Ante la explosión de robos de bicicletas en Francia, que se cifra en 580.000 al año, es decir, una bicicleta robada cada minuto, Aïko Leroux, de 22 años, estudiante de ingeniería en el CPE Lyon, decidió afrontar el problema directamente. ¿Su arma? Cactus Lock, un dispositivo antirrobo de nueva generación que no sólo es resistente: es repulsivo.
Todo comienza en 2023. La flamante bicicleta de Aïko es robada a plena luz del día, a pesar de tener dos candados certificados y seguro. Un error común en estadística, pero no para este entusiasta de la química y la física de materiales, que decidió desarrollar una solución radical. «Pensé que, en lugar de intentar frenar al ladrón, deberíamos evitar que actuara. Y si no puedo detener la trituradora, puedo fastidiarlo», dice con determinación.
Putrescina: un arma olfativa tan disuasoria como inocente
Apoyándose en sus conocimientos de química, ideó un nuevo sistema de defensa: liberar un olor insoportable en cuanto se detecta un intento de robo. El secreto de CactUs Lock reside en la putrescina, una molécula producida naturalmente durante la descomposición del tejido orgánico. Inofensivo para la salud, pero capaz de provocar una reacción instintiva de rechazo inmediato.
«Es un olor horrible. Al olerlo, el cerebro crea un atajo: todos los demás olores a su alrededor se vuelven insoportables durante varios días», explica el joven ingeniero. Una consecuencia que la propia creadora ha comprobado: tras una fase de experimentación, incluso su champú de vainilla le pareció «imbebible».
¿Cómo funciona?
El Cactus Lock parece un candado clásico en forma de U, de color verde brillante, decorado con pegatinas amarillas que advierten a los ladrones: “Putrescine – no cortar”. Si a pesar de la advertencia el infractor ataca la cerradura, el mecanismo libera un gas cargado de putrescina a presión. El resultado: un hedor inmediato y persistente y, sobre todo, una experiencia que el ladrón difícilmente olvidará… o querrá repetir.
Producción local y responsable
Fabricado íntegramente en Francia, el CactUs Lock es ensamblado por varias PYMES de la región de Auvernia-Ródano-Alpes. La producción se enmarca en una voluntad de favorecer cadenas de suministro cortas, garantizando al mismo tiempo la calidad y durabilidad del producto.
Actualmente disponible en preventa a un precio de 179,99 euros en la web cactuslock.com , el dispositivo antirrobo ya está generando mucho interés. Tras más de dos años de investigación y desarrollo, el producto está siendo probado por un centenar de ciclistas en Francia y Europa (Bélgica, España, Italia, Luxemburgo). Está prevista una comercialización masiva para 2026, con el objetivo de equipar bicicletas, pero también otros bienes sensibles como vehículos utilitarios o cajas fuertes.
Con Cactus Lock, Aïko Leroux transforma un objeto cotidiano en una herramienta disuasoria radical, basándose en la ciencia y la innovación. Aprovechando el poder repelente de la putrescina, este joven emprendedor promete devolver la confianza a los ciclistas cansados de ver desaparecer sus bicicletas. Un invento que está causando revuelo… y que probablemente dejará a los ladrones boquiabiertos de horror.
Y con un espíritu igualmente inusual, le recomendamos (re)descubrir la idea de Christophe Guinot, un ostricultor de Port Leucate, que creó un ingenioso sistema antirrobo para proteger sus ostras.
