Por Dalia Gutiérrez en Reforma
En los últimos años, diversas celebridades han puesto en evidencia que alejarse por algún tiempo del mundo digital puede ser de gran beneficio.
Hace unos días Tom Holland, estrella de Spider-Man: No Way Home, anunció su separación temporal de redes para enfocarse en su salud mental.
«Me tomé un descanso porque encuentro que Instagram y Twitter son sobreestimulantes y abrumadoras», dijo en un video. «Me quedo atrapado y caigo en una espiral dañina cuando leo cosas sobre mí en línea y, en última instancia, es muy perjudicial para mi estado mental. Por ello, decidí darme un descanso y eliminar la aplicación».
Otros artistas jóvenes como Selena Gómez, Shawn Mendes y Ed Sheeran han hecho lo mismo: encuentran las redes muy tóxicas, adictivas o carentes de significado.
Muchos acostumbran revisar de forma continua sus teléfonos para consultar notificaciones y pasar el tiempo en redes, lo que se acrecentó increíblemente durante el aislamiento por la pandemia del Covid-19. Estudios han demostrado, sin embargo, que a veces esto puede ser muy perjudicial.
Un «break» o pausa de las redes sociales, señala Medical News Today, es un periodo en el que una persona deja de usar las plataformas en diferentes niveles. El usuario decide la duración y la manera en que lo hace.
«Tomar algún tiempo fuera de redes puede brindar una pausa refrescante y un beneficio para la salud mental», indica.
Diversas investigaciones, apunta, han encontrado que limitar el uso de redes sociales por una semana puede ayudar a mejorar el bienestar al prevenir problemas para dormir, reducir niveles de estrés, sensaciones de soledad, ansiedad y depresión.
¿Qué tan dañinas pueden ser las redes?
«Si a mí me dicen una grosería, la intentamos manejar, nos la explicamos y ya. Listo», señala la psicóloga María de los Ángeles Heftye, directora del Clúster de Humanidades de la Universidad Regiomontana.
«Pero si es continuo y de muchas formas, por más equilibrado que estés, en algún momento te van a hacer cuestionarte, te puede llevar a aislarte, a estar deprimido, enojado, a cuestionar tu autoestima».
Es común que en cualquier publicación que se comparte en el mundo digital aparezca algún comentario agresivo o de odio. Puede ser una crítica hacia una situación en particular o un insulto hacia alguien en específico.
El grado de afectación para quien es agredido varía, principalmente, según la madurez emocional de la persona.
Lo más leve que puede ocurrir es que se sienta preocupada, avergonzada, tonta o asustada, indica Marta Sylvia del Río, profesora titular del Departamento de Computación e Ingeniería Industrial de la UDEM.
«En el segundo nivel se puede sentir emocionalmente avergonzada y perder interés en lo que le gusta», apunta.
Cuando la gente se engancha y tiene pocos recursos para su manejo, afirma Heftye, la persona puede llegar a consecuencias funestas como el suicidio.
Todos pueden atravesar por una situación así y, por lo regular, niños y adolescentes son más vulnerables.
En el caso de los adolescentes, destaca Del Río, lo que suele afectarles más es cuando se difunde una mentira o se publican fotos o videos.
Ante esto, es momento de reflexionar cómo no responder visceralmente. Y, si esto resulta difícil, entonces lo mejor es tomar vacaciones de las redes.
Si sientes esto, toma un respiro
Algunas señales de que quizá necesitas una pausa de las redes:
–No puedes parar de compararte.
–Empiezas a «scrollear» sin darte cuenta.
–Te molesta todo lo que ves en redes.
–Te abruma no poder revisar tus cuentas.
–No disfrutas si no lo compartes en redes.
–Pasas mucho tiempo en las plataformas.
–Es lo primero que haces al despertar y antes de dormir.
–Estar en redes ya no es tan divertido.
* Fuente: Cleveland Clinic