Por Sébastian Seibt en France24
El expresidente estadounidense Donald Trump y sus partidarios se apresuraron a difundir la foto policial (“mug shot” en inglés) que le hicieron el jueves 24 de agosto. Esta foto habría sido una sentencia de muerte política para cualquier otra personalidad, pero Donald Trump es un animal político tan transgresor como único. Y lo vuelve a demostrar.
Una foto para la posteridad. El jueves 24 de agosto, Donald Trump se apresuró a difundir lo más ampliamente posible la foto de su ficha policial tomada cuando acudió a la comisaría en el marco de la investigación sobre las sospechas de manipulación de los resultados de las elecciones de 2020 en el estado clave de Georgia…
Es la primera vez que un ex presidente de EE.UU. -que también es posible candidato a las elecciones presidenciales de 2024- se hace una fotografía de este tipo.
Sin un atisbo de sonrisa en los labios, con las cejas fruncidas y la mirada a medio camino entre la cólera y el desafío, esta foto del 45º presidente de Estados Unidos «pasará sin duda a los libros de historia», según todos los expertos en política estadounidense entrevistados por France 24.
Argumento de venta para recaudar fondos
Es suficiente para alimentar el ego de un hombre al que le gusta subrayar que es el primero en hacer cualquier cosa a la menor oportunidad. Pero no fue (solo) por vanidad que Donald Trump publicó este retrato en X (antiguamente Twitter) para marcar su regreso a esta red social propiedad de Elon Musk.
De hecho, no se conformó con usarlo en X. Su equipo de campaña también ha empezado a vender camisetas con la foto y se dice que se están preparando otros objetos de recuerdo, según el New York Times.
La ficha policial se está utilizando incluso como pieza central de un nuevo llamamiento a la recaudación de fondos lanzado por el candidato Donald Trump.
«Es la herramienta perfecta para activar a la franja más radical de su base electoral, siempre dispuesta a apoyarle económicamente para hacer frente a sus problemas legales», señala Thomas Gift, director del Centro para el Estudio de la Política Estadounidense del University College de Londres.
Para este experto, la ficha policial es ante todo un argumento de venta para Donald Trump, que necesita pagar sus facturas de abogado.
El expresidente también cree que esta ficha policial puede servir a su estrategia política, aunque la fotografía recuerde que se trata de un hombre «que se enfrenta a 91 cargos, algunos de los cuales son idénticos a los presentados contra capos de la mafia en los años 30», señala Richard Hargy, especialista británico en política estadounidense.
«Para cualquier otro político, semejante ficha policial sería el final de una carrera. Para Donald Trump, es un trampolín», afirma ‘CNN‘.
De hecho, en el caso del expresidente, «es un regalo para él porque ilustra la narrativa que ha contado constantemente a los votantes: es víctima de una caza de brujas por motivos políticos. Esta imagen sirve para retratarlo como un mártir perseguido por unos fiscales demasiado cuidadosos», resume Thomas Gift.
Cólera cuidadosamente orquestada
Pero un mártir listo para la batalla. «Estoy seguro de que ha ensayado la pose que hizo para la foto decenas de veces delante de un espejo. Está muy bien trabajada», dice Richard Hargy.
Para este experto, Donald Trump intenta proyectar «la imagen de un hombre intimidante, que siempre ha presentado como una cualidad». La ira que también trasluce es «una pose que se supone indica que está preparado para la confrontación y que no teme al enemigo», añade Anurag Mishra, especialista en política estadounidense del Equipo Internacional para el Estudio de la Seguridad (ITSS) de Verona.
Esta ficha policial también refuerza «la credibilidad de Donald Trump como candidato antisistema a los ojos de su base electoral», opina René Lindstädt, especialista en política estadounidense de la Universidad de Birmingham. Estos últimos, a menudo alimentados por la teoría de la conspiración, creen estar librando una batalla desigual contra los poderosos y «quieren un candidato capaz de burlar las reglas impuestas por el Gobierno», añade René Lindstädt.
El expresidente espera que esta foto haga su negocio político más allá de sus votantes más fieles. Una elección presidencial se gana llegando más allá de la base electoral tradicional. «Una primera prueba interesante será ver qué efecto tiene esta foto entre los votantes republicanos más moderados», dice René Lindstädt.
Este cliché puede ser el escándalo judicial para algunos de ellos. Pero los expertos entrevistados creen que la mayoría de los republicanos moderados solo se unirán al carro anti-Trump si los otros candidatos en las primarias republicanas o los medios de comunicación conservadores utilizan esta foto para criticar a Trump. Pero, por el momento, este no es el caso.
Dilema para los demócratas
El expresidente también puede utilizar esta imagen para convencer a los republicanos indecisos sugiriendo que demuestra que «es el candidato de la derecha más atacado por la cúpula demócrata porque es al que más temen», opina Anurag Mishra.
¿Qué pasará con los votantes independientes -que suelen desempeñar un papel crucial en las elecciones presidenciales- si Donald Trump se convierte efectivamente en el candidato del Partido Republicano? El riesgo es que algunos de ellos vean en esta foto «la implacabilidad de un poder contra un hombre que representa el cargo presidencial» al que están apegados un gran número de estadounidenses, advierte Anurag Mishra. Todo ello hace a Donald Trump más simpático a sus ojos.
Pero es poco probable que esta imagen «tenga un efecto realmente significativo en los votantes independientes», opina Richard Hargy. Todo depende de cómo la utilice el Partido Demócrata en caso de un cara a cara con Donald Trump.
La tentación de explotarla al máximo puede ser fuerte, ya que esta ficha policial «es un recordatorio constante de que Donald Trump no es solo un político, sino también un hombre acusado de delitos graves», subraya Richard Hargy. En este sentido, puede ser una herramienta eficaz para movilizar a los votantes demócratas tentados de abstenerse. Pero también puede convencer a algunos votantes de que los demócratas van realmente por Donald Trump.
Para el Partido Republicano, esta ficha policial representa un ejemplo más del «proceso de autodestrucción emprendido por este movimiento», opina René Lindstädt. Porque si -como parece probable- nombran y apoyan a Donald Trump como candidato, «los conservadores podrán hacer una cruz definitiva sobre la imagen del partido de la ley y el orden que ha sido uno de los principales argumentos de venta de los republicanos durante décadas», concluye este experto. Aunque todos griten «caza de brujas», lo cierto es que su campeón tendrá una ficha policial en su historial delictivo.
El 24 de agosto, Trump y otras 18 personas fueron acusadas por sus presuntos intentos ilegales de revertir el resultado de las elecciones de 2020, ganadas en este estado clave por el actual presidente demócrata, Joe Biden. Se les procesa en virtud de una ley contra la delincuencia organizada, que prevé penas de entre cinco y veinte años de cárcel.