Sam Altman, el director ejecutivo de Silicon Valley detrás de los chatbots ChatGPT y GPT-4 impulsados ​​por inteligencia artificial, ha sido despedido abruptamente por la junta directiva de su empresa en una importante reestructuración para la industria tecnológica.

OpenAI, respaldada por Microsoft, dijo el viernes que su junta directiva decidió la «transición de liderazgo» después de perder la confianza en la capacidad de Altman para liderar la empresa.

«La salida del señor Altman se produce tras un proceso de revisión deliberante por parte de la junta, que concluyó que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, lo que obstaculizó su capacidad para ejercer sus responsabilidades», dijo la compañía en un comunicado en su blog.

La junta directiva dijo que estaban agradecidos por las contribuciones de Altman pero que habían decidido que «es necesario un nuevo liderazgo a medida que avanzamos».

La empresa o su directorio no dieron más detalles sobre el motivo de la salida de Altman.

La directora de tecnología, Mira Murati, fue nombrada directora ejecutiva interina hasta que se encuentre un reemplazo más permanente para dirigir la empresa de 90.000 millones de dólares.

Altman representó a la compañía esta semana en un panel de discusión en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en San Francisco.

En una publicación en X, anteriormente Twitter, poco después del anuncio, Altman dijo que «le encantaba trabajar con gente tan talentosa» y que liderar la empresa había sido «transformador para mí personalmente».

Altman dijo en publicaciones posteriores en X que su despido fue una «experiencia extraña» y «algo así como leer tu propio panegírico mientras aún estás vivo», y que «si empiezo a estallar, la junta de OpenAI debería perseguirme por el resto». valor total de mis acciones”.

A diferencia de otros fundadores de tecnología como Mark Zuckerberg, Altman no tenía acciones en OpenAI y podía ser despedido en cualquier momento, informó el sitio de noticias Semafor a principios de este año.

La sorpresiva salida de Altman provocó una avalancha de reacciones en todo el sector tecnológico.

El ex director ejecutivo de Google, Eric Shmidt, describió en X a Altman como un «héroe» que había «cambiado nuestro mundo colectivo para siempre».

El presidente de OpenAI, Greg Brockman, cofundador de la startup con Altman y Elon Musk, anunció poco después de que se conociera la noticia que él también dejaría la empresa.

«Hemos pasado juntos por momentos difíciles y fantásticos, logrando mucho a pesar de las razones por las que debería haber sido imposible, pero según las noticias de hoy, renuncié», dijo en X.

Tres investigadores de alto nivel también renunciaron el viernes por la noche, informó el sitio de noticias tecnológicas The Information, citando a varias personas con conocimiento de la situación.

Altman se convirtió en un nombre familiar tras el lanzamiento de ChatGPT el año pasado, que cautivó y alarmó al público en igual medida con su capacidad para proporcionar respuestas largas y humanas, pero no siempre precisas, a las consultas de los usuarios.

En septiembre, la revista New York Magazine publicó un perfil comparando al emprendedor tecnológico con J. Robert Oppenheimer –conocido como el padre de la bomba atómica– y la revista Time lo incluyó en su lista de las 100 personas más influyentes en IA en 2023.

AP, Reuters