No sabemos lo que nos llevamos a la boca, porque casi nunca leemos los componentes de las galletas, de los cereales, de las cremas cosméticas… Pero el aceite de palma, potencialmente perjudicial para la salud porque contiene un elevado porcentaje de grasas saturadas, es un ingrediente que cada vez se utiliza más a raíz de la subida de precios del aceite de oliva o el de girasol.
Hace más de un año, la inflación supuso un incremento histórico de los precios de estos aceites, aparentemente mucho más sanos según los estudios científicos. Desde entonces, muchos consumidores apostaron por el aceite de palma. Ya no solo como materia prima en multitud de productos procesados que consumimos a diario, como tostadas o bollería, sino también como el principal aceite para cocinar. De hecho, el aceite de palma ya es el más utilizado del mundo, pese a que no es una alternativa idónea desde el punto de vista de la salud. Además, su producción conlleva perjuicios ambientales y sociales.
Ahora, una nueva investigación pone de relieve cómo una dieta rica en aceite de palma puede empeorar los síntomas de la esclerosis múltiple al generar un compuesto tóxico en las neuronas del cerebro. Los investigadores de este nuevo trabajo, publicado en la revista Glia, descubrieron que las enzimas CerS5 y CerS6 convierten el aceite de palma en una sustancia que daña las mitocondrias, privando a las neuronas de la energía esencial. Este estudio subraya la importancia de las elecciones dietéticas en el tratamiento de la esclerosis múltiple y para la salud del cerebro en general.
Los investigadores exploraron los posibles mecanismos por los que una dieta rica en aceite de palma puede alterar la salud neuronal. El equipo descubrió que provocaban una evolución más grave de la esclerosis múltiple en los ratones. «Razonamos que en el interior de las células neuronales, el aceite de palma se convierte en una sustancia tóxica llamada ceramida C16 mediante enzimas específicas denominadas CerS5 y CerS6», explica Patrizia Casaccia, investigadora principal.
Aceite de palma y esclerosis múltiple
La también directora fundadora de la Iniciativa en Neurociencia del Centro de Investigación Científica Avanzada del Centro de Postgrado de la Ciudad Universitaria de Nueva York (CUNY) y profesora Einstein de Biología y Bioquímica en el Centro de Postgrado de la CUNY, exploró cómo unas enzimas denominadas ceramida sintasa 5 y 6 son responsables del efecto tóxico de una dieta rica en aceite de palma sobre las neuronas del sistema nervioso central, lo que provoca un posterior aumento de la gravedad de los síntomas de la esclerosis múltiple.
La esclerosis múltiple es una enfermedad inflamatoria autoinmune caracterizada por un daño importante de la vaina de mielina aislante que protege los nervios de todo el cuerpo. Los tratamientos actuales se centran en controlar la respuesta del sistema inmunitario, pero aún no se conocen con exactitud los mecanismos que contribuyen a la neurodegeneración en esta enfermedad. Trabajos anteriores del laboratorio de Casaccia y otros habían informado del efecto tóxico de una dieta rica en grasas sobre la gravedad de los síntomas de la esclerosis múltiple.
«Esta nueva información apunta a una vía metabólica específica a través de la cual las grasas de la dieta pueden empeorar los síntomas de la esclerosis múltiple», dijo el co-primer autor del trabajo Damien Marechal, investigador asociado del Laboratorio Casaccia.
Alimentos y productos que tienen aceite de palma
¿Qué productos o alimentos contienen aceite de palma? Según la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU), esta sustancia se emplea principalmente en la creación de productos comestibles como aceite de freír, margarinas, mantecas, confitería, galletas, salsas, helados y aderezos. Además, los residuos sólidos que se genera en su utilización son empleados para fabricar piensos para animales.
Al subir el precio del aceite de palma no solo se ve afectada la alimentación, sino también el resto de productos oleoquímicos o biocombustibles que se fabrican con aceite de palma. Esto incluye productos como jabones, detergentes, cosméticos, velas o tintas para impresión.
Los hallazgos del nuevo estudio tienen implicaciones significativas para las personas diagnosticadas de esclerosis múltiple, así como para los médicos que tratan a los pacientes y los neurocientíficos que investigan la enfermedad. El trabajo refuerza la idea de que las elecciones de estilo de vida, como la dieta, pueden tener un profundo impacto en el curso de la enfermedad.