuela en el mundo y la atención a los venezolanos en el exterior. Si hay algo en lo que el régimen ha sido exitoso es en aislarnos de las grandes corrientes de progreso del mundo, en destruir las relaciones con los países de mayor empuje y desarrollo, entregar porciones del territorio nacional a guerrillas, mafias, y agentes externos, y en expulsar del país a casi la cuarta parte de nuestra población. El programa presenta una ruta clara para rescatar la soberanía, reincorporar a Venezuela en el contexto internacional y devolverle el liderazgo que merece como un ejemplo de democracia y libertad. En este eje se encuentran las políticas para abrir opciones de regresar a los venezolanos que se han tenido que ir, y de darles representación política en el parlamento.
Finalmente, el sexto eje se dedica a la seguridad ciudadana para la regeneración democrática en Venezuela y la defensa de la soberanía. En esta sección del programa se trazan los lineamientos para rescatar la función de la seguridad pública y de las fuerzas armadas y ponerlas al servicio de la Nación, de modo que recuperen la confianza de los ciudadanos y su función de garantes de la paz y la democracia.
En las próximas semanas analizaré cada uno de los ejes del programa de gobierno de María Corina. Hay muchas y ambiciosas ideas para hacer que todos estos temas, de vital importancia para el país, se encaminen en la dirección del futuro brillante que nos espera. Un futuro que pasa por la elección de las primarias este domingo 22 de octubre, es decir, mañana. Salga a votar. Le conviene.
Para aquellos que quieran empezar a estudiar el programa, aquí les dejo la dirección en la que lo pueden consultar: https://conmariacorina.com/es/programa-de-gobierno
Rafael de la Cruz es miembro del equipo económico de María Corina Machado y ex gerente general de países andinos del BID.