Para entender por qué las viviendas con placas solares no pudieron autoabastecerse durante el apagón que afectó a buena parte de España, es necesario comprender primero funcionamiento de este sistema que cada vez gana más adeptos.
Por: María Santos Viñas – Infobae
Una instalación fotovoltaica estándar en una vivienda típica genera electricidad aprovechando la radiación solar. Los paneles solares captan esta energía y la convierten en corriente continua (CC). Dicha corriente es enviada a un inversor, un dispositivo que transforma la energía en corriente alterna (CA), que es la utilizada comúnmente en los hogares en España y en la mayoría de los países, conforme detalla la revista especializada en tecnología Xataka.
En el sistema más común, conocido como on grid o conectado a la red eléctrica, las instalaciones solares se integran al suministro general. Este sistema tiene tres funciones principales:
- Consumo directo de energía solar: La electricidad generada por los paneles es utilizada en tiempo real dentro del hogar.
- Vertido de excedentes: Si se produce más energía de la necesaria, el excedente se envía a la red eléctrica, dando derecho a compensaciones económicas mediante mecanismos como el balance neto o la compensación simplificada.
- Suministro desde la red: Cuando los paneles no generan suficiente electricidad, por ejemplo, durante la noche o en días nublados, la vivienda recibe energía directamente de la red eléctrica.
Este modelo permite una optimización del consumo energético, pero depende en gran medida del vínculo entre la instalación solar y la red general. Esta relación tiene implicaciones directas en la operatividad del sistema durante apagones.
Las instalaciones solares durante el apagón
El comportamiento de una instalación fotovoltaica está regulado por estrictas normativas de seguridad. Cuando ocurre un apagón, el sistema solar conectado a la red también deja de suministrar electricidad, incluso si los paneles están funcionando, el sol brilla y es pleno día. Este fenómeno, aunque puede parecer incongruente, tiene una razón técnica crucial: la llamada “protección anti-isla”.
En Europa, de acuerdo con normativas como la VDE 0126-1-1, todos los inversores solares deben detener su actividad automáticamente al detectar una pérdida de tensión en la red eléctrica. El objetivo principal de esta medida es proteger a los técnicos de mantenimiento que trabajan en la reparación del fallo. Si las placas solares continuaran inyectando electricidad a una red que se supone está inactiva, sería extremadamente peligroso y potencialmente letal para los trabajadores. De modo que, por normativa, si ocurre un corte en el suministro, este dispositivo debe desactivar automáticamente la conexión.
Dependencia de las baterías independientes
La mayoría de las instalaciones fotovoltaicas residenciales en España no cuentan con baterías de almacenamiento, sino que están diseñadas para consumir la energía generada en tiempo real, ajustar el exceso mediante la red y suplir las carencias con electricidad de esta. Al no disponer de sistemas de almacenamiento autónomo, el acceso a energía durante un apagón es inviable.
Incluso en instalaciones con baterías, estas deben ser configuradas especialmente para funcionar en modo “isla”. Esto significa que, durante un apagón, los inversores y las baterías deben ser capaces de aislar totalmente la vivienda de la red eléctrica para continuar utilizando la energía almacenada de manera segura.