Ya nada es estático, todo avanza, nada se detiene, los paradigmas cambian, al igual que los gustos y los hábitos de consumo. ¿Cómo sobrevivir ante estos retos? Y más que sobrevivir, ¿Cómo mantener la ruta hacia el éxito en medio de realidades tan cambiantes?, la clave es la reinvención.
Es un reto personal y profesional diario, hoy te sientes seguro, sientes tu negocio bien encaminado, pero de repente las circunstancias pueden cambiar, las condiciones pueden pasar de una situación concreta, estable, a otra donde el contexto, las realidades y las necesidades son desconocidas.
Corresponde entonces siempre estar alerta ante los cambios que pueden venirse gestando e ir planificando escenarios, para poder adaptarse a las nuevas circunstancias y continuar creciendo.
La reinvención es lo desconocido, es riesgo, implica tomar un rumbo distinto. Se trata de salir de la zona de confort: tú decides, si paralizarte de miedo, o tomar el control y avanzar hacia la necesaria transformación.
Ejemplos de negocios que parecían los más exitosos y estables del mundo, pero que sucumbieron ante la visión de futuro de otros y a los cambios de hábito y consumo del colectivo, abundan.
Sino pregunten por allí por Netflix, que hizo desaparecer a los videoclubes; por portales como Booking.com, que están desestabilizando a las tradicionales agencias de viaje, por OLX que está poniendo fin a los avisos clasificados; Uber que puso en jaque a los taxistas, o Tesla que está haciendo dudar a las grandes ensambladoras de vehículos; o sistemas como Waze que está desplazando al GPS; o los Smartphones que condenaron a las casas de fotografías.
Cientos de ejemplos me quedan en el tintero para confrontarte con la realidad, una realidad que te obliga a estar siempre alerta de los cambios y las tendencias. Nada es seguro en esta vida.
¿Cómo reinventarse? Te invito a chequear este paso a paso:
Crea tu visión de futuro: Concéntrate en el futuro que quieres. Enfócate en nuevas metas, deslastrándote de toda predisposición al cambio.
Plasma en blanco y negro esa visión: Al plasmar en blanco y negro esa imagen, ordenaras las ideas y te ayudara a descubrir cómo te sientes al enfocarte hacia esa meta.
Transforma esa visión en tareas creíbles y realizables: Define tus objetivos y establécete acciones concretas. Plantéate una lista de tareas que puedas ir cumpliendo.
No pierdas el foco: Visualiza siempre el objetivo que te trazaste y focaliza todas las actividades hacia su consecución. Esto te ayudará a alejar y confrontar los obstáculos que te puedas encontrar en el camino.
Así como existen ejemplos de pequeñas innovaciones que irrumpieron en el mercado e hicieron tambalear a los más grandes, también hay ejemplos de grandes empresas que decidieron en un buen momento cambiar su rumbo, porque entendieron que, tal como reza un antiguo proverbio chino, “no puedes guiar el viento, pero puedes cambiar la dirección de tus velas”.
Coca- Cola, por ejemplo, comenzó en el siglo XIX como productor de jarabe medicinal, pero al no tener éxito cambió su rumbo hacia la fabricación de refrescos; Samsung se dedicaba a la venta de pescado; Peugeot fabricaba molinillos de café antes de dedicarse al mundo automotriz; o Colgate fabricaba jabones, velas y almidón.
Ahora te invito a detenerte y cuestionarte, ¿Cuánto tiempo crees que va a durar tu negocio así tal cual como vienes operándolo? ¿Cuánto tiempo crees que va a durar tu empleo en su forma actual? ¿Cómo era tu vida hace 10 años y cómo es hoy?
Mi recomendación es que te reinventes a diario, que te cuestiones a diario, siempre yendo hacia adelante, pensando en todas las personas que van delante de ti y que te llevan ventaja.
Y finalmente recuerda que el cambio está en tu predisposición y en la manera que decidas afrontar la vida. No tengas miedo, ¡tu puedes hacerlo!