Por Enrique Meléndez

Hay miedo, el oficialismo tiene pánico, si uno interpreta las reacciones, que vimos la semana pasada; por una parte, del comandante general de la Guardia Nacional, mayor general Elio Estrada Paredes, y quien le declaró la guerra a las elecciones primarias, sobre todo, en lo relativo a la amenaza que profirió, de que se considerará, que si sale de allí un candidato inhabilitado, se está incentivando el desorden y la subversión; lo cual no es sino un eco de lo que dice Diosdado Cabello, quien es el más aterrado en las presentes circunstancias; cuya obsesión, por supuesto, es María Corina Machado, cuyo liderazgo ha venido adquiriendo carácter de insurrección popular pacífica, y que es lo que diferencia el presente proceso electoral de los anteriores, cuyos candidatos opositores no pasaban de ser una fórmula electoral, y que es lo que percibe el mayor general Estrada Paredes, sólo que para justificar su miedo le agrega los conceptos de desorden y subversión. Entonces Cabello en su famosa rueda de prensa de los lunes asume como tema central de su agenda la señora Machado; que ya de por sí la tiene en la mira, si es que le damos crédito al hecho, de que la orden de inhabilitarla no provino sino de él; después en su programa de los miércoles, el famoso “Mazo”: a Dios rogando y con el mazo dando, para hacerle honor a su nombre, esto es, un producto de Dios, y que es por donde comienza su presunción: allí blasfema y le dice de todo a la señora Machado y, luego, en toda ocasión que se le presenta. “María con ira”, así la apoda. No hay que pasar por alto, que fue él quien acuñó aquella expresión de que “Chávez los tiene locos”. En efecto, se estaba en un momento, en el cual todavía la oposición se encontraba muy perpleja, con respecto a la conducta, que había que asumir, para enfrentar a Hugo Chávez; tomando en cuenta su tendencia al totalitarismo, como lo demostró hasta el final de su vida; un hombre acostumbrado a violar el estado de derecho desde el mismo momento, en que incursiona con sus tropas, a los fines de intentar un golpe de Estado contra un gobierno, legítimamente, constituido; pero, además, un gobierno exitoso desde el punto de vista económico; lo que no se justificaba; de modo que ha sido un largo aprendizaje, el que nos ha traído hasta aquí; cuando nos damos cuenta, de que los papeles se han cambiado y ahora somos nosotros los que decimos que la señora Machado los tiene locos. Por supuesto, el hecho de continuar con el afán de llevar a cabo el proceso de las primarias; sin desmayar, por otra parte, la señora Machado, al respecto de su inhabilitación, y pregonar que ella va hasta el final, no es para sentarse y echarse fresco, como decimos en criollo, por parte de esta gente.

Por otra parte, la del gobernador de Trujillo, capitán Gerardo Alfredo Márquez; cuya reacción vino a delatar que también la “revolución bolivariana” tiene su componente misógino; con motivo de la orden, que impartió, de que la señora Machado sea desalojada “a coñazos” de su región, si es que se atreve a pisar su territorio; lo que causó una gran indignación en la opinión pública y que, lo más probable, le permitió ganarse más adeptos a la señora Machado, en especial, porque despertó la saña de nuestra población femenina, sobre todo, la del propio Trujillo; donde las militantes de Vente Venezuela grabaron un video; en el cual asumen el reto del gobernador, y prometen llevarla de nuevo a las tierras trujillanas. He allí el problema de retar y retar a una dama; porque eso significa un reto también para ella, en ese sentido: volver a Trujillo, y que lo hará y no la sacarán de ese modo tan misógino; porque ya levantó la expectativa de todo el país, y todo el país estará pendiente de lo que le pase allí. Por cierto, hay un dicho criollo, que dice que hombre que le pega a las mujeres, cuando hay otro hombre, que lo enfrenta, al momento de mirarse cara a cara, pestañea. Yo estoy seguro de que, si el capitán Márquez se hallara en otras circunstancias, jamás hubiera actuado con tal desatino, sólo que en este momento; como se lo demostró La Razón en su edición del pasado domingo 6 de agosto, tiene demasiados intereses, que defender; como son unas empresas proveedoras del gobierno y que, desde luego, se pondrían en peligro, si es que la señora Machado le arrebata el poder a la “estructura criminal gobernante”.

Aunque esa es la orden que hay: violencia contra la señora Machado. En Valle de la Pascua la bañaron de “merde”; una acción que vendría a ser el resultado de los preparativos, que lleva a cabo el laboratorio de guerra sucia de Diosdado Cabello contra la susodicha, y que consisten en agavillar a los colectivos de las localidades, hacia donde se traslada de acuerdo a su agenda de campaña, y, como decimos en criollo, vienen los coñazos “ou la merde”. Ella misma ha dicho que hay un funcionario que se presenta dos días antes, hacia donde tiene pautado ir, para tal función; alertar a los grupos de terror; sólo que esto vendría a ser más leña para esa candela, si partimos del hecho de que su presencia en la calle tiene carácter de insurrección popular pacífica, en que se ha transformado su liderazgo, y así hace hazañas, para llegar hasta el último rincón de Venezuela; pues, como diría Jorge Olavarría, que dijo en su momento de Chávez: la señora Machado es la expresión “de una gran arrechera”; lo cual no sólo repercute entre nosotros, sino también en el mundo entero; que pregunta por ella a cada venezolano, que emigra.

Por supuesto, el oficialismo le tiene terror a las primarias, porque de ganar la señora Machado en esas condiciones, implicaría un acto de desobediencia cívica, y un asalto al estado de derecho por parte de la ciudadanía.