Pueden producir madera, crear puestos de trabajo, conservar limpios los ríos y albergar incontables especies del bosque. Las secuoyas de la costa viven únicamente a lo largo del litoral estadounidense del Pacífico, desde el sur de Oregón hasta Big Sur

Con una extensión estrecha que se extiende por unas 450 millas , desde Big Sur hasta el sur de Oregón, las secuoyas costeras (Sequoia sempervirens) son los seres vivos más altos del mundo, y uno en particular los supera a todos.

Hyperion, que lleva el nombre de un titán de la mitología griega y se encuentra en el Parque Nacional Redwood de California, mide 380 pies de altura (116 metros) . Eso es 65 pies (20 metros) más alto que el Big Ben de Londres y 10 pies (3 metros) más alto que el poseedor del récord anterior , otra secuoya costera.

El tamaño de una secuoya es sólo una de sus muchas características fascinantes. Sus sistemas de raíces son relativamente poco profundos (solo de 2 a 4 letros de profundidad), pero pueden crecer más de 30 metros hacia afuera desde el tronco , lo que les brinda estabilidad contra fuertes vientos e inundaciones.

También son viejas, muy viejas, y se estima que algunas secuoyas vivas hoy tienen más de 2000 años. Eso significa que existieron durante la República Romana (“sempervirens” significa “siempre floreciente”, después de todo). De hecho, su edad puede ser una de las razones por las que estos árboles pueden crecer tanto.

Algunos datos adicionales:

  • Hábitat: Las secuoyas costeras se encuentran principalmente en los bosques húmedos de la costa del Pacífico de California, Estados Unidos.
  • Características: Se caracterizan por su corteza roja y fibrosa, sus hojas en forma de aguja y sus conos cilíndricos.
  • Importancia: Las secuoyas costeras son una parte vital del ecosistema forestal, proporcionando hábitat para una gran variedad de plantas y animales. También juegan un papel importante en la captura de carbono de la atmósfera.

Las secuoyas costeras han tenido una enorme importancia en la industria maderera a lo largo de la historia, especialmente en el siglo XIX y principios del XX. Su madera es excepcionalmente fuerte, duradera y resistente a la pudrición, lo que la convierte en un material ideal para una amplia gama de aplicaciones, como la construcción de casas, barcos, muebles y puentes.

En la actualidad, la tala de secuoyas costeras está regulada por estrictas leyes ambientales para proteger estas especies en peligro de extinción. La madera de secuoya que se utiliza hoy en día proviene principalmente de bosques gestionados de forma sostenible, donde se plantan nuevos árboles para reemplazar los que se talan.

A pesar de la disminución de su uso en la industria maderera, las secuoyas costeras siguen siendo un recurso económico importante para las comunidades locales. El turismo relacionado con estas especies genera millones de dólares en ingresos cada año, y muchas personas trabajan en la industria del ecoturismo que se ha desarrollado alrededor de estos árboles emblemáticos.