El diario alemán FAZ escribe: «Nicolás Maduro se está poniendo serio, al menos sobre el papel. El miércoles por la noche, el presidente venezolano firmó una ley para crear una provincia venezolana en el Esequibo. Sin embargo, ésta se encuentra en una zona reconocida internacionalmente como parte del país vecino de Guyana. La Asamblea Nacional venezolana lleva elaborando la ley desde finales del año pasado. En aquel momento, el país celebró un referéndum en el que el 95 por ciento de los votantes se pronunció a favor de incorporar el Esequibo al mapa venezolano. La medida de Venezuela causó indignación mucho más allá de Guyana y fue criticada internacionalmente por ser contraria al derecho internacional.

En contra de un acuerdo en el que Venezuela y Guyana acordaron poner fin a las provocaciones, Maduro está alimentando ahora de nuevo la escalada. La disputa se reavivó con el descubrimiento de ricos yacimientos de petróleo frente a la costa de Esequibo hace casi diez años. En Venezuela, la reclamación es también una cuestión nacionalista que puede utilizarse para movilizar a la población. Esto explica también el momento elegido por Maduro para lanzar su ruido de sables. Se presenta a la reelección en julio».

Motivaciones políticas internas

El diario alemán Die Welt anota: «La disputa parecía haberse resuelto hace apenas un mes: En una cumbre de Estados latinoamericanos y caribeños, ambos presidentes se estrecharon la mano: «Paz y amor», prometió Maduro a su homólogo Irfaan Ali. Entonces, ¿por qué esta nueva escalada?

En julio se celebrarán elecciones en Venezuela y Maduro tiene problemas internos. La reclamación de la región rica en petróleo es muy popular en su propio país y es probable que refuerce su posición. El Esequibo está situado en el oeste de Guyana y ocupa un 60 por ciento del territorio del país. En 2015, la empresa petrolera estadounidense Exxon Mobil descubrió enormes yacimientos de petróleo frente a sus costas, y recientemente se ha informado de nuevos descubrimientos. Desde entonces, se ha reavivado el interés de Venezuela por la región.

Cualquiera que cuestione el rumbo oficial de Guyana es amenazado con una pena de prisión y la prohibición de ocupar cargos públicos como «traidor a la patria». La ley es deliberadamente vaga para que pueda utilizarse contra prácticamente todos los críticos».

DW