En un paso audaz hacia el urbanismo del futuro, Oceanix Busan, el primer prototipo de ciudad flotante sostenible, está tomando forma frente a las costas de Busan, Corea del Sur. Este proyecto, liderado por la empresa de tecnología azul Oceanix en colaboración con UN-Habitat y el grupo de arquitectura BIG-Bjarke Ingels, promete ser una solución innovadora para las ciudades costeras amenazadas por el aumento del nivel del mar debido al cambio climático.
Diseñada para albergar inicialmente a 12,000 personas en 6.3 hectáreas, Oceanix Busan consta de plataformas flotantes modulares recubiertas con Biorock, un material que no solo es tres veces más resistente que el concreto tradicional, sino que también fomenta la regeneración de ecosistemas marinos como arrecifes de coral. Estas plataformas, conectadas por puentes, integran sistemas de energía neta cero mediante paneles solares flotantes y en tejados, agricultura urbana, gestión de residuos cero y sistemas de agua de circuito cerrado. El diseño permite escalabilidad, con potencial para expandirse y acoger hasta 100,000 residentes.
El proyecto, que se espera esté operativo entre 2025 y 2028, también funcionará como un laboratorio para probar tecnologías sostenibles, midiendo el consumo energético y la gestión de residuos de sus habitantes. Busan, candidata para la Expo 2030, ve en esta iniciativa una oportunidad para liderar la innovación en «tecnologías azules» y establecer un modelo replicable para otras ciudades costeras.
Oceanix Busan no solo redefine la vida urbana, sino que plantea una convivencia armónica con el océano, demostrando que la tecnología puede ser aliada de la naturaleza en la lucha contra el cambio climático.
