La revolución de la IA iniciada por ChatGPT continúa acelerándose, y el aprendizaje automático aparece en todo, desde el comercio electrónico hasta los tractores. Y mientras las aplicaciones continúan explotando, cada vez está más claro que la IA puede ayudar a los actores más pequeños a competir aprovechando sus datos de la misma manera que lo han hecho los gigantes industriales durante décadas.
Por: Bryan Clark – Fox News
En la guerra, la IA está dando una ventaja similar a los ejércitos más pequeños y expertos en tecnología, para bien o para mal. Aquí hay cinco formas en las que la IA ya está encontrando su camino en el campo de batalla y cómo es probable que evolucione en los próximos años:
Toma de decisiones: las herramientas de inteligencia artificial generativa como ChatGPT, Bard o Midjourney utilizan datos de Internet para entrenar un modelo para que pueda predecir cómo completar tareas como escribir una línea de código de computadora o crear una nueva pintura al estilo de Picasso. Estas mismas técnicas de IA también pueden ayudar a los comandantes militares a formular planes.
Normalmente, legiones de planificadores analizan cada aspecto de una operación, desde alimentos y combustible hasta ataques con misiles, y elaboran cursos de acción para que los considere el comandante. Entrenados con datos de operaciones pasadas, las características de la fuerza y estimaciones sobre el enemigo, los modelos de IA generativa pueden crear planes que, aunque no son perfectos, dan a los planificadores una ventaja. Y debido a que una herramienta de IA puede considerar más opciones que un equipo de humanos, puede revelar alternativas que los planificadores humanos tal vez no hayan considerado.
Las tropas ucranianas ya están utilizando herramientas de inteligencia artificial como estas para mantenerse un paso por delante de las fuerzas rusas, mientras que China y Estados Unidos están incorporando ayudas para la toma de decisiones habilitadas por inteligencia artificial en sus sistemas de comando y control. Las cabinas de los aviones de combate pronto incluirán asistentes habilitados para IA que ayudarán a interpretar datos o pilotar un avión mientras el piloto evalúa la situación.
Análisis de inteligencia: el reconocimiento de imágenes mediante IA existe desde hace aproximadamente una década. Ahora los militares, al igual que algunas empresas, están utilizando algoritmos habilitados por IA para predecir lo que sugieren los datos de inteligencia sobre los planes e intenciones de un adversario. Y yendo un paso más allá, las herramientas basadas en inteligencia artificial pronto predecirán las formas en que una nación puede operar, equipar y posicionar su ejército para disuadir a un oponente o hacer que se tope con el enemigo equivocado.
Armas inteligentes: los militares ya utilizan robots asesinos. Los torpedos y misiles automatizados existen desde hace décadas. Pero los algoritmos de IA pueden hacer que las armas automáticas sean más inteligentes y discriminativas. De la misma manera que Google Translate utiliza la IA para reconocer texto, los algoritmos ayudan a las armas no sólo a distinguir un tanque de un carro, sino también a predecir si el tanque es el mejor para atacar en función de su ubicación, dirección de movimiento y armamento.
La IA también está ayudando a navegar las armas y los drones. En Ucrania, los sistemas de navegación por satélite como el GPS son habitualmente bloqueados o falsificados. De la misma manera que los humanos recurren a puntos de referencia, terreno, olas del océano, estrellas o torres de radio para orientarse, los algoritmos de inteligencia artificial pueden ayudar a las armas y los drones a predecir su ubicación en función de lo que ven sus sensores.
Mantenimiento predictivo: los soldados podrían morir si las armas o los vehículos se rompen durante un combate, por lo que los militares revisan y reemplazan el equipo con más frecuencia de la necesaria. El resultado son mayores costes y más tiempo en el taller. Para romper ese ciclo, los militares –al igual que muchas aerolíneas, flotas navieras y empresas de transporte por carretera– están utilizando herramientas habilitadas con inteligencia artificial para predecir cuándo un sistema o pieza está acercándose al punto de falla y debe repararse o reemplazarse. Dado que el ejército estadounidense se hace más pequeño cada año, necesita que todos los tanques, barcos o aviones permanezcan en línea el mayor tiempo posible.
Guerra con drones: los sistemas no tripulados son donde se unen las tendencias anteriores. La guerra en Ucrania y Nagorno-Karabaj muestra que el lado que tiene los mejores y más drones tiene una ventaja. A pesar de ser superadas en número 3 a 1 en tierra y 10 a 1 en el aire, las tropas ucranianas detuvieron el avance de Rusia y lentamente han hecho retroceder a las fuerzas de Moscú, en gran parte debido a los barcos y aviones no tripulados ucranianos.
Equipados con algoritmos habilitados por inteligencia artificial para ayudarlos a navegar y evitar amenazas, los drones ucranianos atacan ellos mismos objetivos o encuentran objetivos para ataques de artillería y cohetes. Al aprovechar al máximo sus reservas de municiones, los drones permiten a las tropas ucranianas luchar por encima de su peso. Ante su propia escasez de misiles, Rusia también recurrió a los drones, que atacan la infraestructura ucraniana y ayudan a que los misiles rusos de alta gama alcancen sus objetivos.
Aunque no se vislumbra en el horizonte un infierno como el de Terminator , es probable que las aplicaciones militares de la IA hagan que la guerra sea más letal, más intensa y más competitiva. Lo más preocupante para el Pentágono es que los adversarios estadounidenses más pequeños y menos avanzados, como Irán o los terroristas, pueden utilizar software habilitado para IA y sistemas no tripulados para nivelar el campo de juego.
Para mantenerse a la vanguardia, el ejército estadounidense debería recurrir a la IA para ser más creativo, preciso y aprovechar al máximo cada dólar de defensa.
