Hace 20 años en la madrugada del #25septiembre, 400 guardias nacionales, 50 policías estatales y colectivos tomaron el Campo Petrolero de Los Semerucos (Falcón) para desalojar por la fuerza a familias, ancianos y niños de los extrabajadores petroleros despedidos por Hugo Chávez
Los ex trabajadores lanzaron piedras y otros objetos contundentes a los guardias para evitar que los desalojaran,
La Guardia Nacional repelió la manifestación con bombas lacrimógenas y balas de gomas.
Familias, con hijos pequeños, debieron salir de sus casas debido a los fuertes gases que expedían las bombas.
Hace 20 años en la madrugada del #25septiembre, 400 guardias nacionales, 50 policías estatales y colectivos tomaron el Campo Petrolero de Los Semerucos (Falcón) para desalojar por la fuerza a familias, ancianos y niños de los extrabajadores petroleros despedidos por el régimen pic.twitter.com/Q4dXZlMnWc
— Soy Gente del Petróleo (@soygdelpetroleo) September 25, 2023
La acción de desalojo fue solicitada por la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), propietaria de las viviendas, que argumentó que esas personas ya no podía disfrutar de esas casas debido a que fueron despedidas en marzo de ese año.
Los ex empleados sostuvieron que no abandonarían sus residencias hasta que PDVSA les cancelara las deudas laborales que tienen pendientes con ellos.
El gobierno despidió a comienzos de ese año 18.000 trabajadores petroleros, que representaban 45% de la nómina de PDVSA, por respaldar un paro laboral
PDVSA se negó a cancelar las deudas laborales a los ex trabajadores y abrió juicios contra algunos de ellos por supuesto sabotaje a las instalaciones petroleras.
En un escrito publicado por Horacio Medina, en ese entoces directivo del sindicato Unapetrol, en La Patilla, con el titulo El Valor de la razón, en 2017, Medina enumeró una conclusiones resaltantes del evento:
* A los trabajadores petroleros despedidos injustificadamente, se les han violado sus derechos fundamentales con la negación al acceso a los órganos de administración de justicia imparciales, al debido proceso, la puesta en peligro de su integridad física, psíquica y moral, la protección del honor, vida privada, intimidad, imagen propia y reputación.
* El despido injustificado de los trabajadores petroleros se produce por haber ejercido sus derechos civiles y políticos de libertad de expresión, participación, manifestación y asociación, violando con ello sus derechos humanos.
* Así mismo, se les ha violado flagrantemente sus derechos sociales tales como derechos al trabajo, a la estabilidad laboral y a la igualdad de oportunidades, a la sindicación, a la protección de la familia, a la maternidad, a la educación de sus hijos, a la salud, a la seguridad social y al hogar.
* Ha quedado en evidencia la intención del Gobierno de amedrentar y destruir al grupo social de trabajadores petroleros (Genocidio Laboral). Esta intención se ha materializado sistemáticamente mediante las siguientes agresiones: Negación de los derechos por el solo hecho de ser Opositores; las instrucciones y requerimientos de PDVSA dirigidas a otras instituciones para que no contraten a estos trabajadores; la expulsión de los hijos de los trabajadores petroleros de las escuelas y el cierre de las escuelas; el cierre del acceso a la asistencia médica y los desalojos de las viviendas.
* A su vez estas acciones, se encuentran tipificadas como crímenes de Lessa Humanidad de conformidad con el novísimo Estatuto de Roma.
* Las autoridades de PDVSA en connivencia con el Gobierno y específicamente el Ministerio del Trabajo, violentaron el contenido protector de la sindicación del artículo 454 de la Ley Orgánica del Trabajo el cual requiere que el patrono solicite mediante el inicio de un procedimiento administrativo especial la previa autorización de la Inspectoría del Trabajo, antes de despedir a trabajadores investidos de la protección constitucional y legal del Fuero.
* Al no haberse cumplido con tales requerimientos, todos los despidos de los trabajadores petroleros promotores y adherentes al sindicato UNAPETROL son, de conformidad con la Constitución y la ley, nulos de nulidad absoluta e ilegales.
* En Venezuela se ha perdido la autonomía del Ministerio Público, lo que indica una pérdida del Estado de Derecho.
* Según la LOPNA, la familia debe ser protegida en todos sus derechos por el Estado, evitando cualquier tipo de discriminación. Igualmente, la LOPNA señala la obligación del Ministerio Público defender todos los derechos de los Niños y Adolescentes.
* En todos los Campos Petroleros del país, se han violentado públicamente TODOS Y CADA UNO DE LOS DERECHOS HUMANOS UNIVERSALES. Se han violentado todos los derechos en todos los campos petroleros, se han violentado la protección contra abusos, libertad de expresión, derechos de orden público. Derecho de denunciar amenazas en favor de los niños.
* Se considera que UNAPETROL ha roto los esquemas tradicionales del Sindicalismo y ha logrado una independencia de los partidos políticos pero con una propuesta política al país.
Al final del evento, presentamos a la audiencia y al mundo un documental de gran valor histórico y documental: “EL VALOR DE LA RAZÓN”, testimonial de lo ocurrido, un homenaje a tantos hombres y mujeres, niños que protagonizaron una gesta heroica: la Razón contra la barbarie. Nombres de hombres y mujeres, no conocidos, muchos anónimos, pero todos héroes que la historia reivindicará, en nombre de la libertad y la democracia.
Por último, les queremos decir a quienes se preguntan ¿porque no hay gasolina; porque no hay luz; porque las comunicaciones son tan malas; porque el país está en bancarrota; porque los principios y valores de la sociedad se han destruido; porque Venezuela clama por un cambio y porque tantas otras cosas? Que busquen en el 2002 y 2003, tal vez allí encuentren el origen de todo.
Pregúntense si la desprofesionalización ejecutada por el régimen desde aquel momento, en las Fuerzas Armadas, el sector petrolero, el sector eléctrico, el Metro de Caracas, la CANTV y las instituciones públicas, no serán una causa fundamental del horror que hoy vivimos. Pregúntense si la indiferencia de muchos, no fue un contribuyente importante y permisivo para el avance del régimen. Pregúntense si hoy, esa misma actitud, no podría terminar por sumergirnos, aún más, en la barbarie.
Entre tanto, 14 años después de aquella madrugada, nosotros seguimos de pie, defendiendo: EL VALOR DE LA RAZON y, como cada año, veremos hoy el documental. Los invito también a verlo, quizás les ayude a comprender muchas cosas que la historia oficial no presenta.